img Apresada. Hasta que la muerte por fin me libere  /  Capítulo 5 CAPITULO 5 | 12.50%
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Historia

Capítulo 5 CAPITULO 5

Palabras:1928    |    Actualizado en: 16/10/2022

oviembr

repa hasta lo alto de un árbol; la que saltaba desde lo alto del columpio; la que alzaba la mano en clases, siem

o, y no como producto de mi madurez y pérdida de niñez, sino c

nza repercutió en mi autoestima y mi autoestima arruinó mi confianza. Y cuando ya no tuve con

mi postgrado, tampoco me importó cambiarme de ese trabajo mediocre, donde juré que solo estaría uno

gordita”, y por eso tenía ya 15 kilos de más. “Ese trabajo está bien, porque no ocupa mucho tiempo nuestro” me decía; y así pasaron los 3 añ

*

ero

nic había empezado la frase gritando, y terminó con una voz de súplica; una

amo. — Le dije mientras tomaba su rostro entre mis manos. —

en mucho tiempo. — Insistió. — Pensé que cuando terminaras ese diplomado, por fin podríamos irnos de vacaciones como hemos soñado, ¿y ahora quieres un post

labras exactas. Y la verdad es que tenía razón, no teníamos tiempo para nosotros. Ir a un cine, era algo logísticamente

e el profesor Ponce dice que esa especialidad sería ideal para mí, y las clases comenzaran

lo que sentarme a hablar con él por horas sobre los impuestos y tributos era una de mis actividades favoritas, incluso si esas discusiones se habían reducido a nada elegantes conversaciones por correo. Él siempr

esarias. — Ese profesor lo que quiere es meterse en tus pantalones, no en tus libros. Si de verdad te qu

él y me envuelv

ca—. “Siento que estamos separándonos. Sabes lo importante que es la comunicación en la relación

idea de perderlo. Pero estando acurrucada en sus brazos, mientras me da p

epósitos y evitar hacer retiros. Mientras más depósitos, la relación se fortalece; mi

ara que sigas amándome, pero debes dejarme. No puedo enamorarte de m

porque quitaba demasiadas horas nuestras. Solo teníamos 8 meses juntos, pero él ya est

Insistía. — Solo eso,

é concediendo. Él val

eliz y cuando él es feliz, yo lo estoy. No quiero perderlo, no sé qué haría sin él. El solo

rostro serio—. Me inscrib

. Nunca nos fuimo

oviembr

si la soledad no me aterrara, no me hubiese quedado con Dominic después de ese primer golpe. Pero estaba tan asus

ejor amiga; sin miedo podría escalar el gran árbol de la vida, y vivirlo. Si he de tener alguna meta en la

enta que la lucha que debes hacer ahora es más difícil que nunca, y no tienes ánimos ni fuerza para lucharla y ganar. Entonces aparece una botella en una mes

o quizás cuando lo hice, es la única que queda a mi lado; está a mi lado a pesar d

te y lloré en silencio. Una sola pregunta amenazab

rosadas y sus bordes no estaban uniformes, porque faltaban pedazos del friso. Sin embargo, seguía siendo imponente. No sabía si funcionaba, pero sirviese o no, tenía mis respetos, por seguir de pie ante ese mar

para lanzarme, pero tampoco lo estaba para levantarme. Mi hambre solo seguiría

na gordita, siempre tengo galletas y golosinas en mi cartera, escondidas en su bolsillo interno, para evitar el bochorno de que salieran volando y tal como

gustativas, y no pude evitar recordar a mis abuelos. “No hay postre malo con chocolate, ni comida mala con tocineta” solían decirme; ella era especi

perico como de mil años falleció, mi abuelo se convenció de que mi abuela lo vendría a buscar, así que todos los días se ponía sus mejores ropas, se arreglaba, se perfumaba y se despedía d

anoche? Quizás ya no estarían orgullosos de su nieta. Y si por

encias solían robarme muchas sonrisas a pesar de tantos años

un murmuro sin poder refrenar el

. Lo pensé

Repetí está vez p

guridad el sí me mataría, así que quizás no eran tan mala idea que hubiese tenido la

me sentí peor persona, si es q

aberlo mat

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