img Una Sumisa Para El CEO  /  Capítulo 9 Mi casa | 21.95%
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Historia

Capítulo 9 Mi casa

Palabras:1997    |    Actualizado en: 10/01/2023

o del mismo, ella rió animada corriendo hasta la ca

amor, pero ya terminé. - dijo, él abraz

sa. - Un médico vino ayer conmigo, dijo que tengo que hacer una operación

eso, tienes que pensar

uficiente dinero - Mel l

e segura por primera vez cuando le dijiste eso

- La abrazaste, ell

la doctora miró a Mel con una sonrisa desconfiada, pero

a la operación - habló

ás y no sabríamos qué pasaría - dijo un

seguir lo suficiente para la cuenta del hospital t

s, antes de que aparecieras con el dinero de la operación - la sonrisa de

te y se volvió hacia su hermano, él jugaba con un títere. Mel vo

ensar en una única posibilidad de habe

reto que él adoró. No iba a decir que me hubiera gustado su belleza, porque aunque fuera verdad no lo admitiría, y otra cosa, saber que ella le faltaba el respeto, y que se había negado a acostarse con él, la había dejado en el tope de

nía una vista muy hermosa. A través de los árboles y casas hermosas que podía sentarse y disfrutar. Pero él no podía ver nada más que el cuerpo de Mel, era pequeña, flaca, pero aquella flaca, ¿qué todo hombre debe

traía a una mujer con ella. - Bueno, no fue difícil, pero como siempre, trajo otr

Mirella miró a la mujer que se puso seria. - Si no te importa, ¿puedes salir de mi cuarto? ¿De mi casa, d

el amor de Dios

antó de nuevo, yendo hasta el bar que tenía al lado y llenó

bolso dondequiera, Levi tomó un trago del whisky y miró hacia el techo. Se había acostado con las dos a la vez, pero

irella rió y levantó las manos al cielo. - Y como estoy de buen humor, te doy los días de vacaciones que pedist

e la mesilla de noche. Se vistió y salió de la habitación. Gritó "ya va", pero la persona ni oyó, ya que con

sin ser invitado. Mel siguió mirándote

tá aquí - dijo, parando delante de él, c

a los dos - Él dijo,

oreja - Sé que ya me diste suficiente, y estoy en de

ello. - No dormí anoche pensando en ti. - Él te acercó. Mel no reaccionó. - He pensado en muchas cosas, y vas a hacer todo lo que yo quiera, pero de una m

hacer? - preguntó mi

, pero aún así te quedaste sosteniendo sus manos. - Creo que tu cara es hermosa, y

ga? - Se rió de lado, gi

e sentó en el sofá, y la miró con excitación, un deseo que brillaba en los ojos abierto

ba bonita? No, eso definitivamente no. Ella no tenía mucho que hacer más que obedecer, desató todo y sacó una parte, mirándolo, sintió vergüenza cuando él hizo una mueca, está bien, la ropa interior de ella no era una cosa bonita i

ndó, ella desvió la

- Se paró

pero esa mirada era hermosa, inclus

en sus ojos. Con una sonrisa traviesa, él agarró los bordes de la bata, y descubrió en el lado derecho, su ropa interior apretó más, y luego el derecho, hacien

cias - habló

sa, una sumisa inteligente, que tendré el placer de enseñarte todo - él hablaba tonto mirando su rostro. - Va a ser divertido, v

De repente, él se levantó y la volteó jugando en el sofá, se puso encima atacando su boca. Ella no lo rechazó, intentó seguir el ritmo que él daba, p

4u estaba entumecida. Él tomó su mano y se la llevó hasta su pene sin pudor alguno, ella tembló al tocar aquella e

se puso una chaqueta cara

oy. - habló como si fuera normal que él

- habló ella cuando se cubr

, poniendo las manos en la cintu

café? ¿No

ajo ahora es servirme. ¿Qué vas a hacer allí

l, y se mordió el labio antes de empezar a hablar. - Gracias por haber pagado e

enes nada que agradecer. - ella estuvo de

A dónd

hacia adentro. Siguió cada paso de ella y se rió cuando desapareció. - Puede que tarde, pero cuando te joda

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