enos afectarme, ¡Pero maldita sea!

itu

e frambuesa y limón—dice Nico

hocolate y avellana—Carlo habla sentado en

da. Pero ahora, después del almu

spera que una clienta salga del probador—Pero me podría comer uno

r

más, qué aburrida. Vainilla, yo concuerdo con Nicole. Un Cu

—Carlo se pone de pie—Voy por e

ue sucede con la boutique. No debía hacer más larga la espera de e

las chicas que cierren. Diez minutos después, Carlo aparece con una caj

la caja en el mostrador y miro a

algo—Anuncio, sentánd

es para desalojar, también les cuento que había una posibilidad de salvar la tienda. Les cuent

sabes que no tenía familia hasta que los encontré a ustedes—asiento. Nicole se había criado en un orfanato y había sal

N

go dinero—se

ic y yo Podríamos esperar un

tán casados van a tener un hogar propio—me pongo de pie—No aceptaré su dinero. De ninguno—Miro a cada uno

n—Nicole, dice secándose las lágr

abrazo. Entre Nicole y yo siempre había existido una

llegaba a los veintidós años, era muy tímida e introvertida

a solu

ptar lo que Salvatore te pr

se quede con algo que m

de mi abrazo y

s él, ¿Verdad? —no era una pre

aparte de mi familia. La razón

nas veces al trabajo y quería que no se preocuparan. Pía se quedará a cargo en mis días de ausencia y me pueden localizar al móvil

e, todos se van deján

jo una pulsera, de oro rosa en el aparador, me fijo en un coche negro donde se ve claramente a un hombre mirando con

el frente como

está la puerta de descarga, así que salgo y verifico que no hay más nadie siguiéndome

vislumbrar que mira hacia la tienda con unos binoculares.

a hacia atrás sorprendido. Puedo ver que, c

esperaba. Pienso c

rápidamente su

iar con él—anuncio dándole una mirada de so

a—dice ent

res eso—finalizo, me doy media vuelta, pero escucho cuan

mi camino como si no hubiera escucha

★★

Vestida con mis pantalones de yoga negros y una camiseta estilo

ir la puerta, frente a mí está Lucas con gesto totalmente serio. Junto a él,

te olvidaron los mo

de invitarte? —reto, e

lado sin más, seguido de Adriano y el cabrón. Antes de que se dé cuenta,

aldice. El hombre está en el piso mient

me había enseñado que puntos golpear

angre y me mira con rabia—Limpia eso. Mi casa no es vertedero—me enderezo y me

, caminando hasta la cocina y sacando tres cervezas. Camino de regreso y le

bolsa de hielo, papel de cocin

reserva y comienza

bes una disculpa a Gianna

a antes—Ya me siento mejor—le tiendo la tercera

ice Adriano, enojado. Me conocía muy

a verme, estoy en mi casa y hago

pero sus labios se levanta

me dijo qu

sienta en el sofá a mi lado izquierdo—acepto con la con

eando sus labios—dos meses y cuando Cl

cabreada—Tercero. Que me garantiza a mí que después de que Claus te venda, me vas a devolver mi tienda—me leva

ocho años que deje de confiar en ti —Golpe bajo—

ompra venta, tú me des los pagarés originales y anules la deuda—me