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Luego de que el único asistente que ha tenido por más de dos siglos renunciara, este mismo se ve obligado a buscar uno nuevo para sustituir su lugar por un tiempo indeterminado, pero nadie contaba con que un simple humano se postulara a la oferta de trabajo. La sangre caliente, dulce y condenadamente tentadora de aquel humano hace perder la razón de Blake, descontrolando sus más primitivos instintos en cuestión de segundos. Pero ¿Blake se enfrentará al castigo que le designa su clan luego de probar aquel dulce prohibido y romper la regla más importante de no enamorarse de un humano? O, por lo contrario, ¿dejará pasar esa única oportunidad de unir su vida con su destino?
El silencio que se había formado entre Demetrius y yo era interrumpido por el golpe de mis uñas en el cristal de mi escritorio. El hombre que me había servido por más de dos siglos mantenía la cabeza gacha, la mirada fija en sus zapatos como si fuera la mejor de las entretenciones y sus manos entrelazadas hacia delante, quizás tratando de encontrar en su cabeza una explicación más razonable que la que me había acabado de dar.
¿Renunciar? ¿Acaso me estaba jodiendo o solo trataba de gastarme una broma? ¿Desde cuándo el vampiro que había nacido para servirme tenía el poder para renunciar?
-Espero que no estés olvidando con quién estás hablando - dije, mirándolo fijamente-. El contrato está hecho desde mucho antes de que nacieras y no hay nadie en este mundo que pueda romperlo.
-Su padre lo ha cancelado.
Fruncí el ceño, desconcertada por lo que acababa de decir. Mi padre era el líder del clan de Londres, el más antiguo vampiro de todos los tiempos y uno de los tres más poderosos de todo el planeta tierra. Tenía el poder de hacer lo que quisiera con todos nosotros, pero ¿por qué tenía que meterse en mi vida y darle derechos a mi mano derecha para renunciar?
-¿Por qué? ¿Acaso te he tratado tan mal para que, después de tantos años a mi lado, decidas dejarme?
-No, señora - respondió rápidamente, agitando la cabeza con fuerza-. Usted ha sido muy buena conmigo y me ha tratado muy bien, pero...
-Pero ¿qué?
Esta situación empezaba a fastidiarme. Demetrius sabía que no era alguien paciente y que no me gustaba que se hicieran con rodeos.
-Su padre me ha enviado a Escocia. ¡Es lo único que puedo decirle! Ahora le debo mi lealtad a él.
-No voy a aceptar tu renuncia. Mi padre no tiene ningún derecho a hacerme esto.
-Señora, por favor, no se meta en problemas con su padre. Siempre la voy a estimar, han sido muchos años que he estado a su servicio y, créame, tampoco es fácil para mí seguir las órdenes de alguien que no sea usted.
-¿Por qué estuviste de acuerdo o es que Lord Bacon no te dio otra opción?
Titubeó, cada vez más nervioso por mi interrogatorio.
-Su padre ha requerido de mis servicios y dio su palabra de dejarme regresar con usted cuando mi trabajo haya terminado en Escocia.
-Bien, si ya tomaste la decisión, no me voy a oponer.
-¡Gracias, señora! - hizo una reverencia antes de enderezarse por completo y hacerme entrega de una carpeta-. He estado buscando al mejor candidato para que la ayude en todo lo que requiera, pero han habido pocos interesados en trabajar bajo su mando.
-Es difícil encontrar un vampiro de servidumbre suelto y lo sabes. Me irrita que mi padre no quiera amoldarse a la época actual y quiera seguir arraigado a la suya. Estamos en el siglo XXI, donde la tecnología supera a los libros antiguos y máquinas de escribir que él sigue usando. Es estúpido que siga asignando servidumbre a los miembros más altos del clan.
-Le doy la razón, mi señora, pero bien dijo que existimos para servirles y somos instruidos para guiar a nuestro amo.
Detestaba que usara la palabra «amo» frente a mí, como si ellos fueran perros en lugar de vampiros.
-Tremenda ridiculez - resoplé, abriendo la carpeta y encontrando un currículum de un hombre bastante joven.
-Wyatt Bennett es el único que se postuló y, sorpresivamente, pasó cada una de las pruebas. No estaba seguro en darle su currículum, puesto que no he encontrado mayor información de él que su dirección de residencia y su número telefónico.
-¿Es del clan o de algún otro? ¿Cuáles son sus orígenes? ¿Esta es su edad? - endurecí el gesto-. Es un maldito bebé. ¿Siquiera está instruido?
-Puede que sea de otro clan y ha venido en busca de oportunidades. Buscaré más información sobre él, mi señora.
-Llámalo, le haces una entrevista personal y te ahorras tiempo. Su edad me importa muy poco, siempre y cuando sea obediente y haga un excelente trabajo, puedes contratarlo.
-Sí, señora, pactaré una entrevista para mañana mismo.
-Bien - cerré la carpeta con más fuerza de lo normal-. Puedes retirarte.
-Permiso - hizo una reverencia antes de salir de mi oficina.
Enfurecida con el entrometido de mi padre, salí de mi oficina por la puerta que daba hacia la casa y busqué a mi padre hasta que lo encontré abrazando a mí madre, susurrándole cosas al oído que la hacían reír y estirar la mano a lo largo y ancho de su pecho.
-Disculpen si interrumpo con su manoseo diario, pero tú y yo tenemos un asunto pendiente - señalé a mi padre y me miró con una sonrisa ladeada, acentuando esa expresión maliciosa.
-Con que Demetrius al fin tuvo el valor de decírtelo, ¿eh?
-¡No estoy para juegos, papá! No me puedes arrebatar a mi hombre de confianza y llevártelo.
-Ya lo hice, solo que no contaba con que no hubiera uno disponible sino hasta las próximas dos décadas.
-¡Angus! - reprendió mamá.
-Es mi error por no haberte comentado antes, pero te juro que te lo devolveré cuando cumpla su misión. Demetrius es uno de los mejores guerreros y siento que pierde el tiempo lidiando con las finanzas del clan.
-Sabia que en cualquier momento te ibas a aprovechar de él, pero pudiste mencionarlo antes y no hasta ahora.
-Lo siento, ¿qué más puedo decirte?
-Lo llevarás a la guerra - contuve toda la ira que pugnaba por salir.
-¡Y está feliz con la idea de ir! ¿Por que no estás orgullosa de él? Ha dado un gran paso como tú sirviente.
-No es mi sirviente. Es mi mano derecha, en el único en quien confío.
-¿Y no es eso lo mismo? - enarcó una ceja y de inmediato sentí la fuerza de su poder en mí, cuando la mía empezaba a sobrepasar la suya-. Cálmate, querida. Tomaré prestado a tu mano derecha por un par de días, solo para defender el territorio escocés de esos perros pulgosos y malolientes, y te lo devolveré incluso en mejores condiciones en que me lo llevo.
Jolie creyó que huir era la solución correcta ante el desliz que cometió al casarse en una noche loca desenfrenada, pero cinco años después debe volver al lugar al que juró nunca más regresar y enfrentarse a las consecuencias de sus actos. Solo que Darius no es el mismo hombre caballeroso y tierno que ella creía conocer. Él la odia por haberle roto el corazón y abandonarlo cuando le dijo que intentaría llevar una vida de casados. Ella aún sigue sintiendo los mismos deseos que en el pasado, pero esta vez son más intensos e inexplicables que antes. Entre el amor y el odio hay una delgada línea que los separa y desatará una pasión que ninguno de los dos podrá contener.
Todo en mi vida era perfecto; una buena salud, un buen trabajo, y se podría decir que, era la mujer más afortunada en el amor. Pero nadie me había dicho que la perfección y tanta felicidad junta no era tan buen y real. Para mí, una mujer que creía tenerlo todo a sus pies y en sus manos, no fue fácil asimilar esa vida que tanto me ocultó la persona que más he amado en el mundo.
La vida en muchas ocasiones nos despliega diferentes caminos, llevándonos a un destino totalmente opuesto al que nos habíamos idealizado. Margot estaba en la mejor etapa de su vida, era feliz junto a su novio y futuro esposo, pero en un solo instante perdió toda su vida en un trágico accidente que además le dejó grandes secuelas en su cuerpo. La soledad, la desesperanza y el vacío es algo que no se puede ocultar detrás de una sonrisa fingida, y ella ha sabido ocultar su dolor muy bien. Pero en ese pozo de soledad y tristeza, llega un hombre que la hace vibrar no solo con un beso, sino con esa chispa de añoranza que perdió tiempo atrás. ¿Podrá Margot volver a empezar, dejando su sufrimiento atrás y permitiéndose ser feliz?
El amor no es lo más importante para June, primero, porque no cree en que los sentimientos de las personas sean del todo sinceros, segundo, porque aquel suceso que vivió en su niñez y la marcó de por vida la sigue rodando por más que quiera huir de esa pesadilla. Pero el amor llega cuando menos se lo esperaba, del hombre que jamás imaginó sentir tanto y nada a la vez. ¿Podría ella olvidar su dolor en manos de aquel amor puro y cristalino que nació en medio de su adolescencia y se fortaleció en su adultez? ¿Podría permitirse aprender una lección de amor y otra de lujuria en manos de su primer y único amor?
El deseo de poder someterte es mucho más fuerte de lo que estoy dispuesto a soportar. Si tan solo me dejaras mostrarte todo lo que por mi mente cruza, estoy seguro de que crearíamos un juego de lujuria inimaginable.
Ser prácticamente obligada a casarse con un perfecto desconocido por su padre, Cora Walker decide huir de su casa, pero en el intento de ser libre y elegir su propio destino, aquel hombre le pone sobre la mesa un trato que considera justo. ¿Podrá Jacob Bardot enamorar a la jovencita que lo cautivó desde el primer instante en que la conoció? ¿Podrá Cora dejar sus miedos e inseguridades atrás y amar, aunque sea por una vez en su vida? ¿Trescientos sesenta y cinco días serán suficientes para que dos corazones se amen con extrema fuerza y pasión?
Olivia Abertton es dulce, divertida y cariñosa, la «niña de sus ojos» para su padre, Ernest Abertton, a pesar de ser hija de una relación extramatrimonial. Gabe Clifford es el director general de la mayor empresa farmacéutica del mundo. Inteligente, astuto, un hombre sin corazón, capaz de hacer cualquier cosa para conseguir lo que quiere. Pasó años preparando su venganza contra los Abertoon. Seguía siendo amable y alegre, incluso cuando todo a su alrededor parecía desmoronarse. Quería destruirla para poder saborear cada lágrima de Ernest Abertton, el hombre al que había dedicado su vida a ver sufrir. Ella estaba enamorada de su hermano. Él tendía la red y ella era la presa. De lo que Gabe no se daba cuenta era de que la venganza podía ser mucho más dulce de lo que imaginaba. Olivia, por su parte, nunca imaginó que pudiera existir alguien tan desalmado y sin escrúpulos como aquel hombre. Un deseo de venganza más grande que nada. Una mujer decidida a cambiar su destino. Un matrimonio tratado como un negocio. La utilizó como una forma de venganza contra el hombre que más odiaba. Sólo que no esperaba que conocerla sería su peor castigo.
Durante sus tres años de matrimonio con Colton, Allison ocultó su verdadera identidad y se esforzó de todo corazón para apoyarlo. Sin embargo, fue traicionada y abandonada por su esposo infiel. Desanimada, ella se propuso redescubrir su verdadero yo: una perfumista de talento, el cerebro de una famosa agencia de inteligencia y la heredera de una red secreta de hackers. Al darse cuenta de sus errores, Colton expresó su arrepentimiento: "Sé que metí la pata. Por favor, dame otra oportunidad". Sin embargo, Kellan, un magnate que se suponía que era discapacitado, se levantó de su silla de ruedas, tomó la mano de Allison y se burló desdeñosamente: "¿Quieres que te acepte de nuevo? Sigue soñando".
Elena, antes una heredera mimada, lo perdió todo de repente cuando la verdadera hija le tendió una trampa; su prometido la ridiculizó y sus padres adoptivos la echaron. Todos querían verla caer, pero ella desveló su verdadera identidad: heredera de una inmensa fortuna, famosa hacker, top diseñadora de joyas, autora secreta y doctora talentosa. Horrorizados por su glorioso regreso, sus padres adoptivos le exigieron la mitad de su nueva fortuna. Elena denunció su crueldad y se negó. Su ex le suplicó una segunda oportunidad, pero ella se burló: "¿Crees que te lo mereces?". Entonces, un poderoso magnate le propuso amablemente: "¿Puedes casarte conmigo?".
Jennifer Bennett, la legítima heredera de los Bennett, luchó denodadamente por el reconocimiento de su familia, solo para verse eclipsada por una impostora. Enfrentada a falsas acusaciones, acoso y humillación pública, Jennifer acabó renunciando a ganarse su aprobación. Con la promesa de superar la injusticia, ella se convirtió en la pesadilla de quienes la agraviaban. Los esfuerzos de la familia Bennett por doblegarla no hicieron sino alimentar su éxito, llevándola a la altura con la que sus rivales solo podían soñar. Alguien le preguntó: "¿Te sientes defraudada por tus padres?". Con una sonrisa tranquila, Jennifer respondió: "No importa. Al final, el poder prevalece".
Rachel pensaba que con su devoción conquistaría a Brian algún día, pero se dio cuenta de que se había equivocado cuando su verdadero amor regresó. Rachel lo había soportado todo, desde quedarse sola en el altar hasta recibir un tratamiento de urgencia sin su presencia. Todos pensaban que estaba loca por renunciar a tanto de sí misma por alguien que no correspondía a sus sentimientos. Pero cuando Brian recibió la noticia de la enfermedad terminal de Rachel y se dio cuenta de que no le quedaba mucho tiempo de vida, se derrumbó por completo. "¡No te permito que mueras!". Rachel se limitó a sonreír. Ya no necesitaba a ese hombre. "Por fin seré libre".
"¡Ahh!". Ella solo podía gemir, a pesar de que no amaba a ese hombre; de hecho, lo odiaba. Las manos del hombre recorrían todo su cuerpo. Ella jadeó cuando él comenzó a bajarle el cierre del vestido. Este terminaba en su cadera, así que terminó con la espalda y la cintura descubiertas. "No me toq... ¡mmm!". El hombre movió sus dedos por su espalda descubierta y presionó su cabeza contra una almohada. Los toques le provocaron escalofríos a la chica. "Haré que te olvides de sus toques, besos y todo lo demás. Cada vez que toques a otro hombre, solo podrás pensar en mí". ---- Ava Adler era una omega nerd. Los demás la molestaban porque pensaban que era fea y poco atractiva. Pero Ava amaba en secreto a un chico malo, Ian Dawson. Él era el futuro Alfa de la manada Mystic Shadow. Sin embargo, a él no le importaban las reglas ni las leyes, solo le gustaba coquetear con las chicas. Ava no era consciente de la arrogancia de Ian hasta que su destino se entrelazó con el del joven. Él la descuidó y la hirió profundamente. ¿Qué pasaría cuando Ava se convirtiera en una bella capaz de conquistar a cualquier chico y, al verla, Ian se arrepintiera de sus decisiones? ¿Y si ella tenía una identidad secreta que aún no había descubierto? ¿Y si cambiaban las tornas e Ian le suplicaba que no lo dejara?