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A LA ESPERA DE APROBACIÓN... (MESES) Sofía es una licenciada en economía que trabaja en una empresa importante y divide su tiempo entre su trabajo y su tesoro más preciado, Lucía, su preciosa niña de cinco años, a quien ama más que a nada en el mundo. Una gripe la obliga a tener que llevarla consigo al trabajo y que, por accidente, la pequeña se encuentre con el nuevo CEO de la empresa quien, extrañamente, le inspira confianza a la niña, la cual tiene dificultades para confiar en la gente. ¿Será esto una señal? Para Erick, Lucía es alguien parecido a él, solo que no sabe cuánto y hasta dónde alcanza el parecido y el averiguarlo le causa curiosidad, sin embargo, eso no le impide que ella le caiga mejor que la mayoría de la gente de su edad... Y conocer a su madre le hará despertar cosas que no sabía que estaban dentro de él...
Positivo, la maldita prueba había dado positivo, ¿cómo demonios era eso posible siquiera? Hacía meses que no había tenido ningún tipo de relación, mucho menos sexo, su último novio había sido hace más de un año y la había dejado porque, según él, no le daba la importancia que él se merecía, solo porque anteponía sus estudios a sus caprichos. En su ególatra mente, ella debía hacer lo que a él se le ocurriera cuando él lo quería, nada debía ser más importante...
No interesaba ya, estaba fuera de su vida hace mucho y ya no tenía que aguantar sus tonterías, lo que sí le importaba ahora era la prueba en sus manos y ese signo de más que, por tercera vez, había aparecido. No podía ser, tenía que haber algún error, mas no era plausible: una prueba podía equivocarse, ¿pero tres? No, ya no tenía dudas, al menos no de estar en cinta. Lo demás, eso era otro tema.
-¿Sofi?
La voz de Lorena la saca de su ensimismamiento en el bastoncito entre sus dedos y abre la puerta, encontrándose con la mirada preocupada de su mejor amiga.
-¿Estás bien?
Ella no dice nada, aún intenta asimilar lo que tenía frente a sí misma y que ahora era una realidad que no estaba pudiendo procesar. Eso preocupa a su amiga, que ve la prueba en sus manos y la toma, frunciendo el ceño ante lo que estaba viendo.
-Sofi, ¿por qué tienes una prueba de embarazo positiva contigo?
-Es mía...
La chica se ríe sin poder evitarlo.
-Muy buena broma.
-No lo es.
Todo rastro de diversión se esfuma de su rostro al escuchar esas tres palabras y vuelve a mirar la prueba con preocupación.
-¿Estás enferma? Hay algunas enfermedades que pueden causar que te salga un positivo falso.
-No, no lo estoy, y...
-¿Qué?
-He estado teniendo náuseas matutinas, las manzanas verdes que tanto amo me dan arcadas, no puedo ni verlas, y no me ha venido... tengo un retraso de alrededor de dos semanas.
-Sofi... ¿pero cómo es que...? ¿Cuándo tuviste sexo? Te habías por poco convertido en monja, llevas desde un mes antes de terminar con el imbécil de tu ex sin tener siquiera un poco de diversión, ¿cómo es posible que estés embarazada? Ni que fueras la Virgen María o hubieras hecho partenogénesis.
-No lo sé Lore, no tengo idea, no recuerdo haber estado con nadie.
-¿Sabes siquiera de cuánto estás?
-Espera.
La muchacha toma su teléfono y abre su calendario, revisando sus notas.
-Tuve mi último período el mes pasado así que, no puede ser más de un mes...
-¿No te recibiste hace un mes?
-¿Y eso qué?
-Tu fiesta de recibida...
-No recuerdo nada de esa noche, tú me hiciste beber como si fuera el último día de mi vida y no me acuerdo nada después de la tercera margarita.
-Exacto...
-Un minuto, ¿crees que fue esa noche? ¿Crees que tuve sexo esa noche y no lo recuerdo?
-¿Qué otra opción hay? No hay otro momento en el que haya podido ocurrir.
-Pero tú estuviste ahí conmigo, ¿no lo recordarías si me hubiera ido con alguien? Aparte desperté aquí a la mañana siguiente.
-Yo estaba igual que tú, tampoco recuerdo nada Sofi. Además, no necesitas ir a ningún lado en un bar para eso...
-Maldición... o sea que lo más probable es que me haya acostado con un completo desconocido, esté embarazada de ese desconocido, ¿y no tengo idea siquiera de quién es?
-Am... eso parece.
-Tiene que ser una broma.
-Lo siento mucho So.
-Una vez que me emborracho, una, y mira lo que pasa... Peor suerte no podría tener aunque lo hubiera planeado. Jamás debí dejar que me convencieras de beber, debí haberme ido a dormir y ya.
-Sofi, llevabas meses sin hacer otra cosa que no fuera trabajar en tu tesis, te recibiste con honores, te merecías disfrutar. Sí, nos pasamos un poco, pero aún no es tarde, podemos arreglarlo.
Su ceño se frunce ante las últimas palabras de su amiga.
-¿De qué estás hablando?
-Bueno... ya sabes...
-Ni lo digas, jamás lo haría.
-Pero, Sofi...
-No, nunca. Soy una mujer adulta que hizo una estupidez, es verdad, pero también debo hacerme cargo de mis errores. La criatura que crece ahora dentro de mí no tiene la culpa de mi falta de consciencia.
-¿Estás segura de ésta decisión? No hay vuelta atrás, recién te recibiste y estás buscando trabajo...
-Es verdad, de hecho, mañana mismo tengo una entrevista de trabajo, sin embargo, sí, estoy segura. He sido responsable toda mi vida, mas no lo fui una vez y mira lo que pasó...
-No es lo mismo...
-Sí lo es, así que mi decisión está tomada. Ahora, ¿quieres acompañarme al hospital? Quiero hacerme los chequeos.
-Claro... déjame ir por mi bolso.
Está por voltearse cuando ve a su amiga con la mirada perdida acariciando su viente de manera ausente y se acerca a ella, tomando la mano libre entre las suyas, lo que hace que su atención vuelva a ella.
-No estás sola, no te preocupes, te ayudaré siempre.
-Lo sé, tranquila...
La segunda joven se va en busca de lo necesario y, al quedar la primera sola, su mente no deja de darle vueltas una y otra vez al descubrimiento: ¿cómo era posible que una sola vez que había dejado ese lado de ella que siempre la había caracterizado de responsabilidad, le había cambiado tanto su vida de la noche a la mañana?
SIN SER ACEPTADO, NO SE PUBLICARÁ ACÁ SINO EN BOOKNET Vittoria nació para ser un Capo de la Cosa Nostra, lo lleva en la sangre, no para ser la mujer de un mafioso, por eso, cuando Francesco (el hijo del Capo di tutti Capi y heredero del puesto) se fija en ella y declara que será su mujer, las cosas se vuelven una locura: Vittoria no lo puede ni ver. Un problema les obligará a tener que trabajar juntos, lo que se volverá complicado cuando lo único en lo que puede pensar ella cuando lo ve, es meterle una bala entre ceja y ceja y él desnudarla y averiguar hasta dónde llegan sus tatuajes y cuántas armas se carga encima. La búsqueda le parece excitante... No obstante, en una relación donde hay dos líderes demasiado necios para ceder ante el otro, ¿quién lleva realmente los pantalones? ¿El Diablo le teme a la Muerte?
Una vida nueva, una apariencia nueva, una ciudad nueva, todo por escapar de quien la lastimó y tratar de ser feliz... Luego de escapar de su ex y hacer su mejor esfuerzo para intentar reconstruir su vida, Tzatzi se encuentra sola, en su nuevo departamento, con un cambio de imagen radical y con una bolsa enorme se comida china en sus manos... pero sin la llave de su casa para poder volver a entrar. Solo le queda una opción: pedirle ayuda a su vecino, el cual le dijeron que no es muy amistoso. Aun así, ella se arriesga, y cuando él aparece solo en toalla y observándola con una ceja alzada, obviamente interrumpido por ella en la ducha, digamos que podría tratarse del vaticinio de la locura que será su relación a partir de ahora, ¿no les parece? Si quieren saber cómo es que pueden relacionarse un "duende de metro y medio alocado y patoso" y un "gigante demasiado serio para su bien", entonces continúen leyendo y atrévanse a averiguar si un matrimonio tan horrible como el de ella se puede superar, y si el amor puede conseguir que los traumas queden en el pasado.
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