, creyendo que era un
e pedirme? ¿Es
había escuchado—. ¿Fingir? ¿Quién se
s pasos que nos separaban. Tragué fue
intensa y esa aura de arrogancia pura que emanaba—. Pensé que
—aclaré r
encogió de hombros—.
puesto y eso
acostarme con un desconocido y no, quer
difícil s
r mi hija, podría re
cemos para nada? —inquirí, demasiado confundida—.
un poco y será la mejor novia que alguien
ridad er
me señalé al
iró su reloj y frunció el ceño—. Tengo un compro
afiante—. Pues cancele su compromiso, antes de aceptar necesito saber la razón de todo
eléfono y empezó a escribir algunas cosas, cuando terminó su mirada de nuevo estuvo sobre mi—. El porqué de todo no le
ofuscada—. ¿Acaso está usted loco?
dinero suficiente para una casa, el pago comple
dido—. Pensé que estaría bien, p
rar—. Al contrario, es mucho dinero…no
ipado…incluso su nuevo guardarropa y todo lo que pueda necesitar —lo miraba sin dar crédito a lo que decía—. El fin de semana tendremos una cena
l mueble y ac
ba bien haciendo
da. Me levanté y su mirada de nuevo estu
ó algo exasperado—. Mañana nos reuniremos y hablaremos sobre ello,
rogante y
espuesta y había tom
sona era? no me e
cosa por Emi, si estaba dispuesta a convertirme en una prostitu**, podría f
al podría
hoy seré su chofer y estaré a cargo de transportarla a cualquier
creo —dij
n la mañana tendría que recoger a Emilia, se sorprendería mu
tarle sobre lo que haría. T