img Destinos Entrelazados: El Alfa y la Omega  /  Capítulo 3 El reencuentro con el tío Martín | 3.37%
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Historia

Capítulo 3 El reencuentro con el tío Martín

Palabras:2132    |    Actualizado en: 13/10/2022

r lo que yo sabía que sus palabras venían cargadas de dudas y saturadas

años que teníamos ya distanciados ante todo sabía que en Lombardi sus palabras aca

ocieron es un poco parecida a una película de acción, se me hace incluso imp

re la niebla y la escasa luz que la maña proveía, cuando a lo lejos mientras se desplazaban por el bosque ll

n sido infringidas en su cuerpo eran preocupantes, pero a pesar de ello aquel chico sobrevivió pese a su pés

ier, uno de los últimos casos en los cuales tanto lobos como humanos terminaban sumergido

conoció ya de por si los abuelos eran algo mayores por lo que no evito aun hoy el preg

unos quizás treinta años así que escuchar de aquel aquellas palabras provenientes de su

beza — ¿Cómo o porque esto puede afectar mi fut

o mismo al estar rodeada por tantas cuestionantes se me hacía difícil el creer que t

tú sabes algo, pero no sé qué es lo que te detien

án a fin de cuentas poder expresar que es lo que guardo, pues m

resentimiento, pero, aunque quisiera averiguar algo más al respecto sabía que por m

as de los momentos con los cuales tanto aquel, la tía Susan su esposa y los abuelos l

ue tengo para decir es q

ce ense

nte eres una empleada más

la explosión de alegría que tomo mi ser y guiada por este mismo sentimiento no dude tampoco en ac

te lo necesitaba, de verda

que ya era poco lo que aun sobrevivía de mis ahorros ya que una buena parte la tuve que invertir en el

carretera que las une, pues Belcier a diferencia de otras localidades no posee aeropuerto algun

han hecho caer significativamente mi economía más de lo que llegué en algún momento a pensar, por lo que recibir

ual finalmente tanto el tío como yo debíamos despedirn

punto hora en la que aun el restaurante no se encuentra recibiendo comensales, para que puedan ent

temprano aqu

que de severidad puesto que conocía a la perfección su carácter junto a sus manías y sabiendo que lo que menos tolera aquel es

por completo la comisura de mis labios t

inta de la tarde y ya había empez

o problema y por lo mismo guiada por tal sentimiento decidí que en vez de tomar un taxi hasta Vinchenzo c

conocimiento cosa que le agradezco, así pues, empecé mi travesía que calculando la dista

al que da la vuelta en toda la redonda a aquella ciudad y empecé a dis

podría llegar a compararla inc

osques, casas de apariencias inusuales rodeadas en su máxima expresión por un sentimiento oscuro y tétrico donde abu

te opuestos, claro sin quitarle belleza ni a una ni a la otra fue gracias a esto que me llevo a ded

onces ¿Dónde

en la vida, la cual a ciencia cierta se repetía una y otra vez tras darme cuenta de que duran

que era imposible pues para ser tan enorme, a más de uno hacia rato debía

trada hasta el punto tal que inclusive el tiempo parecía haber transcurrió rápidame

simplemente no había peligro, aunque era consciente de que Lina me había advertido de que no debía de atravesar sola aquel pasillo entre

so y si le atravieso en poco menos de ci

atiéndome entre una u otra opción buscando de igual manera convencerme de que la verdad nada

que hoy te de

me arrepintiera de tal decisión pues la propia vi

é en gran medida con mi poco de desconfianza que le recorrer

asillo un sentimiento de ante todo tensión se adueñó de mi ser, por un momento me detuve en seco tomada por el mi

inta roja se encontraban perfectamen

o uno cualquiera, sino el nombre de una de las ma

a que, aunque para los demás que lo observasen podía pasar como cual echo desaper

yos llego

me recorría pues en más de una ocasión había realizado cual travesía a t

pues temía que alguien pudiera haberme visto eh intentase hacerme daño, por lo mismo temía eh

usto que me hacía era salir pues no me iba a quedar a esperar a que algún acontecimiento tomara vida, as

arajos me

que era completamente incierto para mí y a lo que no le veía significado ya que tal manada suele encontrase en lo más re

toda prisa buscando alejarme de todo aquello; tanto era mi in

corvé casi de inmediato tras colocar mis manos a nivel de

s respiré profundamente mientras los ojos de aquellos transeúnte

tiempo de razonar a un menos de cerciorarme antes de finalmente atravesar aque

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Contenido

Capítulo 1 Prefacio Capítulo 2 Bienvenida a Belcier Capítulo 3 El reencuentro con el tío Martín Capítulo 4 Dominieck Bastrii Capítulo 5 ¿Quién eres Capítulo 6 El peso de nuestras dudas
Capítulo 7 Lobo al asecho (El sonido de la muerte) - I
Capítulo 8 Lobo al asecho (El sonido de la muerte) - II
Capítulo 9 ¿Quién es ese tal Bastri
Capítulo 10 El desconcierto de Dominieck
Capítulo 11 La curiosidad de Dominieck
Capítulo 12 ¿Qué quieres de mi - I
Capítulo 13 ¿Qué quieres de mi - II
Capítulo 14 ¿Qué quieres de mi  - III
Capítulo 15 Esta bien perdonar
Capítulo 16 Me niego a alejarme de tí
Capítulo 17 Ubicación el mirador (Dominieck habla de lo sucedido a Emma)
Capítulo 18 No puedo más que callar, ante las verdades no dichas
Capítulo 19 Un nuevo lugar para conocer...
Capítulo 20 Tío Martín simbolo de la obstentocidad y el caos culinario
Capítulo 21 Silea alma noble
Capítulo 22 Tu tan enorme y yo probablemente tan pequeña
Capítulo 23 ¿Por qué estás aquí  
Capítulo 24 El inicio de la lujuria (Emma empieza a sentir atracción por Dominieck)
Capítulo 25 Intento alejarme pero la vida se empeña en acercarme a ti
Capítulo 26 Las preguntas de Dominieck
Capítulo 27 Incógnitas
Capítulo 28 Ultimos preparativos (La antesala a la gran celebración)
Capítulo 29 Tú, mi fiel tormento
Capítulo 30 Tu me atacas, yo respondo
Capítulo 31 Bienvenida seas tia Susan
Capítulo 32 Dominieck y Susan amigos o enemigos
Capítulo 33 Las memorias de Martin
Capítulo 34 El aviso de Monoe
Capítulo 35 Dos se convirtieron en cuatro
Capítulo 36 Mi diversión consta en provocarte Emma
Capítulo 37 Las horribles pesadillas de Emma
Capítulo 38 Y no puedo evitar, sentirme ser domado por ti
Capítulo 39 La reaparición de Silea malas noticias acarrea
Capítulo 40 Huir no siempre es de cobardes
Capítulo 41 Secreto bajo tierra
Capítulo 42 Camino echo de recuerdos
Capítulo 43 Baúl de recuerdos
Capítulo 44 El camino a elegir
Capítulo 45 El bosque te observa
Capítulo 46 No te sueltes, no se lo que pueda pasar...
Capítulo 47 No me sueltes...
Capítulo 48 El secreto de la cabaña
Capítulo 49 Lyall ¿Qué haces aquí
Capítulo 50 El dolor de la aceptación
Capítulo 51 Los esporádicos recuerdos de Dominieck 
Capítulo 52 La docilidad de Dominieck
Capítulo 53 Trampa o verdad
Capítulo 54 Amor u odio (Emma no sabe cómo lidiar con sus emociones)
Capítulo 55 Amor naciente
Capítulo 56 Lobo de nube I
Capítulo 57 Lobo de nube II
Capítulo 58 La despedida de la cabaña - I
Capítulo 59 La despedida de la cabaña - II
Capítulo 60 La despedida de la cabaña - III
Capítulo 61 La despedida de la cabaña - IV
Capítulo 62 La despedida de la cabaña - V 
Capítulo 63 La despedida de la cabaña - VI
Capítulo 64 La despedida de la cabaña - VII
Capítulo 65 La despedida de la cabaña - VIII
Capítulo 66 Lo no contado (La despedida de Silea)
Capítulo 67 Belcier tan amada e incierta (El inició del romance)
Capítulo 68 Destino rumbo a la primera cita
Capítulo 69 Del odio nace el amor y del amor nace el deseo
Capítulo 70 El inicio del descontrol
Capítulo 71 Dos partes de un mismo ser
Capítulo 72 La incertidumbre de Dominieck
Capítulo 73 Los juegos de Kreiger
Capítulo 74 La confirmación de Susan
Capítulo 75 La vuelta a la realidad
Capítulo 76 Comprensión y aceptación
Capítulo 77 La petición de Dominieck
Capítulo 78 Nuevos cambios
Capítulo 79 La presencia del mal
Capítulo 80 Un invitado inesperado
Capítulo 81 Nuevos problemas
Capítulo 82 La captura de Emma
Capítulo 83 La gruta
Capítulo 84 El inicio del fin (Confesiones)
Capítulo 85 Namesh revela la verdad
Capítulo 86 El caos
Capítulo 87 La última pelea
Capítulo 88 Emma y Izra
Capítulo 89 La reconciliación (Extracto)
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