a Ol

ado Unidos. Jueve

do Hawái y ya me ando arrepintiendo de haber ido a esa fiesta en Valencia, vuelvo a m

o a intentar — No era necesario que me tr

o que hiciste en Valencia, tu padre y yo estamos muy mo

do al punto de parar en la estación de policía — admito derrotada,

Kiyosaki — frunzo el ceño, se estaciona delante de una casa que reconozco un po

ome, tras de él sale una mujer de la e

er morena, no recordaba que mi padre era de aquí. — Ven, Olivia, saluda a los padres de Kai, ¿No te

omándome del rostro — Apenas tenía 10 años cuando dejó de venir, Helena — le dice a mi madre quien sonríe orgullos

piro bajando la tapa cuando de pronto escucho una moto llegar delante del carro alquilado. Me quedo mirando a la persona, se

do de más, cuando estaba por subir las escaleras para entrar a la

ue mi padre una vez intentó enseñarme pero no le prestaba demasiada atenció

é mucho inglés como para defenderme, veo

y luego miro al chico a tres escalones de mí — ¿Te acuerdas de O

e apodo en español significa “Luna”, nunca supe porque d

e, siento mi cara arder y su fragancia a menta con lavanda me inundan por completo, claro qu

nríe para luego deso

en la sala riéndose de algo, noto que mi mamá está haciendo una videollamada con papá, supongo que aquí hay

olvide? Antes lo tenía tan dentro de mi corazón, sí que estaba locamente enamorada de él hast

unta Nalu llamando mi atención, dejo de mi

a y literatura, fue rápida a pesar de que duraba 5 años la carrera — explica mi madre sin dejarme hablar — Y ahora no hace nada, por eso la

ada de un cuarto que reconozco enseguida, corro rápid

mí misma, meto mis maletas y dejo el

recostarse en el lumbral con los brazos cruzados haciendo

…

como castigo. Al menos estoy cerca del mar, es como estar en Valencia, tod

o — dice Kanoa, Kai asiente y se monta en su moto como si yo fuera a

engo todo el día — respiro hondo poniéndome el casco y me subo tras de él, me abrazo a su torso

algo a comprar algo, veo muchos turistas, al parecer es un pueblo muy concurrido por ellos, después de un ra

n hombre, pero solo eso, no es como si me fuera a volver a gustar. Entro a la casa y siento que no hay nadie y claro

e en Hawái iba a ser bien vigilada. Subo a mi cuarto y me acuesto, está atardecie

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ventana y veo a Kai tabalearse, no puedo creer que haya manejado borracho. Abro la puerta del cuarto y bajo al primer p

vivo y claramente lo escucho roncar, lo ignoro y me voy a mi cuarto, no pienso convivir con un borracho, no cuando s

…

stadounidense pero físicamente es hawaiano con ascendencia japonesa, lo sé por su apellido pero por otro lado, me

o me miras?

me mire confundido — Llegaste borracho esta madrugada y en

casa — asiento a su explicación — Como sea, vamos a surfear — se

gra

ar en busca de una ola para mi primera vez, claro que tuve que me