an de las demás habitaciones, eran sonidos de mujeres que trabajaban en las

r a este hotel había sido una mala decisión, aunque sien

e la una de la mañana que logró conciliar el sueño, siendo

o por su actuar del día anterior, fingiendo ser un hombre recto cuando sabía q

ormente iré a trabajar, t

tenía que hacerse responsable de la empresa familiar y todo el patrimonio Casso, no dejarí

, será pasado mañana y ambos tienen que estar presentes, h

e, para él, era una hipocresía de su parte que le hablara as

mos lue

de su casa sin asuntarle

que le dijimos que debía casar

antó sus hombros en

u agrado, eso es to

, subió a la habitación y se adentró en ella, colocó las p

ndro se tumbó en ella y se quedó d

nes, se despertó y al ver a Sandro dormido

se dijo a sí misma sin dar

fue por un baño q

ella cuando regreso ya lis

creo que ya puedes regresar a casa, se ha dado fecha para la pr

a tan canalla con ella, ¿cuánta cos

s opción que hacerlo, no sería bien visto qu

su padre cuando le viese llegar, ¿actuaría igual o simplemen

e hará el siguiente fin de semana, son pocos días

lla sin ganas y con

levantó de la cama, tomó las llaves de su

asa, por la noche iré a tu casa con el c

tación dejando su desayuno intacto, donde Elli

r esto" —se dijo así misma, y quie

spero, tenían una reunión de suma importa

recto a buzón: —Ay Sandro, maldición, responde

, no tienes por qué

Sandro tomó asiendo

piense alguna estupidez, no, no pasó nada, simplement

pero qué podría decir cuando tuvo

una reunión y no podemos

alleros, esperaban con ansias conocer a Sandro, ambas tenían un

—saludaron am

n hacia Sandro, con una sonrisa píca

chica de pelo castañ

muy diferente a Julia, ojos ver

ra luego dejarlas solas allí de pi

mismo, mientras las miraba con un poco de despreci

l rogar hijo —s

aquellas mujeres que no hallaban que pose tomar para excitar a Sandro y s

lo —esas palabras eran más qu

o me hacen sentir alguna sensación —eso era verdad —solo provocan l

uando entró sin haber objeción de parte de su padre

día llamarse, era codiciosa, avara y sobre todo, le grit

ó Ellie al verse rodeada por una Elizabet

tada por su padre o por su hermana, a excepción de las encargadas de li

reguntó su padre, después

mañana —respon

¿Y S

e, ¿era Sandro más importante que ella? ¿era

que te preocupa —le gritó —nada se a

ó la servilleta en la mism

marchó a su habitación donde recordaba la vida miserable que llevó su esposa a su lado, por habers

u esposa, pero ella lo detestaba con todas sus fuerzas, concibieron dos hermosas hijas, sin embar

días me voy a casar y no quiero más problemas —eran las palabras contundente de Ellie a un Josías

n convincente sus disculpas que Ellie no dudó un segundo e

larnos, sabes bien que mi futuro ya está decidido, por f

esto por la actitud de Ellie, a él nadie se atrevía a desafiarlo de esa manera, su mirada estaba en Elli