Ginger

RODU

s un gracioso detalle añadido que le

e se van de viaje, dejándola sola, provocando que haga una fiesta

su madre para salir. Además de que ni siquiera sabe manej

nternet porque no puede darse el

sona, porque su vida es deprimente y no puede

sta soy yo.

U

lguien sabe dón

s días de volver de las vacaciones de verano y eso so

taba preparando unos pastelitos de frutos rojos que v

tu cama, puedo jurarlo —contes

abías qu

ono y soltó una risilla. Dejó los pastelitos en el horno y dio un giro repentino para añadir u

a. —Le guiñé el ojo

e mandara a hacer más cosas y escuché un «¡Qué gracios

me puso la pata en la cara— ¿Tú también me vas a rechazar? ¡Ya

o estaba comprendiendo mis dramas

do, en mi habitación tenía cuatro paredes, un t

e lo que pensé. —Sonreí chasqueando con la

m, ¿qu

2

i

a las doce de la madru

2

a Kim le encantaba dor

hacia acá para sacarme de casa y hacer algo div

2

i

bes? Le diré a mam

2

mmy. Eres

2

i

cl

2

parental. Solo me costaba decir: «Voy con Kim» y las puertas de la libertad se abrían para mí. Ese día no fue la

ones, por favor. ¿Por

sa habitación

madre? —pregunté mie

leta y no matemát

í porque sabía a

iós,

cacionar en Galí, un país de Latinoamérica, yo estuve el mismo tiempo en casa

es, me hiciste hablar ayer sobre mi viaje, pero no me contaste nad

o nada interesante—. Estuve yendo y viniendo de mi casa a casa de la abuela. Tú

ían timado, perdí veinte dólares

i son adora

do a manejar—. Bueno leí algunos libros, estoy volviendo a leer True

eguntó cambiando de canción, yo entrecer

¡Deja de juzgarme! Tú s

no he di

m Thompson! Tú no comprendes,

seas tan dedic

mbre dependiendo de mi humor. Cuando me enojaba, pasaba a s

que veas Frens antes de que termine este año. —Kim no r

favorita. Quedaba cerca del centro comercial y no quedaba

solían pasar el tiempo ahí, y ya que estábamos cerca de

pre sonriente (aunque por alguna extraña razón,

g

—preguntó el chico desde la mesa que compartía con sus amigos, apenas ib

as verdaderas vacaciones, Collins. —Le encant

queó negándose y rodé los ojos ca

im decidió invitar, así que

lados de chocolate

el amable chico que llevaba al menos cuatr

os juntos y asintió— Oh, al de Kim agrég

to cuchichean aquí? —pr

a Galí, pero eso me está poniendo nerviosa —hablé vi

al tanto de la pelea que tuviste con Theo en mi ausencia, ah

ú no le contestas, no puede considerarse una pelea —habló Theo rodeando el hombro de mi ami

iduo que desaparez

tura de mi tabique, estab

con unas servilletas en sus manos y caminando hacia sus

veo a un niño rico que es celebrado por todos. Ya quis

ine? Yo he oído q

noce más de los hermanos Collins que lo poco que

es difícil saber quiénes son. Gracias, cariño. —Le sonrió Finn

ver qué película hay en la cartelera de una vez —

e semana en vacaciones viendo una

na duda: Theo y Alai Colli