/0/11860/coverbig.jpg?v=2c1e6b1764dc77d142ec89401215840c)
las historia de navida
las historia de navida
Ebenezer Scrooge era un empresario y su único socio, Marley, había muerto. Scrooge era una persona mayor y sin amigos. Él vivía en su mundo, nada le agradaba y menos la Navidad, decía que era paparruchas. Tenía una rutina donde hacía lo mismo todos los días: caminar solitario por el mismo lugar sin que nadie se parara a saludarlo.
Era víspera de Navidad, todo el mundo estaba ocupado comprando regalos y preparando la cena navideña. Scrooge estaba en su despacho como siempre con la puerta abierta viendo a su escribiente, que pasaba unas cartas en limpio. De repente llegó su sobrino deseándole felices navidades, pero este no lo recibió de una buena manera sino al contrario, su sobrino le invitó a pasar la noche de Navidad con ellos, pero él lo despreció diciendo que eso eran tonterías.
Su escribiente, llamado Bob Cratchit, seguía trabajando hasta tarde aunque era noche de Navidad. Scrooge le dijo que al día siguiente de la cena de Nochebuena tendría que llegar más temprano a la oficina para recuperar el día festivo.
Scrooge vivía en un edificio frío y lúgubre. Cuando ya descansaba en sucuarto algo muy raro pasó: un fantasma se le apareció, no había duda de quien era ese espectro, no lo podía confundir: era su socio Jacobo Marley. Le dijo que estaba ahí para hacerlo recapacitar de cómo vivía porque ahora él tenía que sufrir por la vida que había tenido anteriormente. Le dijo que en las siguientes noches llegarían a su casa tres espíritus a visitarlo.
En la primera noche, el primer espíritu llegó, era el espíritu de las navidades pasadas. Este le llevó al lugar donde él había crecido y le enseñó varios lugares y navidades pasadas, cuando él trabajaba en una tienda de aprendiz; otra ocasión donde estaba en un cuarto muy solo y triste y también le hizo recordar a su hermana, a quien quería mucho.
A la segunda noche, él esperaba al segundo espíritu. Hubo una luz muy grande que provenía del otro cuarto. Scrooge entro en él, las paredes eran verdes y había miles de platillos de comida y un gigante con una antorcha resplandeciente. ¡Era el espíritu de las navidades presentes!
Ambos se transportaron al centro del pueblo, donde se veía mucho movimiento: los locales abiertos y gente comprando cosas para la cena de Navidad. Después lo llevó a casa de Bob Cratchit y vio a su familia y lo felices que eran, a pesar de que eran pobres y que su hijo, el pequeño Tim, estaba enfermo. Finalmente se trasladaron a la casa de su sobrino Fred, donde vio cómo gozaban y disfrutaban todos de la noche de Navidad, comiendo riendo y jugando. Después de esto regresó a su cuarto.
En la primera noche, el primer espíritu llegó, era el espíritu de las navidades pasadas. Este le llevó al lugar donde él había crecido y le enseñó varios lugares y navidades pasadas, cuando él trabajaba en una tienda de aprendiz; otra ocasión donde estaba en un cuarto muy solo y triste y también le hizo recordar a su hermana, a quien quería mucho.
A la segunda noche, él esperaba al segundo espíritu. Hubo una luz muy grande que provenía del otro cuarto. Scrooge entro en él, las paredes eran verdes y había miles de platillos de comida y un gigante con una antorcha resplandeciente. ¡Era el espíritu de las navidades presentes!
Ambos se transportaron al centro del pueblo, donde se veía mucho movimiento: los locales abiertos y gente comprando cosas para la cena de Navidad. Después lo llevó a casa de Bob Cratchit y vio a su familia y lo felices que eran, a pesar de que eran pobres y que su hijo, el pequeño Tim, estaba
A la noche siguiente, esperaba al último espíritu, pero este era oscuro y nunca le llegó a ver la cara. Era el espíritu de las navidades futuras, quien le mostró que en las calles la gente hablaba de alguien que se había muerto. Después lo llevó a un lugar donde estaban unas personas vendiendo las posesiones del señor que había fallecido, y también le enseñó la casa de su empleado Bob, donde pudo ver que su hijo menor había muerto y que todos estaban muy tristes.
Por último, lo llevó a ver el cadáver de este hombre que estaba en su cama tapado con una sabana, y al final, le descubrió quién era el señor que había muerto... Era él mismo, Ebenezer Scrooge.
Cuando el despertó se dio cuenta que todo había sido un sueño y que ese día era el día de Navidad. Se levantó con mucha alegría, le dijo a un muchacho que vio en la calle que fuera y comprara el pavo más grande y que lo mandara a la casa de Bob Cratchit.
Salió con sus mejores galas muy feliz porque podía cambiar y se dirigió a casa de su sobrino. Al llegar lo saludó y le dijo que había ido a comer y estuvo con ellos pasándosela muy bien. Al día siguiente, en la mañana, le dio a su trabajador un aumento y desde entonces fue un buen hombre a quien todos
querían. El hijo menor de Bob, el pequeño Tim, gritaba de contento y gozaba de buena salud.
Y fue así que el espíritu de la Navidad convirtió la soledad, la avaricia y la maldad del Mr Scrooge en una vida llena de bondad y generosidad.
Janet fue adoptada cuando era niña, un sueño hecho realidad para los huérfanos. Sin embargo, su vida fue cualquier cosa menos feliz. Su madre adoptiva se burló de ella y la acosó toda su vida. La mucama que la crio le dio todo el amor y el afecto de una madre. Desafortunadamente, la anciana se enfermó gravemente y Janet tuvo que casarse con un hombre que tenía mala fama en sustitución de la hija biológica de sus padres para cubrir los gastos médicos de la criada. ¿Podría ser este un cuento de Cenicienta? Pero el hombre estaba lejos de ser un príncipe, aunque tenía un rostro atractivo. Ethan era el hijo ilegítimo de una familia rica que vivía una vida lujosa y apenas llegaba a fin de mes. Él se casó para cumplir el último deseo de su madre. Sin embargo, en su noche de bodas, tuvo el presentimiento de que su esposa era diferente a lo que había escuchado sobre ella. El destino había unido a las dos personas con profundos secretos. ¿Ethan era realmente el hombre que pensábamos que era? Sorprendentemente, tenía un extraño parecido con el impenetrable hombre más rico de la ciudad. ¿Descubriría que Janet se casó con él por su hermana? ¿Sería su matrimonio una historia romántica o un completo desastre? Siga leyendo para saber cómo se desarrolla el amor entre Janet y Ethan.
Durante tres años, Jessica soportó un matrimonio sin amor mientras su marido fingía impotencia. Sus mentiras se desvelaron cuando apareció una amante embarazada. Tras seis meses recopilando pruebas en secreto, Jessica se deshizo de él y construyó su propio imperio multimillonario. Tras el divorcio, se transformó en una figura irresistible, atrayendo admiradores. Un día, al salir de su oficina, se encontró con Kevan, el hermano de su exesposo. Él intervino, enfrentándose a ella: "¿Acaso era solo una herramienta para ti?". Los labios de Jessica se curvaron en una sonrisa tranquila mientras respondía: "¿Cuánta compensación quieres?". La voz de Kevan se suavizó. "Todo lo que quiero eres tú".
Traicionada por su pareja y su hermanastra en la víspera de su boda, Makenna fue entregada a los despiadados príncipes licántropos como amante, pero su propio padre ignoró su difícil situación. Decidida, ella intentó escapar y buscar venganza, pero, sin darse cuenta, captó el interés de los tres príncipes licántropos, que la deseaban en exclusiva entre muchas admiradoras. Esto complicó sus planes, atrapándola y convirtiéndola en rival de la futura reina licántropa. Enredada en deseo y celos, ¿podría Makenna lograr su venganza en el intrincado baile con los tres príncipes?
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…
La relación entre Sophie y Gavin progresó desde su primer encuentro hasta intercambiar votos en menos de medio día. Sin embargo, después de su boda, Sophie se encontró con una revelación impactante sobre su esposo. La cuñada de Sophie una vez solicitó una gran suma de dinero, que Gavin le proporcionó sin dudarlo. Una mañana, mencionó que quería un auto nuevo. Para la tarde, había ganado una lotería que le otorgó el mismo carro que había deseado. Además, después de soportar el acoso de un jefe en el trabajo, al día siguiente se enteró de que este había sido despedido inesperadamente. ¿Era posible que Sophie se hubiera casado con un hombre que era un amuleto de buena suerte? La verdadera magnitud de su situación se le reveló solo cuando encontró una fotografía de ella etiquetada como "Sra. Hewitt" en las redes sociales. Fue en ese momento que se dio cuenta de que se había casado con uno de los hombres más ricos del planeta.
Noelle era la hija perdida que todos habían buscado, pero su familia la ignoró y adoró a la sustituta. Harta del desprecio, se marchó y se casó con un hombre cuya influencia podía sacudía todo el país. Con cada éxito suyo revelado, los titulares destrozaron la arrogancia de su familia: reina del baile, campeona de carreras, compositora virtuosa, maestra restauradora. Su padre regresó a toda prisa desde el extranjero, su madre suplicó entre lágrimas, y sus cinco hermanos se arrodillaron bajo la tormenta, rogando perdón. Bajo el cielo nocturno tachonado de estrellas, su esposo la rodeó con sus brazos y susurró con voz suave pero firme: "No valen la pena. Vamos, amor... mejor volvamos a casa".
© 2018-now ManoBook
TOP