Cielo por tu luz

de enfrente, la de cabellera china castaña y ojos color ámbar; hija de un exi

organizaban los martes entre amigas; desde ahí, fuimos inseparables; p

sentábamos juntos todos los días en el recreo y, al salir de cla

astre en la cocina—, veíamos las mismas películas y hasta nos metieron a un curso de piano juntos; tenía un hermano, Ga

ás porque eran súper sobreprotectores) y ella me preguntó por qué los adultos se besaban como en la película, yo le contesté que no lo sabía, est

preguntó con esa voz t

¿y

Lo int

quie

hacia afuera y nos dimos un pequeño beso, que, aunque duró un escaso cuarto de segundo, fue y siempre será e

mí, en cambio, tenían que arrastrarme para subirme a la rueda de la fortuna. En fin, desde viajar, ver películas o hacer l

su hermano, ella también sentía lo mismo por mí. Un año después, todos mis amigos me presionaban para intentar algo, y, siendo sincero,

unas 200 veces lo que le iba a decir y toda la semana estuve nervioso. Entonces l

conocer mis intenciones y le gritó a Luz que la buscaba. Salió con una blusa rosa fosforescente y unos jeans. Era más alto que ella por poco, m

ser mi novia? —simples palabras para

ial de mi vida hasta ese punto; sin embargo, no nos duró mucho

ajo a mi papá en l

¿Cuándo volverás? —le p

os iremos en

? ¿Por qué no me di

apá me dijo has

te vayas,

, perdóname —me

perar hasta

to llegue y hablare

s los

dos, lo

Amo

e amo

semana, nos saltábamos clases para aprovechar cada día como si fuera el último que nos veríamos. Y, al final, sí fue el último. La acompañamos al aeropuerto, su vuelo salía a las 8 de la noche, mi padre se sentó a leer

los d

te llamaré cuando llegue

último beso y una última promesa, y no nos dimos el lujo de desperdiciarlo. Le besé sus labi

y a es

a amar pa

l teléfono casi un día. Como podrán imaginar, las cosas no salieron como las planeamos, y, de hecho, la supuesta llamada nunca llegó; sus papás

consecuencia de las películas o los libros, queremos pensar que es infinito; no es que a m

ienzo y hubiese llamado. Aprendes, con el tiempo que no se trata de lo que pasará el d

lindo y hasta un tanto romántico prometer un amor infinito, pero simplemente no es posible. Siempre existirán enfermedades, muertes,

e seguro encontró a alguien también; todo un amor y una vida juntos quedó en solo eso, una promesa olvidada. Sin em

as que nos deja la muerte, aún antes de llevarnos con ella. Es la crónica de una sonrisa, un beso, una noche y de la suerte que nos toca. Esta es la

i vida, esta es la historia del romance trágico que nos preparó cruelmente el destino; la de nuestro a