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Luna toma una decisión que cambiará su vida: alquilar su vientre. Su sobrino de cinco años está enfermo, su tratamiento es costoso y es la única salida que encuentra. Comienza a realizar el trámite, pero es virgen y no tiene hijos, un requisito indispensable para ser gestante. Decide hacerse pasar por Sol, su hermana gemela. Sin embargo, aún tiene que superar un obstáculo: dejar de ser virgen. Pierde su virginidad con la persona menos esperada. ¿Quién será?
Luna
-Lo... lamento... -murmuré con mis ojos llenos de lágrimas.
-Ya no quiero verte nunca más... -Nicolas comenta con seguridad mientras no comprendo sus palabras, con mi cuerpo tembloroso, sostengo mi vientre.
-Tenía mis razones, yo te amo.... –susurré con un nudo enorme en mi garganta, me acerco a Nico, sus ojos están brillosos pero una fina línea marca sus labios.
-¿Tus... razones? –comenta con una sonrisa falsa en sus labios, una que me destruye el corazón.
-Nico... - me acerco a él, estamos en la terraza de su casa, piso sin querer los papeles que le revelaron la verdad.
-¿Sabes...? –comienza a hablar, pero se detiene tocando su rostro, después levanta la vista hacia mí, veo genuino dolor antes de decir: - te iba a pedir matrimonio Sol o Luna...
-Nico... escúchame- le reclamo llorando mientras lo abrazo pero él me aparta con suavidad, sostengo mi vientre y bajo la vista.
-A partir de ahora, solo serás nuevamente lo único que fuiste y siempre fuiste... -comienza a pronunciar y no sé qué quiere decir.
-¿Qué cosa fui? –pregunto ajena a sus palabras.
-Un vientre alquilado.
Luna uno meses atrás...
Contemplo al profesor con una mueca, su clase es extensa y aburrida; sin embargo tengo que prestar atención estoy estudiando enfermería. Su materia es importante aunque no quiera admitirlo. Resoplo cuando nos anuncia que tendremos en diez minutos una evaluación.
-¿Otra vez? –pregunto a mi amiga, quien se encoge de hombros.
-Al parecer... si.
-Mierda –protesto mientras me doy la vuelta, guardando mis pertenencias. Puedo sentir su vista fija en mí sus obres azules, se penetran en mi alma, y sin dudarlo en mi piel.
El profesor Alba acerca sus pasos hacia mi, mis ojos se desvían hacia arriba sintiendo el sabor agridulce en mi garganta. Justo enfrente de mi, sus ojos me observan calmados.
-¿P-pasa algo? –tartamudeo, incapaz de decir algo mas.
-¿Estudió señorita? –pregunta desconcertándome. No vería mi nerviosismo, asi que con la sonrisa mas falta que conocí de mi misma, le dije:
-Claro, si su materia es muy interesante – comente con sarcasmo.
No dijo nada, pasa por nuestro lado, observé a Brianna de reojo quien se ríe sin disimularlo. Le doy un codazo, no quiero que nos descubran y expulsen de la clase. Pero el condenado, era apodado como el hombre "de gran trasero", y era cierto: tenía un culo espectacular.
-¿Disculpe? –el profesor se gira, sus cejas están levantadas y no comprendo porque me mira. ¿Hice algo malo?
-¿Qué..? –interrogo esperando que me anuncie algo, de sus labios carnosos.
-La escuché –pronuncio tan calmado, una carcajada grupal retumbo por todo el salón y quise que la tierra me tragara en ese pequeño instante.
¡Ay mierda, me escuchó!
-Nada...
Bajé la cabeza y el se aleja. Suspiro de alivio y comienzo con mi examen. Sin esperar que fuera el ultimo que haría.
Ni bien salgo, recibo una llamada de mi hermana. Sol, si super originales mis padres; no era muy común recibir sus llamadas, mas bien le encantaba mandar mensajes de audio o escritos, por eso me sorprende su llamada. Decido contestar, y escucho su llanto tembloroso del otro lado.
-¿Sol..? –interrogo, algo preocupada por su estado.
-Él... está enfermo – murmuró con dificultad llorando, me mordí los labios sin comprender porque me decía eso. Luis, siempre fue un niño sano, no comprendo sus palabras.
-No... no puede ser – comenté pero ella me cortó enviándome la ubicación donde esta internado mi sobrino.
Me tomó desprevenida un leve mareo, pude imaginar el suelo besándome la frente, pero ese momento no llegó. Mientras el viento acariciaba sutilmente mi rostro, en caída, unos brazos extraños me contuvieron.
Abro los ojos, un color azul me invade, tan cerca de mi rostro, me estremezco. Mis mejillas se vuelven rojas, y él, enseguida me suelta haciendo una mueca.
-Cuidado – me regaña el profesor antes de alejarse de mí, dejándome con la sensación mas extraña que había tenido en mi existencia.
Estoy caminando a una velocidad ligera, atravieso el gran salón hasta salir. Comienza a caer algo de lluvia, viene un taxi, estiro la mano y para mí sorpresa, mi profesor me gana el luga, pasando justo enfrente de mi. Lo peor de todo: llueve. Si apenas Salí, empezó a caer agua.
-Mierda – protesté, cuando bajo la vista refunfuñando, al levantarla me encuentro nuevamente un taxi. Abro la puerta y del otro lado esta el profesor.
-¿Profesor..? –mí pregunta quedó suspendida en el aire, porque toma mi mano para entrar. Y le hago caso, porque el agua me está empapando, además, no tengo mucho ánimo de querer mojarme íntegramente.
-¿Volvió por mí? – quise preguntar, pero el comenzó a hablar por teléfono con una sonrisa, nunca lo vi sonreír.
Después de unas horas fingiendo amor frente a su jefe y de un pico después de decir "acepto", la noche pasó sin ningún otro contratiempo. Se marcharon en un Ford descapotable de los años sesenta y finalmente llegaron a la casa de Lionel. Tan pronto como pisaron el suelo, él la observó con aburrimiento y se giró para irse a dormir. No le gustaba estar rodeado de personas, a menos que fueran bailarinas en poca ropa. -¡Oye! -protestó Alexa, pero él no se giró para seguir avanzando-. Se supone que estamos casados -murmuró temblorosa. Finalmente, él se detuvo y Alexa se acercó a pasos firmes, rodeándolo. Lionel bajó la vista para fijarla en ella. Le resultó... ¿Bonita? Supuso que ese era un adjetivo acorde a esa mujer, aunque le parecía insoportable y aquello restaba la belleza que poseía. -¿Qué? ¿Quieres acostarte conmigo? -preguntó él. Ella levantó una ceja para negar, pero ya era tarde. Lionel la tomó entre sus brazos y la recostó sobre la pared. Una mano detrás de su cintura bajó hasta sus glúteos y los apretó. Alexa rodó los ojos para darle un empujón. -Al cabo que ni quería... puedo cogerme mujeres de verdad -se burló, pero no esperó recibir un cachetazo de la dama. Alexa observó sorprendida la mejilla roja de su ahora esposo. Su piel se volvió más pálida de lo normal y retrocedió un paso, luego otro. Lionel se limpió un hilo de sangre que caía en la comisura de sus labios y la observó furioso. Era raro verlo así. Corrió a su lado y la tomó del cuello con brusquedad. Poco a poco, Alexa pudo sentir que el oxígeno no pasaba por su garganta y que estaba quedándose sin aire. -P-por favor... -suplicó, pero Lionel siguió presionando hasta que la soltó arrojándola al suelo. Se limpió el saco, como si ella lo hubiera ensuciado, y se dio la vuelta. Alexa, perpleja por haber sido estrangulada por su esposo, se levantó. -¡Soy tu esposa! ¡Te guste o no! -gritó a todo pulmón. Lionel se giró, buscó algo en su bolsillo y dijo: -Bien. Ten, son diez mil dólares. El próximo mes te daré más, ahora vete. No me interesa tenerte en esta casa. -Somos marido y mujer. Merezco y debo estar aquí -susurró con la voz quebrada y los ojos llenos de sufrimiento. Él le lanzó una sonrisa ladina mientras avanzaba, pero ella, a pesar de temblar por ese hombre, no se dejó intimidar. -Entonces... -comentó mientras bajaba el cierre de su pantalón, sacando su enorme miembro frente a ella-... mételo en tu boca... -canturreó divertido. Lionel se rió de la desgracia de aquella mujer. Y ella lo sabía.
Isabella, una joven inocente, se ve envuelta en una apuesta con el seductor caballero Alejandro. Si gana, Alejandro la protegerá y la cuidará. Si pierde, ella perderá su virginidad a los ojos de Alejandro.
Observé de reojo al joven que estaba a unos metros delante de mí, Eric. Era el hijo de mi mejor amiga, Laura. Suspiré bajando la vista, pero no pude evitar verle. Ultimamente, para ser sincera podía llegar a jurar que el chico, se veía mas atractivo que antes. A sus veinte años, parecía un hombre sacado de una revista para mujeres maduras. Mis mejillas se tornaron rojas, y tuve que sostener con fuerza mi vestido. Mis ojos se volvieron frágiles ante la imagen que tenía frente a mí. Cuando flexionó sus brazos para sonreírle a mi hija, sentí un nudo extraño en mi garganta. Olivia, tenía la misma edad que Eric. Laura, me pasó un mate y desperté de la ensoñación, de observar la sonrisa de su hijo. -¿Estás bien? –cuestionó bajo una mirada intimidante, asentí enfocando mi vista a los dos. Eric, rodeaba en un abrazo a Olivia, tragué saliva en seco –son adorables. -Lo son –comenté sin titubear, si tan solo un solo sonido de mi voz sonaba insegura, Laura se tiraría sobre mí como una gacela. La conocía demasiado bien para saber que era curiosa, en demasía. -Entonces... ¿saldrás con el ingeniero? –su pregunta, provocó que mi concentración volviera a ella. Suspiré asintiendo, ¿qué le podría decir? De todos modos, ya era demasiado extraño que quisiera quedarme con su hijo en la ciudad. Yo tenía una casa en la capital, y me había ofrecido para que él fuera a vivir allí una temporada, incluso Laura fuera para hacerme compañía. No pretendía comenzar a mirar a Eric con otros ojos.
Una enfermera encuentra a una niña congelada en el exterior de su hospital y la rescata. Después de atenderla, descubre que la pequeña tiene un don mágico que le permite curar heridas y predecir el futuro. La niña la lleva a su manada, y se desarrolla una tensa relación con su cruel padre, el Rey de la Manada.
Unidos por un matrimonio arreglado, Lina y Mateo se encontraron por primera vez en la noche de su boda. Sin embargo, Mateo sólo tenía ojos para su herencia y no para Lina, y la abandonó en cuanto obtuvo lo que buscaba: cuatrillizas. Cinco años después, un anciano de la familia empieza a sospechar que los dos no están enamorados, ejecuta un plan para arruinar la herencia de Mateo si no puede demostrar su amor a Lina. Con la presión de los dos lados de la familia, Mateo hace una propuesta arriesgada a Lina: fingirán ser amantes y recuperarán la herencia. Pero el destino tiene otros planos, y mientras más tiempo pasan juntos, más difícil es ocultar sus secretos y, aún más importante, el creciente amor que los une.
Kiara despierta en una carcel, había sigo secuestrada por unos desconocidos. Esperando no encontrar el peor amo, alguien la salva, un hombre lobo cuyo nombre es Alexander. Emilia, hermana de Alexander descubre que Kiara es su pareja, al parecer reencarnada en una humana. Pero él se niega a creer eso. Ella la cura y le borra la memoria. Vuelve a su vida normal ya la universidad, encontrándose aun profesor muy sensual, Alexander.
Ella se casó en secreto con una superestrella; sin embargo, su estado civil se mantuvo en conocimiento público. Ella lo amaba como a un perro, tan leal, tan sin vergüenza, pero él la alejaba constantemente solo por su egoísta razón de tomar venganza contra su madre. Después de su divorcio, ella accidentalmente se acostó con un atractivo desconocido cuyos ojos azules exudaban un atractivo sexual extremo, atrayéndola a una inevitable atracción fatal. Él era tan tranquilo y gentil, prometiéndole la felicidad eterna. "¿Ms. Cathryn Riley, se casará conmigo?" Su expresión era seria y sincera. Los dedos delgados del hombre sostenían una caja redonda de terciopelo rojo muy delicada y hermosa; dentro había un anillo de diamante exquisito. Asustada emocionalmente, ella le respondió, "He sido divorciada una vez. Espero que no me haga divorciar por segunda vez de nuevo." Keith sonrió y respondió suavemente, "Mi mundo nunca se ha centrado en nadie. Pero en los días venideros, mi mundo se centra en ti". Ella estaba tan conmovida que no pudo evitar llorar lágrimas de felicidad. Estar con él le trajo una alegría eterna y su promesa eterna reemplazó su sufrimiento por el matrimonio fracasado.
Mateo Lester, un magnate de 47 años, es un hombre implacable en los negocios y exigente en su entorno. Durante un viaje a Brasil, vive un efímero romance con una mujer. Josabet, una joven aeromoza de 30 años. se traslada a Nueva York al ser contratada por una empresa para un puesto en las aerolíneas de la empresa Lester. Cuando Josabet es presentada ante Mateo como la nueva aeromoza de su jet privado. Ambos se reconocen de inmediato, pero Josabet fingir no hacerlo y todo por un secreto que oculta. Todo cambia en la celebración del aniversario de la empresa, donde Josabet decide llevar a su hijo, dispuesta a enfrentar las consecuencias. La abuela de Mateo, al verlo, queda impactada por su increíble parecido con los difuntos padres de Mateo. La duda queda sembrada y, a partir de ese momento, Mateo comienza a investigar el pasado de Josabet, descubriendo secretos que podrían cambiar su vida para siempre. Sin embargo, una amenaza inesperada surge cuando Natalie, la exnovia de Mateo, una mujer manipuladora y obsesionada con él, descubre la existencia de josabet y su hijo. Consumida por los celos, decide hacerles la vida imposible, dispuesta a cualquier cosa para sacarlos de su camino.
Acusada de asesinato, la madre de Sylvia Todd fue considerada una traidora por toda la manada, condenando a Sylvia a vivir el resto de su vida sola y humillada como una humilde esclava. Lo único que quería la chica era demostrar la inocencia de su madre de alguna manera, pero el destino nunca parecía estar de su lado. A pesar de todo, Sylvia nunca perdió la esperanza. Como el futuro rey licántropo de todos los hombres lobo, Rufus Duncan poseía un gran poder y estatus, pero tenía una inexplicable reputación de ser cruel, sanguinario y despiadado. Sin que todo el mundo lo supiera, había sido maldecido hacía mucho tiempo y se veía obligado a transformarse en un monstruo asesino cada luna llena. Aunque el destino no siempre favorecía a los dos, unió a Sylvia y Rufus como pareja predestinada. ¿Se hará justicia para la madre de Sylvia? ¿Podrán ella y Rufus desafiar todas las normas sociales y permanecer juntos? ¿Tendrán estas dos almas desafortunadas un final feliz?
Kaelyn dedicó tres años a cuidar de su esposo tras un terrible accidente. Pero una vez recuperado del todo, él la dejó de lado y trajo a su primer amor del extranjero. Devastada, Kaelyn decidió divorciarse mientras la gente se burlaba de ella por haber sido desechada. Después se reinventó, convirtiéndose en una cotizada doctora, una campeona de carreras de auto y una diseñadora arquitectónica de fama internacional. Incluso entonces, los traidores se burlaban con desdén, creyendo que ningún hombre iba a aceptar a Kaelyn. Pero entonces el tío de su exesposo, un poderoso caudillo militar, regresó con su ejército para pedir la mano de Kaelyn en matrimonio.
Yelena descubrió que no era la hija biológica de sus padres. Después de darse cuenta de que intentaban venderla por conseguir una inversión, la enviaron a su lugar de nacimiento. Allí descubrió que en realidad era la heredera de una familia opulenta. Su verdadera familia la colmó de amor y adoración. Ante la envidia de su supuesta hermana, Yelena superó todas las adversidades y se vengó, al tiempo que demostraba su talento. Pronto llamó la atención del soltero más codiciado de la ciudad. Él acorraló a Yelena y la inmovilizó contra la pared. "Es hora de revelar tu verdadera identidad, querida".
Ellos no saben que soy una chica. Todos me miran como si fuera un hombre, un príncipe. Su especie compra humanos para satisfacer sus lujuriosos deseos. Y cuando ellos llegaron a nuestro reino para llevar a mi hermana, intervine para protegerla. Fue así como ellos también terminaron comprándome. El plan era escapar, pero mi hermana y yo nunca tuvimos una oportunidad. ¿Cómo iba a saber que nuestra prisión sería el lugar más fortificado de su reino? Se suponía que debía quedarme en el anonimato, pues no tenían un uso para mí. Solo era alguien a quien nunca debían comprar. Pero entonces, el hombre más poderoso de la salvaje tierra, su despiadado rey bestia, se interesó por ese "principito bonito". ¿Cómo podremos sobrevivir en este reino brutal, donde todos odian a los de nuestra especie y no tienen piedad de nosotros? ¿Y cómo puede alguien, con un secreto como el mío, convertirse en una esclava sexual? Nota del autor: es una novela de romance oscuro, apta solo para mayores de edad. Espera varios temas sensibles, como la violencia. Si eres un lector experimentado de este género, buscas algo diferente y estás preparado para entrar sin saber qué es lo que te espera, ¡entonces sumérgete en esta aventura! . De la autora del bestseller internacional "La Esclava Más Odiada Del Rey"