asiado pronto aunque por fin me

nny en nuestras taquillas. Por primera vez desde

tros justo cuando

rnidad limpiarla—, dice Bee mientras

creo que deberíamos hacerlo al menos cad

o de Dean aprieta la mía un poco

acia su clase, deján

s su clase—. Dice De

on los brazos en un i

se no es la manera de hacerlo. Ahora, v

los labi

Luego me besa como si tu

organ de pie en la puerta. Tiene los brazos cruzados y su mirada es gélida.

a dicho nada a ninguno de los dos, pero no me quejo. Mientras habla, intento prestar at

ado y cómo ayudó o perjudicó a la guerra civil. A lo largo del resto de la semana, profundizaré en el proyecto—. Continúa repartiendo nuestras fichas. Cuando me entrega el mío, miro el nombre del compañero.

go de pie rápidamente, tratan

Cooper se q

dos hojas y nos las entrega. El mío dice detención 3 pm-4 pm, Sr. Morgan.

la señora Hanson

dos aunque sea por una h

one los ojos en

del aula. Una vez que estamos fuera d

anto a e

ero ya está alterado. Dean tiene pr

ano apretando la mía con demasiad

Me detengo y le obligo a mirarme. Sus ojos azules están in

haberte metido en pr

r

que acordarte de no liart

minar de nuevo

es muy

ny se acerca a mí mientras

por ahí, ¿verdad?— Señ

me, Dean y yo estamos

una “O” co

ros?— pregunta Jenny rev

nr

r y nos han casti

poco raro—. Dejo de cami

qué es

ndose todo el tiempo. Realmente debe tenerlo

tal

erte antes de des

osa. No sé por qué Dean y yo somos el objetivo. Por muc

año no oírle teclear en su ordenador

lrededor como si estuviera simplemen

rmario de suministros en el o

me corta la respiración cuando se le sube la camiseta y veo lo definido que está. Sus abdominales no son demasiad

nto, apartando tanto mis o

a cabeza

Estaré allí en un minuto—. Su tono es

ario y tomo asiento justo delante. El Sr. Morgan se ace

es del próximo mes. Así que

os los días los profesores de

ú...— Coge una grapadora de su mes

to con la cabeza y obedezco. No voy

vida. Pasan quince minutos cuando dejo momentáneamente la grapadora. Ni siquiera he hecho mella e

vantar la vista de su ordenador, me hace un gesto para que continúe: —¿Qué hemos hecho Dea

siquiera vacila

ay una polític

evitar re

na m

dieciocho minutos, me mira. Su mirada

a?— Me

o, pero asiento de todos modos

Qué hace que Dean y yo seamos diferentes?— Me sorprende que no haya cedido o ped

ontacto visual. —Soy un nuevo profesor en una nueva escuela. ¿Crees que alguien me respetaría si dejara que todos se salieran

ólo me ha he

que saber lo injusto que suena eso—. Decido no tocar este comentario,

n se encoge

a hora no ha terminado—. Antes de que pueda replicar, vue

, mi enfado acaba por remitir y termino mi tarea cinco minuto

iendo los cuestionarios. Cuando entro en el armario de suministros, miro hacia arriba y veo la caja con la etiqueta “Quizzes”. Está en el tercer esta

ea, pero lo ignoro y doy el segundo paso lentamente. Con mucho cuidado, consigo llegar hasta donde puedo alcanzar la caja. Me pongo de pie extendiendo los brazos todo lo que puedo y sonrío cuando consigo alcanzar la caja. La agarro, la lev

Sr. Morgan, siento sus brazo

sto no es el

Me int

i peso en mis pies. Una vez que estoy de pie, miro hacia abajo y veo que los b

idamente los brazos y coge la ca

z ten más cuid

s en las cader

está en un estante alto—. Me defiendo, no es ning

dentro de la estúpida caja. Decidiendo no discutir, salgo rápidamente del armari

vuelta par

Me disculpo, Srta. Gardnen—. Algo en su tono ha cambiado

n saber qué decir, asient

iento alivio cuando lo veo y sonrío. Me coge d

gunta. Me pregunto si se da cu

bolso—, digo antes de decirle que me encontraré con él af

bías ido—. Murmu

zón, sus pala

lvidé mi bolso—. Mis palabras están impregnadas de

no del Sr. Morgan me rodea la muñeca. Se me corta la respiraci

enfadado, sólo agraviado. Le miro a los ojos, son verdes c

s. Estás lleno de mierda—. No quise sonar tan fría, pero

unta. Me quito la

como si estuviera pensando mucho en ello. Me alegro de que no responda, mi adrenalina está por las nubes ahora mismo. Nunca había hablado así con un profe