MATÍAS..

ahogarme,no

ando aquí,hazlo,

ivir,le mostraba cosas que nunca imaginó podían llegar a gustarle,como el correr por los campos,dar de comer a los animales,ayudar a los peones y ahora eso. Estaba parado encima de una piedra,a punto de dar un salto al agua y no terminaba de juntar el valor,luego sus ojos bajaron hacia Noé, que estaba sumergido hasta la cintura y con los brazos abiertos para él, esperand

ruga se formó en su frente,Matías contempló ese detalle. Se forzó a f

stoy

é lo tomó con fuerza entre los brazos estrechándolo contra su cuerpo. Matías se sintió tenso de pronto al sent

go para poder mirarlo a los ojos. Tenía las manos sobre

o. Noé se preocupaba por é

al y que alguien como Noé lo quisiera también lo hacia sentir especial. Noé podía hacer de todo

untado a Clemente si sabía cuando tendría que volver Noé a la capital,pu

n-la respuesta de Clemente fué totalme

arte de su cuerpo. Matías se sintió molesto con su padre por haber preguntad

ón de que estudie aquí?. En la

miró a su hijo de reojo,pa

mi hijo,estudiará medicina,ahora que puedo costearla, es una excel

ra su muchacho,en Santa Clara no había futuro para un muchacho tan brillante como

iar medicina tambié

relacionado con la hacienda. Tu serás su dueño y

ían contradecir a sus padres, aunque en el alma desearan por primera vez hacerlo. Se les hacia tan injusto que los separan por ese motivo,por su futu

te bien de Noé—Mencionó su padre,mient

ndo padre,cada que

cer no le había planteado a su hijo cual era

asta terminar la carrera,le dan la posibilidad de estudiar con una beca—miró a Noé al ti

verdad padre? ¡Usted no me

e dio una

tando mal en la mesa junto a

re,haga algo por favor,que no se lo lleven padre,hago lo que us

de nada serviría,al contrario tal vez y hasta lo empeoraba. Ahora su padre

mi hijo decido yo,espero que no se ofen

a que era lo mejor para su hijo. La intervención del hijo de don Nabor no le agradó en lo mas mínimo, pero entendía que el muchacho se sintier

a pesadez de ver a mi hijo así.—Nabor entendió,pero quizá s

,su amigo se había quedado mudo,no se había defendido,n

leno de dolor y reproche,pero el hombre sabía q

arse de la mesa,no tenía apetito ni ganas de seguir vien

e Matías. Tocó pacientemente

se sentó al borde de la cama,con los

con él,tampoco quería malos entendidos con su único hijo,quería que supiera las verdaderas

os habl

adre..