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Leer Secreto de mi esposo ciego Novela PDF Completa en línea

Reseñas de libros Manobook.com 2024-03-24 09:00:00 199

Secreto de mi esposo ciego Leer en línea

Embárcate en un intrigante viaje de secretos y pasiones con la novela "Secreto de mi esposo ciego", escrita por Astrid Rose. Camila, una joven oriunda de un pueblo pequeño, se ve comprometida por su tío a contraer matrimonio con un adinerado discapacitado, como parte de un acuerdo para financiar el tratamiento médico de su abuela enferma. A pesar de ser un vínculo construido sobre conveniencias, Camila se embarca en una travesía para derretir el gélido corazón de su esposo, quien guarda en su interior oscuros secretos que amenazan con desvelar un mundo desconocido. ¿Qué revelaciones aguardan tras la fachada de este hombre misterioso? Adéntrate en este relato de amor, misterio y redención donde las verdades ocultas entrelazan destinos en un torbellino de emociones y decisiones cruciales que desafían los límites del corazón humano.

parte 1: la historia de Secreto de mi esposo ciego

parte 2: personajes principales de Secreto de mi esposo ciego

parte 3: el capítulo más popular de Secreto de mi esposo ciego

parte 1: la historia de Secreto de mi esposo ciego

la historia de Secreto de mi esposo ciego

Camila, una pueblerina, es comprometida por su tío con un discapacitado rico a cambio de pagar por el tratamiento de su abuela enferma. A pesar de ser un matrimonio arreglado Camila se esfuerza por conquistar el frio corazón de su esposo. Él cual oculta oscuros secretos...

—Uhm... ¿debería desvestirme y subirme a la cama primero o... ayudarte a desvestirte? —preguntó Camila Santana con cautela, de pie junto a la puerta del baño con el cuerpo envuelto en una toalla.
Era su noche de bodas. El hombre en silla de ruedas, que tenía los ojos vendados con seda negra, sería su marido a partir de ahora. Era la primera vez que lo veía en persona, y era más guapo que en las fotos. Tenía rasgos faciales definidos, nariz afilada y cejas espesas. Su figura alta y esbelta coincidía con la imagen del hombre soñado por Camila. Pero, por desgracia, era ciego y discapacitado.
Algunos acusaron a Dámaso Lombardini de ser gafe, ya que provocó la muerte de sus padres cuando él tenía nueve años y la de su hermana mayor cuando él tenía trece. Además, sus tres prometidas fallecieron una tras otra. Cuando escucho los rumores por primera vez, Camila se sintió intimidada, pero su tío, Eulalio Santana, afirmó que la Familia Lombardini financiaría el tratamiento de su abuela, María Díaz. Por el bien de María, estaba dispuesta a asumir los riesgos.

parte 2: personajes principales de Secreto de mi esposo ciego

personajes principales de Secreto de mi esposo ciego

Camila Santana:

Joven comprometida por su tío con un hombre discapacitado rico para salvar la vida de su abuela. Busca conquistar el corazón de su esposo a pesar de las circunstancias.

personajes principales de Secreto de mi esposo ciego

Dámaso Lombardini:

Hombre ciego, discapacitado y en silla de ruedas, objeto del matrimonio arreglado con Camila. Enfrenta acusaciones y rumores turbios sobre su pasado, vinculados a la muerte de sus padres, hermana mayor y prometidas anteriores.

parte 3: el capítulo más popular de Secreto de mi esposo ciego

Secreto de mi esposo ciego Capítulo 7 Tu mujer es guapísima

Dámaso besó los labios de Camila antes de que ésta pudiera dar una explicación. La agarró con firmeza por los brazos y la encerró con firmeza en su abrazo, besándola sin freno. Además, su presencia severa y dominante la asaltó, haciéndola sentir mareada. Cada vez que la besaba, sentía como si le chupara una parte del alma. Luego, la soltó y se rio taimado.

—Señora Lombardini, ¿eso fue lo ya bastante bueno para usted?

Su corazón latía con rapidez y era incapaz de calmarse. Ella forcejeó y se soltó de su abrazo, sólo para que él volviera a atraparla entre sus brazos. Estaban muy cerca. Apenas había espacio entre ellos. Camila seguía forcejeando, pero Dámaso la sujetaba con firmeza. Siguió así durante algún tiempo hasta que Camila se quedó sin energía. Ella apretó los labios.

—¿Por qué eres tan fuerte…

Antes de casarse, Don Lombardini no dejaba de recordarle a Camila que Dámaso era débil y enfermizo y que debía cuidar bien de él. Por lo tanto, pensó que Dámaso estaba enfermo como su abuela. Sin embargo, miró hacia abajo y vio sus grandes manos agarrando su esbelta cintura.

Siempre se había enorgullecido de su fuerza y su salud, pero no tenía ninguna posibilidad contra el «enfermizo Dámaso». Camila hizo una mueca de disgusto, haciendo que sus mejillas se inflaran de forma adorable. Dámaso sonrió y la colocó en una posición más cómoda. La colocó en su regazo y le dijo:

—No puedo ver, pero por lo demás estoy por completo sano.

Luego, sonrió ladino y acercó los labios a sus oídos. Su voz ronca pero magnética estimuló sus tímpanos.

—También estoy sano ahí abajo. ¿Desea probarlo, Señora Lombardini?

A Camila casi se le sale el corazón del pecho. Su cara se sonrojó y sintió calor mientras sacudía la cabeza profusa.

Secreto de mi esposo ciego Capítulo 8 No se preocupe por eso

La mirada de Tito incomodó a Camila. Respiró hondo y sonrió con amabilidad a Tito antes de empujar a Dámaso en su silla de ruedas hacia la casa. Sin embargo, Tito extendió el brazo y le impidió el paso cuando ella intentó pasar a su lado.

—¿Por qué estás tan ansiosa por entrar? ¿Tienes miedo de hablar conmigo?

Se cruzó de brazos y miró a Dámaso con asco y desprecio. En cambio, su voz era amable, con un deje de preocupación.

—Dámaso, tu mujer sigue evitándome. Creo que tiene un motivo oculto para casarse contigo. —Miró por un breve momento el pecho de Camila con ojos lascivos.

Camila frunció el ceño y por instinto se dio la vuelta. Pero eso sólo hizo que la mirara con más atrevimiento. Sus labios se curvaron en una sonrisa arrogante.

—Dámaso, el abuelo es viejo y podría ser incapaz de ver a través de los trucos de mujeres jóvenes como ella. Yo, en cambio, tengo mucha experiencia. ¿Qué te parece esto? Hablaré con tu mujer en privado y evaluaré su carácter por ti.

Camila apretó con fuerza la silla de ruedas de Dámaso. Aunque era huérfana del campo, su tío y su mujer fueron generosos con ella. Así, creció bien y desarrolló hermosas curvas. Aunque varios alumnos varones le miraban el cuerpo en la escuela, ella no tenía miedo porque Luci la protegía. Sin embargo,

Camila estaba ahora en la Residencia Lombardini, territorio de Tito. Además, Dámaso era ciego y no podía ver cómo la miraba Tito. Tampoco sabría lo que Tito le haría si le permitiera hablar con ella en privado. Camila no podía rechazar a Tito porque no había hecho nada fuera de los límites. Se mordió el labio, rezando para que Dámaso no accediera a la irrazonable petición de Tito.

Dámaso sintió que las manos de Camila temblaban detrás de él. Incluso con la cinta negra sobre los ojos, podía ver la expresión lasciva de Tito iluminada por la farola. Así, frunció los labios y respondió con indiferencia.

Secreto de mi esposo ciego Capítulo 9 Conversación profunda

Gaia se quedó helada. Todo lo que Juana dijo fue que Dámaso la echó debido a Camila. No explicó por qué. ¡Resultó que había humillado a Camila! Gaia frunció los labios. Nunca habría sacado el tema si supiera el motivo.

Ramón sonrió de forma diplomática.

—Dámaso es un hombre digno. Además, Camila es la nuera de la Familia Lombardini. ¿Cómo podemos permitir que un criado la humille?

Gaia no tuvo réplica. Lo único que pudo hacer fue resoplar indignada y guardar silencio. Al mismo tiempo, Don Lombardini cambió de tema de conversación y charló con Camila. De repente, sonó el teléfono de Ramón. Su rostro palideció al ver el número en la pantalla.

—Tengo que atender esta llamada. Seguid sin mí.

El tono de Dámaso era un poco frío.

—Claro, tío Ramón.

Tito entró con displicencia poco después de que Ramón se fuera. Miró a la gente del salón y se sentó frente a Camila, guiñándole un ojo. A Don Lombardini le molestó la actitud coqueta de Tito y le reprendió:

—¡Es tu cuñada!

—Lo sé.

Tito parpadeó sugestivo.

—Me topé con ellos en las puertas. Camila y yo acabamos de tener una conversación «profunda».

Hizo hincapié en la palabra «profunda» lo que hizo que Camila frunciera el ceño. Se dio la vuelta y vio que los criados estaban preparando la cena en la cocina.

Secreto de mi esposo ciego Capítulo 10 ¡No intimides a mi marido!

Las manos de Camila temblaban con ligereza mientras sujetaba la silla de ruedas de Dámaso. Sus palabras le hicieron darse cuenta de algo. Ninguno de los criados se molestó en acudir a ellos desde que entraron en la Residencia Lombardini.

Miró los rasgos cincelados de Dámaso bajo la tenue luz de la luna y sintió lástima por él. Su primo, Tito, le acosó por su discapacidad y abusó de su mujer ante sus propios ojos. Además, sus tíos se burlaban de él y nunca lo trataban con respeto. En cuanto a su abuelo…

Antes, Camila pensaba que el abuelo de Dámaso se preocupaba por él. Si no, ¿por qué le preocuparía que Dámaso se casara? Sin embargo, fue testigo de la frialdad con la que el viejo Lombardini trataba a Dámaso en la Residencia Lombardini. Por lo tanto, creía que a Don Lombardini tampoco le gustaba Dámaso. No pudo evitar sentirse triste al pensar en ello.

«Dámaso perdió a sus familiares más cercanos desde muy joven. Además, sus otros parientes le maltrataban. Debió de ser desgarrador para él…».

Camila alargó por instinto la mano y le tomó con suavidad la mano fría. Su mano tembló con ligereza, haciéndola volver en sí. Retiró la mano con brusquedad, como si estuviera escaldada. Aun así, dijo con firmeza:

—Ahora soy tu familia y siempre estaré contigo.

Dámaso pareció desconcertado durante un segundo. Se volvió hacia Camila y la miró a través de la cinta que cubría sus ojos. Camila pensó que no la había oído bien. Así, repitió con seriedad:

—Aunque... sólo llevamos un día casados, no soy como ellos. Te seré leal. Aunque estés maldito, no tengo miedo. Siempre estaré contigo.

Secreto de mi esposo ciego Capítulo 11 Llegaste sonámbulo

La sonrisa de Dámaso parecía suave y seductora bajo la luz de la luna. Camila apretó los labios y sintió que se le calentaban las mejillas.

—Revísalo…

—Los comprobaré cuando lleguemos a casa. —De repente jadeó.

—Sólo iba de farol en la Residencia Lombardini... Es mucho más fuerte que yo. ¿Cómo puedo ganarle en una pelea? No tengo el poder para hacer que deje de intimidarte. —Camila se miró los pies descalzos—. Pero... puedo llevarte a escapar conmigo. Puedo correr bastante rápido.

Dámaso no pudo evitar reírse al ver su expresión seria.

—¿Planeas escaparte conmigo siempre?

—Sí…

Camila asintió, pero se dio cuenta de algo y sacudió la cabeza.

—No seguiré huyendo. Podré protegerte cuando sea más fuerte.

Dámaso la miró bajo la luz de la luna y sonrió.

—Claro, esperaré a que te hagas más fuerte.

—¡De acuerdo! —Camila apretó los puños. Tenía la cara enrojecida.

Se acarició las mejillas y miró la carretera oscura y vacía.

—Quizá no podamos llegar a casa esta noche.

«Dañé mis zapatos mientras los usaba para golpear a Tito. No puedo ir a casa descalza mientras empujo a Dámaso en su silla de ruedas. Está demasiado lejos».

Dámaso sonrió y dijo:

—Cierra los ojos y cuenta hasta diez. Entonces encontraré la manera.