iente,
mente, me senté en la cama y
ré desalojando todo rastro de pereza de mi cuerpo y miré por la ventana, la misma ventana que observaba el día e
contenía el libro, pero sentía que el peso me hundía y que cada paso era más y más pesado, hasta que sin darme cuenta estaba de pie frente al hueco de la alambrada por donde se llegaba a la playa. Recordé con triste
a en la palma de la mano. Me sentía tan vacío y tan culpable, solo con el pasar de los años me di cuenta que no fue mi culpa, ni l
laya, y lo lancé con fuerza hacia la espumosa agua, y luego otro puña
oso mar que creaba espuma con olas pequeñas que se desvanecían casi en mis rodillas, y más
dieron en la arena, unos metros más allá habí
irena estaba apenas a un par de metros —¿por qué? —pregunté de nuevo y ella me miró con sus ojos oscuros, luego comenzó a hundirse lentamente —¡No! —grité de nuevo —quedate —la sirena se detuvo como si una fuerza invisible la obligara — Ven aquí —comenzó a nadar le
liqué estirando la mano hacia ella y la sirena miró la palma de una manera tentadora, con los labios entreabiertos y las mejillas rojas, levantó su mano y la estiró hacia arriba lo más que pudo, hasta que nuestro
uante, hasta que me di cuenta de lo que había hecho y corrí tan rápido como pude hac
ve que decir adiós a la piedra que venía patean
lla. La tomé entre mis manos y golpeé la madera caoba, el sonido retumbó. Pas
nto de tocarlo cuando la puerta se abrió de un solo g
la madera
— suspir
tó sin abrir la puerta del todo, ya que
ro y tendiéndoselo. Lo observó con el c
detenidamente, como queriendo grabar a fue
nvitas a pasar? — añadí parándome en la punta de mis pi
si fuera la cosa m
a ceja. —te traje el l
espera — cerró la puerta sin importarle que mi nariz quedara
Había tocado a una sirena, pensé que era la cosa más loca que había hecho en toda mi vida. Pasé la yema de los dedos por las líneas azabaches de una línea "Las
, no me giré, pero escuché el pesado suspiro de Jefferson. Puse el libro rec
es de verdad? — preguntó y
el único que necesitaba un nuevo amigo —sonreí tr
a sin mangas. Solo me encogí de hombros —el café con leche es mi es
osa — bromeé tomando el li
ezas? — ensanchó su
jor
hizo ademán hacia la puer
son había sido una sorpresa enorme, era tan grande que una familia ent
o dando un sorbo
ación entre Walter y tú?
a historia muy larga — se s
él me miró raro —vamos dime —se tomó un tiempo en pensar las palabr
gué con el chocolate y Jefferson gol
fue infiel a su madre con la mía, ya está, ellos me odian porque dicen que mi madre fue q
ntiéndome ofendido, se suponía que era s
oces, si se hubieran enterado de que sabías y lo apoyabas en
ería irse, porque aquí tenía a su
luso quería hacerse el tratamiento aquí, para no ale
á? — pregunté atrevidamen
nos años, aho
silencio hasta que las
ces aquí? — me tragué todas las d
ugar — alzó ambas cejas mirándome a
? — sonrió visiblemente re
que se den cuenta y averiguar si el dueño causó
nte con la cabeza y su d
acompañes, también qu
de pie dejando la tasa sobre el
olo una editorial con el mismo nombre de esa librería "luna escarlata" tam
uera cualquier cosa y yo meneé las ma
si tienen re
resa tanto? Es so
o si hubieran sido historias reales —Jefferson se rascó la barbilla, tardé
dijo saliendo de la habitación. Apuré el último
lguien allí sabe sobre las sire
—dijo secament
iró apretando los labios y luego me dio la espalda — mi padrino me dijo que el gobierno planea algo
o algo en el refrigerador. Me encogí de ho
uiero saber más acerca de ellas, conocer el au
teé y lo encontré mirándome, sus ojos inquietos ahora estaban clavados en los míos, me i
se a nadie más lo haré, con el costo que sea — bajó la mirada po
y es mi úl