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se acercaba, todos sonrientes, todos encantadores, pero todos completamente locos, locos como el demonio. Parecen depredadores, el tipo de hom

aciendo y volviéndonos el uno al otro, fingiendo que no los estábamos viendo.

mano en mi cadera, inclinándose hacia mí. “Te gusta

se aprieta, una advertencia silenciosa que no me

sta”. Parece que le gustan muchas cosas q

os hombres, mientras los demás nos sonríen casualmente como s

ce", m

bonito no

clase de

e de nuevo, pero

os a

tratando de moverme de nuevo

o un baile.

cuenta, parece que es un hombre que intenta controlar a su difícil novia. Estoy bastante seguro de que comencé a gritar, todavía no están preocupado

lado para dejarlo pasar. Su cabello, que puedo ver claramente ahora, es rubio y prácticamente brilla bajo las luces intermitent

stándome contra su cuerpo. Presiona su ere

de nuevo.

pediste

mismo tiempo. Él tiene una autoridad que no puede ser negada o ignorada. Tanto es así que el hombre que me sujeta me

llo espeso y oscuro que se riza alrededor de su cuello, en su elegante traje negro, y ojos tan ma

tantáneamente y dando un paso atrás. “Yo no estaba causan

nque no necesita levantarla. Este es el tipo de hombre que partiría a otro

o”, tartamudea el ho

ente a mí y me pregunto qué tipo de poder mágico ejerce para hacer desaparecer a alguien tan rápido. Probablemente sea la mafia. Hace

se mueven sobre mi apariencia, y una lenta sonr

voz que quieres escuchar cuando está entre tus

reíble. Un semental italiano, sin duda. Este es el tipo de hombre al que pagarías por montar toda la noch

ta seductoramente, sumergién