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Una Mamá Suplente

Una Mamá Suplente

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Contenido

Noah Davis es un hombre exitoso en los negocios, atractivo, pero que debido a su mala experiencia amorosa ha prometido nunca más volver a creer en el amor, sin embargo, está dispuesto a hacer todo por su hijo. Emily Wilson es una mujer joven, tierna e inteligente, pero llena de problemas económicos, luego de rodar por varios lugares sin encontrar un buen empleo para ayudar a sus padres opta por ser niñera. Un contrato de por medio, muchos sentimientos involucrados harán que la vida de Noah y Emily den un giro inesperado. ¿Serán capaces de dejar a un lado los prejuicios y enfrentar sus sentimientos? ¿Hasta dónde serán capaces de llegar por amor?

Capítulo 1 Una traición

Noah iba de vuelta a su casa luego de un agotador vuelo, él maldecía una y otra vez porque el negocio que pensaba que iba a salir de maravilla fue todo un fracaso, alguien se adelantó e hizo la compra antes de que Noah llegara, evitando que pudiera construir uno de sus nuevos hoteles, algo que lo hizo perder una gran cantidad de dinero.

Sin embargo, Noah decidió pasar por alto ese momento, pronto investigaría el nombre de la persona que hizo eso y le enseñaría que con él nadie se mete, por el momento lo más importante, era ir a ver a su esposa, pronto estarían de aniversario y quería darle lo mejor, le tendría una sorpresa para cuando ella llegara de la empresa.

Su chofer no tardó mucho en llegar, luego de unos minutos de camino, observó por la ventana su imponente casa. Para él, no hay nada mejor que llegar al lugar en donde está la mujer que ama. Noah miró la hora, luego se dirigió al chofer y le pidió que fuera por su hijo luego de que saliera de estudiar.

Noah subió hasta su habitación, se daría un merecido baño, luego de retirar su corbata frente a la puerta de su habitación, pudo escuchar unos gemidos provenientes de allí, él arrugó su ceño y sin pensarlo dos veces abrió la puerta.

—¿Qué carajos sucede allí dentro? —dijo él en voz alta, mientras su tono de piel se iba tornando de un rojo, de la rabia que le dio.

Al ver esa imagen, él quedó completamente sorprendido y decepcionado, la escena que estaba presenciando lo estaba destruyendo poco a poco.

Allí estaba su esposa, quien se encontraba teniendo intimidad con alguien más; verlos allí, en el lugar en donde él dormía, lo dejó completamente desconcertado, Noah solo trataba de procesar lo que estaba presenciando, ella era la mujer de su vida, la madre de su hijo.

—Perdóname amor mío, no es lo que parece, todo tiene una explicación —habló Isabel, mientras que se cubre su cuerpo con una sábana y camina directo a él. En cuanto a aquel hombre solo se queda en la cama mirando la patética escena.

—No hay nada que explicar, no me creas imbécil, con lo que acabo de presenciar es más que claro lo que aquí sucede. —Noah estiró sus manos en dirección impidiendo que ella le tocara, le daba asco que sus manos fueran a tocarlo de nuevo—. No quiero que te acerques a mí, eres la peor persona que he conocido en toda mi vida. —Ella rompió en llanto mientras trataba de sujetarlo del brazo.

—Me equivoqué, por favor te pido que me escuches... —El enojo es tanto que Noah dio vuelta y salió de la habitación.

Noah afuera, golpeó con su mano empuñada un par de veces la pared, sacando la rabia que tenía en el momento.

—Perdoname, no lo hagas por mí —Algo en el interior de Noah quiere explotar con cada palabra que sale de ella—. Piensa en nuestro hijo, él no merece crecer sin su papá —habla muy segura.

—Él no va a crecer sin su papá —le dijo ofuscado, mientras gritaba.

—Por favor, solo escúchame, él es un error.

—Ahora comprendo tu prisa por salir de viaje, aquel pretexto solo lo utilizabas de excusa para engañarme, mientras que yo me quedaba como un idiota pensando que eras la mejor mujer del mundo; he caído en tus mentiras, pero te aseguro que me la tendrás que pagar. —Ella lo abraza, haciendo que él la suelte de inmediato.

—Escuchame amor, me equivoqué…

—Suéltame, es hora que te marches de esta casa con tu amante, pero te tendrás que ir sin nuestro hijo, haré hasta lo imposible para que te quede muy difícil volver a verlo.

Noah aprieta sus manos notando el blanco de sus nudillos, lo peor es que a ella, él la amaba con todas sus fuerzas.

—No puedes alejarme de mi hijo, el hecho de que lo nuestro haya terminado no quiere decir que me deba alejar de él, es mi hijo ¡no puedes separarme de él! —habla Isabel, quitando responsabilidad a sus actos.

—¿Cuánto llevan? —ante esa pregunta, ella solo lo mira sin responder—. ¿Cuánto tiempo llevan? —gritó Noah una vez más.

—¡Por favor!, no salgas con esas cosas ahora, lo nuestro no estaba nada bien, lo nuestro ya había acabado hace mucho tiempo atrás, solo que tu querías seguir mostrando tu familia feliz, —con cada palabra destruye mucho más a Noah—. Me dejabas muchas veces sola, siempre estás con tus cosas de negocios que olvidabas que existo —dice.

—No solo es por eso, sabes muy bien que siempre estás evitandome y ahora veo el verdadero motivo. Siempre con excusas, solo quiero que sepas que ya no quiero saber más de ti, así que te pido que te marches de una buena vez y espero no volver a verte nunca más en mi vida y olvídate de mi dinero, de esta casa, de todo... porque eso es lo único que te importa por lo que veo —habló él, en tono fuerte y completamente decidido a ir al final de esta traición.

Ante esas palabras ella camina de lado a lado, se le nota en su cara que se encuentra completamente desesperada, pero es solo por el dinero que disponía libremente, sin contar por la posición que tiene en la empresa.

—Soy la madre de Liam, no me voy a separar de él. Por eso me debo quedar con él en esta casa, tú eres el que se debe ir, al fin y al cabo eres quien está dolido y no puede escuchar razones. —Es inevitable que Noah contenga la risa, suelta una gran y dolorosa carcajada.

—Liam se queda conmigo, no mereces la compañía de un corazón tan dulce como lo es el de él; por favor empaca tus cosas y lárgate por tu propia voluntad y no me hagas hacerlo a las malas. Así que tampoco creas que te vas a quedar en esta casa.

Noah gira su cabeza cuando aquel hombre sale como si nada. Isabel bufa, para luego subir y vestirse.

Noah se sentó, su mirada profunda y fría mostraba todo lo que se había roto en él el día de hoy, destapó una botella y sirvió en un vaso hasta el borde, con su bebida favorita, tomó de un solo sorbo, para poder pasar este mal momento, mientras que su corazón se destrozaba por completo.

Al cabo de unos cuantos minutos, él vió como su esposa sale como si nada, sirvió otro trago y lo bebió como si fuese agua, al terminar lanzó el vaso contra la pared.

Noah quedó solo y completamente destrozado, mientras que ella ha dejado atrás un matrimonio y el amor de su hijo por irse con ese hombre.

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