eri
diota!—Isabel
el camino hacia mi casa he cons
ya me está d
nalgada lo cual solamente a
jo d
a bajará de mi hombro ella
que la salvaje me golpeó c
en lugar de con Isabel. Esta mocosa está comple
n para arrojarla a la cama. La deposité entre mis sábanas sin
¡Maldito enfermo!
el! ¡No tienes una ide
ngo miedo,
te mis amenazas, pero Isabel me desafía y
rado a este tipo
ito es solamente una probad
y tome aquel elemento brillante cuando Isabe
intentando reprimir su terr
ligaste a
osicioné arriba de ella. Sostuve sus brazos arri
que cuando me libere
porque me hacen gr
personalidad. Me la imaginé como una
estaba dentro de mis planes, pero eso
arla y hacerle pagar todo el daño
uy sucia para ser un
mis manos hacía sus mejillas acomoda
o, largo y color dorado, la hac
miel son muy bell
e su cuerpo y su piel, la sangre que corre por s
así, maldito psicó
hace mucho tiempo ser
ue de terminar de desgarrarla y arrojarla al su
imas. Es demasiado fuerte para permitirs
abusar de ella es un límite que jamás cruzar
uello percatandome de que
día besarla, pero no soy Idiota y soy consciente
eje mordidas en su cuel
se lo merece. Llevando la sangre que corre
n su ombligo lamiendo aquella zona mientras bajo su jean de su
me patadas, pero n
s lágrimas resbalan sobre sus mejillas y en ese
cosas chillonas como tú. Prefiero a las
dinero estás perdiendo el tiempo porq
ame muy bien, Isabel, a partir de hoy me obedecerás en todo lo qu
revas a t
iecisiete años? sería una p
da, creo que se ha percatado de q
pagarás las consecuencias, te quedarás cuarenta y ocho horas aquí sin probar alimento ni bebida. Aprenderás
ño!.—Me pregunta mi nana cua
—Simplemente mi esposa está algo paranoica. No quiero
estas haciendo. El
e pagar.—Le hago saber —Si no quieres ser p
olo mi amor. Eres c
í desde aquel horrible día en el cual m
muy buena, pero no quiero
za —Te adoro, pero no
esarán, por lo pronto, yo los atenderé a ti y
eposite un beso en su me
e percaté de que dos de mis hombres de se
tos tipos me detuvieron?
mías —Le resp
a incrédulo en un tono tan b
rás a Londres. Allí deb
udarlo a encontrar a Isabel a
ense que me verá la cara. Lo conozco desde que es
urante tanto tiempo
ya no es
.—susurra pa
iendo fuerza —La virginidad de Isabel era algo que me correspond
abel fue mía, mi mujer, ya no es virgen y no le sirve para su venganza.
sa de tu jefe. No tengo que recordarte todo lo que me debes—Él niega con la cabeza y yo prosigo—Si siquiera la miras no me importara