img La muñeca de Bratva  /  Capítulo 6 ¿Dónde está La muñeca | 12.24%
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Historia

Capítulo 6 ¿Dónde está La muñeca

Palabras:1861    |    Actualizado en: 17/10/2022

edi

cer esto?! —inquiero al tiempo

ilidad —responde Danko, meneo mi cabeza y tomo el fuete que uno de mis hombres me tiende en ese momento, lo estampo contra su c

condescendiente de dejarles algunas zonas para sus negocios, ¿y cómo le pagan ustedes? Aliándose con estos bastardos, que creen que pueden hacer mejor el trab

urioso, aprieto los dientes y le doy tres fuetazos en la espalda, a lo cual chilla como el maldito cerdo traicionero que es—. A-aun

si no deseas orinarte en los pantalones y te

a, le hago una seña a uno de mis hom

menazadoramente cuando mi hombre

t-todas formas moriré

e salpica mi rostro, cuando veo que no se mueve, tomo mi arma y le doy el tir

ndo veo que solo queda uno, me acerco hasta él y le pido a mis hombres que me traigan la pistola eléctrica, ante lo cual el infeliz que se encuentra a mis pies

s bastardos? —inquiero al tiempo que señaló con

en el cuello, cuando ésta entra en contacto con su piel, su grito es tan desgarrador que por poco se de

no en un siseo, al tiempo que enciendo mi arma lista para darle

lo observo con la ceja arqueada en espera de que continúe hablando, pero dado que guarda silencio, pongo la pistola en su cuello y cuando estoy por darle otr

uiero con la respi

abía salido de la mansión y aprovechando su ausencia, entra

sparó en la cabeza, terminando así con su miserable vida—. Ya escucharon, debemos volver cuanto antes, quiero que manden refuerzos a la mansi

niños? —pregunta uno de mis hombres antes d

de esos infelices ya sabes cómo desaparecerlos, limpien todo el lugar que no quede rastro de su existencia, muy pronto el nu

sión, un terrible presentimiento me inunda al pensar que en este momento Ana se h

as llamadas nadie me responde, por lo que mi instinto

observo todo y pareciera como si el mismo ejército hubiese venido a atacarnos, varios de

egunto a los hombres que se enc

jefe, es

ita vez! —le ordeno apre

dó, comenzamos a buscarla, pero no dimos con ella, creemos q

ísimos imbéciles, les dije que pagarían con su vida si algo le sucedía —grito sacando mi arma, pe

alos,

uando no sabemos que le sucedi

la ll

eres deci

r el jardín que conecta con el bos

a idea de que Ana ande por ahí sin protección—. ¿Te das cuenta de lo

o pensé que mi niña necesitaba estar sola al men

o más fuerte me tranquilizo

estuviese cuando todo sucedió, tal vez de

a donde podr

pésimos recuerdos, pero que aun así

gresar ahí, si al

o, voy por ella, t

aje en el que me la paso golpeando mi pierna con mi puño, por fin llegamos cerca de donde se encuentra la Cu

a! —le orde

se a la fuga —comenta uno de mis hombr

, pero quiero que los atrapen vi

naciones hace un instante, abro la puerta y bajo corriendo al ver

a de su pierna, le presto mi atención al hombre que la salvó y antes de marcharnos para sorpresa mía y de ese tipo, v

de esa forma por salvarte —menciono una v

ría algo como lo que él hizo. Que

—inquiero sin sabe

ños y justo en ese mismo callejón —comenta con la mirada perdi

a —le informo en un int

s —responde encogi

ue tiene razón, que solo fue algo superf

ormo al chofer cuando me percato de q

si prestándome atención y sali

rovecho para tratar de deshacerse de ti, mando a sus esbirros a nuestra casa en S

Viktor eso ya

mbiar de residencia, si el infeliz de Viktor le dijo a alguien más tu ubic

s salgan de nuestro antiguo hogar y se trasladen a la de Moscú, en cuanto a mis mujeres del servicio quiero que las mand

ones a todos sin que Jereni se entere, a esa perra la

Fi

Jereni? —inquiere

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