despu

Karen, su mejor amiga, retumbab

a escuchar —Alessa le regañó

mples veintiséis años una sola

razón

ue iré por ti. Tenemos fiesta en ese club del q

de informática de la empresa petrolera de su padre, pero asignada al departamento de contabilidad. Desde ahí sabía muy bien cómo se movía el dinero. Desde hacía tres años trabajaba

ntos tiempo. Cuando cumplió dieciocho años, tuvo que acudir al abogado de su padre para que le ayudara a pagar sus estudios. Ya que su madrastra se negaba a hacerlo. La malvada era muy astu

tiún años. Regresó a casa con un título en Administración de Empresas, y hacía solo un año que había terminado su maestría en Economía y Finanzas. Disfrutó de ver su rostro cuando celebró en grande su triunfo sobre ella. Dos meses después

o con la informática. Ya que Gissel se negaba a darle el puesto de trabajo que le correspondía en la alta

uy buen humor —dijo

molestó en alzar la vista del monitor de su

as en la reunión de la junta directiva mañana —adem

ando de teclear, y conteniendo la resp

l ramo petrolero —respondió la arpía

só Alessa con la voz firme, recordándole su derecho de

anos sobre su escritorio e inclinó la cabez

ués chasqueó los dientes—. Eres solo basura, u

mediatamente. Inclinó también la cabeza, se acercó un

e Jonathan Sinclair. Algo que ni tu hermana, ni tu madre y ni tú llegarán a ser algún día, por más que tr

n día acabaré contigo —su hermanastra dio

hizo que se detuviera—. Todo lo que me han

Mariana tembl

esa reunión —fue lo

rió con su

go el veintiocho por ciento de las acciones. Así

iones, por tanto es de mi familia. —M

rcástica—. Sino por todas las artimañas que ella ha usado a lo largo de estos años. Para

a mano y giró el pomo de la puerta. Se detuvo u

ntes de que Alessa dijera algo ella agregó:— Más t

de mi oficina! —exc

era notoria en su voz—. Lo meno

, fuera de aquí!

uedó estrellado en la gruesa madera. Respiró profundamente para calmarse, y lograra que las lágrimas que tenía oprimi

empresa de su familia. Eso no era cierto, porque todo el consorcio le pertenecía a ella de manera directa desde que era una niña. Ya que había sido la herencia de su madre. Su padre, solo se encargó d

iré a esa reunión!

se trataba dicha reunión. Con tanto misterio lo que percibía era que su madrastra estaba un poco nerviosa al respecto. Estaba molesta, al tener que utilizar algunos

Dónde quieras q

urría. La empresa estaba casi en la quiebra. ¿Cómo pudo haber pasado? Se preguntaba una y otra vez. Sabía que Gissel era una interesada, arribista incluso

y nada más y nada menos que con un treinta y cinco por ciento de las acciones. Era mucho, la piel de la joven se erizó. Eso significaba que

enta de acciones. Ya que eso significaba que ya no sería de la familia. Se reclinó en su asiento, la cosa no pintaba para nada favorable. Estab

o que había planeado para presentarlo al día siguiente. Era cierto lo que