lvidar el estrés de la semana y por supuesto, sus deudas. Tendrían para ello, una noche de chicas, así d

dos aceptaba. Las chicas comenzaron a reírse y hacían comentarios sarcástic

e en el ascensor?, estuv

porque viste un ángel —

oco enojada y luego continuó mirando a Hans

ba contigo? —pregun

l —respondió G

ese es e

ie lo int

?, eso lo escuche en la gerencia, la asistente del viejo y la secretaría de Vi

ablarás de un perro —dijo Gwen ha

e lo dejaran acompañarlas. Sin embargo, las chicas sólo jugaban con él y lo hacían reír, mientras cambiaban sus palabras con picardía. Hans se despid

rveza, para ella eran la combinación perfecta. Sin embargo, Gwen sabí

lo menos no para solucionarle la vida. Aunque contemplaba la posibilidad de sacar algún partido de ello. Después de todo, su situación económica era apremiante y un trabajo honesto

e acomodaron en la cama, donde después de comer y tomarse toda la botella

racias por ayudarme hoy. Hubiese sido vergonzoso comenzar en mi trabajo con un ataque de pánico. Respóndeme cuando recibas el mensaje. Me gustaría conocerte y ser tu amigo, si tú lo quiere

a, y mucho menos tan pronto. Así que sin pensar ni siquiera en la hora le respondió: “Hola, no te preocupes, ya sabes

jo Gwen c

disculpa la hora… pero no podí

o podía dormir y ¿cómo estás? —pregu

me impresionó como manejaste

ce lo que es un ataque de pá

maginar que hubiese pasado si no te hubiese

mportancia de la que tiene

, más tarde, si no estás ocupada o si eres libre

¿a qué hora sería

ra sales d

las cinco —respondi

e esperas en la puerta si me retraso por favor, ya conoces a mi

lí estaré —re

es necesario? —pregun

ecesario —respondió Gwen

s tarde. —Se despidió Gabriel y

pondió Gwen que tambi

y en su mano la pantalla de celular brillaba al igual que sus ojos.

licarme que

o me invitó a salir… nada má

insistir a su amiga que no perdiera esa oportunidad, “algo así es difícil que se repita, no lo dejes pasar”, l

dormir. Gwen no podía dejar de pensar en Gabriel y en lo atractivo que le

el ascensor, además de su hermosa figura. Estaba decidido a tenerla, aunque en verdad le agradaba, pero para él era imposible mantener una relación que m

evó nada interesante que ponerse para ir al trabajo y ese día tenía una cita con Gabriel. Así que despertó

siempre le recordaba su amiga. Aunque buscando aquí y allá, logró encontrar algo con lo que se sentía satisfecha. Combinó una falda de cuero negro

ntó Gwen mientras se

ro deberías llevar algo más fácil

imera cita, estás loca —aseguró G

hombre y si te digo la verdad, no creo que él vay

aba arreglándose para sal

ertirme, total, creo que eso es lo que busca y… no

lastimen… aunque no es mi problema… p

or que una mala amiga, ahor

r a Gwen y Kelsie de insinuársele con algún comentario picante. A los pocos minutos

pondencia del día. A Gwen la envió a la gerencia para recibir unos paquetes con prontitud. Fue esperanzada