Un trato con la CEO

udad, vivía en Nueva York, así que empresas era lo que abundaba, pero lastimosamente, para un recién graduado como yo no era tan s

ían amistados con influencia en distintas empresas y lograron conseguir empleo casi de inmediato, pero, por mi parte, no contaba con esa

cada entrevista que iba desde que me gradué me ganaba alguien más experimentado, cosa que me frustraba porque,

ño y, aunque ganaba bien, quería proseguir y trabajar de lo había estudiado y no quedarme estancado solo como trabajador de una pequ

eguro serias un excelente trabajador, los socios de la empresa buscan a alguien con experiencia, lo lamento y espero tengas suerte en otro lado”, eso me deprimió porque es bás

or Johnson al verme, ya que me notaba frustrado como siempre qu

mo — le dije encogiéndome de

no te desanimes y es muy importante que no te des por

or buscar a otra persona — le dije en modo de broma, aunque era muy

me pareciste un chico bastante humilde e inteligente, además que muy aplicado en lo que hace y no me equiv

teresado ya que nunca se lo había preguntado

años en un accide

le dije apenado por

r vencido y pronto tendrás tu recomp

or Johnson confiaba en mí no iba a desaprovecharla, además, estaba muy en deuda con él; desde que comencé a trabajar siempre me motivó y ayudó para que no aba

esde que inicié a trabajar, que allí siempre venían distintos trabajadores de compañías a comprar y podía entablar conversaciones con ellos para ganarme su confianza y así, cuando estuviera

errábamos, tenía desde las doce hasta la una libre pero no la tomé, de hecho, nunca l

señor Jonhson, quien, en ese momento, estaba a mi lado

e mientras atendía a una chica, bastante bonita, con cabello negro y vestida con un e

por la tienda, yo me puedo enc

ya que había durado más de lo ne

jo ella sonriendo —. Escuché al señor qu

le dije tranquilo mientras le e

un chico muy bueno y además buen trab

— le dije pacientemente, ya me habían hecho esa pregunta muchas veces que mi

n decir nada, también lo sabía, era otra cosa que me repetían seguido —. Mira, cuando salgas de acá pasa por mi oficina

a quién es? — le

dijo ella sonriendo

le dije estrechando su m

que seguro te gustara — me dijo sonriendo lu

e caminar horas y horas, ni tener que revisar anuncios, bastante extraño pero lo cierto es que solo

añía pequeña donde me pudieran dar trabajo, cualquiera serviría para tener

preguntó el señor Jonhson apare

siempre que lo hacía me hacía pegar un brinco, estoy llegand

or su oficina que me tenía una propuest

onaria algún día

le pregunté

stas atendiendo a alguna persona que parec

das era cuando estaba frente a hombres y mujeres bien vestidos o con algún porte de persona importante de alguna compañía, nunca me

lgún momento funcionaria — me di

usted, desde que me gradué, quiere

ro si quiero que cumpl

o lo que hace por mí, igual, aun no consigo nada,

a conseguir uno — me dijo seguro y y