idea, y ahora, no quería creerlo. Temí que al mirar sus ojos nuevamente pudiera romperme,

de mi garganta, desorientá

parme, quería llorar y abrazarlos, quería que me protegieran. Y a su vez

ortadamente an

el gran moretón morado y marrón que comenzaba a aparecer en mi pierna. Tomé una gran bocanada de aire antes de introdu

y Harry, ahora con una camiseta negra puesta me dejó entrar, borré completamente t

para hacerme volver, quizás era el alcohol, el dolor, la inestabilidad o la an

, luego de todo, pero se dio cuenta de lo que había en mis ojos y sus expresiones cambiaron completamente. —¿Estás bien? ¿Qué sucede? Jessica

laron de tal manera que temí caer. Con

e. —Murmuré evadiendo l

l lo decía en serio. Limpió con sus pulgares mis lágrimas. Su cuidado fue una

mir. —Susurré, tragándome todo lo que estaba aguantando dentro mío. No esperé su aprobación ni negación, él me dejó ir, pero me siguió en sile

intiendo su perfume despertarme y orientarme un poquito más, y a su vez suavizar todo mi alrededor. Comenzó a subir y en consecuencia cerré mis ojos, pero luego los abrí, deseando mirarlo, que no se me perdiera de vista. Mir

osa, pero luego negó, com

sus ojos mientras negaba, dándome entender qu

puerta por mí, en completo silen

e o sino caería en cualquier instante, aun así, el impac

a, por supuesto no lo recuerdo, estuve en un hospital antes de que supieran qué rayos me pasaba. Y desde siempre comencé a controlarlos, los cambios de tempera

ar profundo, p

o no me su

, y desesperante, pero no me alteré, porque sentía tanto dolor que no querí

n puño con mis manos. Miré el suel

ue no lo estaba. De pronto me lo encontré frente a mí, dejándome el pequeño inhalador e

sintió como si abriera mi pecho enseguida. Y entonces exhalé y respiré.

tó suavemente. Lo miré. —Olvídate que s

orque tampoco podía aceptarlo en mi mente y en consecuencia for

una llamada de mi amiga, y al

jo con calma. —Si no puedo ayu

nuevamente. No quería mostrarlo pero el dolor que sentía se me esca

ez sí contesté, porque no podría evadirla solo porque ella me lo hab

or de dios! ¿Dónde

y en casa. —

stás bien? —Habló con angustia

é estarlo porque sino ellos tampoco me creerían. Intenté que el oírla no me quebrara por dentro, y

cedió, recargándose en el es

Pero mi voz no saldría si n

sintiendo el dolor latiendo en mi piel, cortándome. Respiré profundo, desbordada. M

hí en cinc

to descansar. Mañana podremos hablar, lo juro.

Por dios, Jessi. ¿Fue William cierto? ¡Dime que te hiz

r. Miré mis piernas. Ella siempre l

a d

s que est

i. —Log

asaré cua

eraré.

o aún la persona frente

manos y las tomó. Su mirada las recorrió y luego buscó mis ojos. Miré nuestras manos, notando el pequeño gesto dulce

allí, impidió que me pusiera de pie y permaneció frente a mi, sostenien

ada segura y fuerte, pero apaciguada en mi, con el silencio de la habitación m

ora el dorso de mis manos, procurando saber si estaban

sado antes. —Forcé una sonrisa y con

ego te limpio la h

cientes problemas, doctor Pi

e fruncido. Lo miré un instante, por primera vez solo quise que no me regañara y me abrazara

, afectada. Harry al oírme y observarme suavizó sus expr

ve. —Me

de pie, pero cuando lo intenté todo dolió t

detuve a mitad del camino, llorando en silenci

o de unos segundos oí el agua caer. Regresó a

l baño y eso me calmó. Miré a

o llamó mi atención, al verm

tre lagrimas con un corazón estrujado que parecía querer

ayudó a adentrarm

una gran inhalación bajo el agua. Au

con eso cerré mis ojos, respirando profund

ía esto, dolía demasiado, y comenzaba a confundir si las naucias eran por el

ner privacidad, pero que había dejado la puerta minúsculamente abierta pa

uego de un gran tiempo,

golpeada sil

pasar Bl

zón roto y mi falt

icamente se me ve

, el arrepentimiento, pero me sentía tan destrozada que ni siquiera tenía fuerzas de mirarlo con f

ire y guardara silencio. Pierce me miró en silencio también, noté que encontró vulnerabilidad en mi y aquello tam

. Lo miré y él también lo hizo. —

rició mi mejilla con dulzura. Inspiré profundo para no llorar. —Esto pasará y no volverás a verme as

cunstancias. —Me dio una mirada y a mi en el agua. De lo más profundo de mi ser brotó una risa

so de

as ayuda?

erce, g

itó con alivio,

da salgo.

dió antes de salir