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¿ Cuál es la forma de saber que algo que la gente no a visto es real? Luca a sus solo diecisiete años descubre que los espíritus viven entre nosotros y no pueden ser vistos por algunas personas. Se sabe que de la noche a la mañana la vida de uno puede cambiar sin esperar a nadie, pero Luca no sabía que un cambio. tan drástico se aproximaba cada vez más. Después de todo, no es muy fácil asimilar que el ángel de la Muerte y Lucifer vengan por ti.
¿Crees en los fantasmas, demonios y ángeles? Muchas personas no creen en esto, y debo decir que yo era una de esas personas, sin embargo el destino tiene muchas cosas preparas para uno sin saber nada al respecto. Como dice el famoso dicho uno propone y Dios dispone .
Luca era un chico de dieciocho años de edad, su cabello era negro y sus labios eran un tanto horribles, su contextura era delgada, pero no al extremo, su estatura era pequeña y tenía unas mejillas abultadas. Su piel color canela y ojos rasgados llamaban la atención de cualquier persona que estuviera cerca de él. Su madre era la señora Rose, tenía cuarenta años de edad, pero su físico demostraba que tenía unos treinta, era dueña de una de las empresas más grandes de moda en Corea, por ende tenía una fama un tanto reconocida.
La pequeña familia Roger constaba de sólo dos integrantes, el esposo de la señora Rose y padre de Luca, falleció hace muchos años, cuando Luca era tan sólo un niño pequeño, logrando que este no recuerde nada de su querido padre. A pesar de todo eso, Luca siempre fue una persona fuerte y carismática. El dinero no lo era todo para ellos, la familia Rogers era ante todo humilde y cariñosa, sabían perfectamente que el dinero no era nada más que hojas de papel con colores y números, eso no compraba la felicidad, en cambio el amor lograba mantenerlos unidos. ante todo.
El último año de Luca era este, ya se estaba preparando para poder postular a las universidades más reconocidas del país, aunque no tenía bien claro lo que quería hacer. Muchos tenían su futuro planeado, cada detalle estaba escrito y listo, sin embargo Luca no podía, no sabía que era lo que quería ser, tener o vivir, por más que intentará le era casi imposible poder pensar en algo que fuera relacionado con su futuro. .
Las siete de la mañana marcaba el reloj de la mesita de noche, con pereza Luca se puso de pie y apago este, camino en dirección a la ducha con su uniforme en mano para poder vestirse. Este año sería el último, pero sería uno de los mejores que podría tener algún adolescente. Al salir de la ducha bajo las escaleras para poder comer algo, un café de vainilla y una que otra fruta se encontraban en la mesa, no comió demasiado, pues los nervios lo carcomían lentamente.
- ¿Sabes que estar nervioso no trae nada bueno verdad? - comentó su madre tomando asiento frente al muchacho.
- ya lo se, pero no puedo evitarlo, es el ultimo año y no estoy listo para lo que vendrá - susurro un tanto triste.
- por esa misma razón debes estar feliz, es tu último año y deberías aprovecharlo al máximo-
- lo sé, pero se me hace difícil, debo intentar de relajarme y concentrarme en otras cosas- desvío la mirada al reloj, ya eran las siete con veinte y debía marcharse.
- ve antes de que llegues tarde- llamativamente su madre y se puso de pie para salir de la cocina.
Luca corrió rápidamente al segundo piso para poder llevar su bolso, dentro guardó algunos cuadernos y lápices para tener de repuesto, carga el bolso y camino a la entrada, sin embargo un ruido de algo cayendo interrumpió su acción. Se giro y observar atento lo que había caído, era un pequeño crucifijo de madera, no sabía de dónde había salido, su madre no compra ese tipo de cosas, y Luca no guardaba algo así en su bolso, algo no estaba bien con esto, un escalofrío recorrió su cuerpo de pies a cabeza. Ignorando aquel objeto lo dejó en la ventana y se marchó.
Ya fuera de su casa comenzó a caminar en dirección a la escuela, el frío penetraba sus huesos y el vapor se podía ver cuando respiraba. El invierno llegó más fuerte que nunca, y al parecer no tenía ganas de irse pronto.
- hola- una voz femenina se le hizo reconocida, era su mejor amiga Lisa.
-Hola Lisa- sonrió amable.
Ambos se conocieron hace quizás unos cuatro años, desde el primer día en el que se vieron supieron que serían buenos amigos y nadie cambiaría eso.
-¿Qué tienes planeado para este año?- pregunto la rubia.
- la verdad no lo sé, supongo que hacer este año el mejor que tuve - suspiro agotado.
- no es para tanto, yo creo que será popular- dijo en tono de burla.
- sabía que te gustaba esa idea -
Ambos comenzaron a reír, pues sabían que era casi imposible que Lisa fuera popular, o alguno del grupo de amigos, pues los populares ya tenían su grupo, y al parecer estaba lleno.
- uno nunca sabe, tal ves hacer una gran fiesta o algo así funcionar - comentó la chica.
-podría ser- sonrió.
Entre algunas risas y bromas llegaron al gran establecimiento, parecía que este año estaba más lleno de estudiantes que años anteriores, todos entraban y salían desesperados buscando a sus amigos rápidamente para poder contar los nuevos chismes que ocurrieron.
-iré a buscar a Mel, luego nos vemos- Lisa se despidió de Luca y se marchó.
Luca camino en dirección a los casilleros, tenía un sentimiento extraño que no podía descifrar, más escalofríos estaban presentes, al estar frente a su casillero dejó su bolso en el suelo y comenzó a guardar algunos libros. Tal vez era el frío de la mañana, o los nervios que sentía por entrar al último año escolar, los ignoraba nuevamente y seguía con lo suyo. Le parecía extraño que ninguno de los estudiantes lo saludara o dijera algo, pues era el presidente del club de estudiantes, muchas personas lo saludaba o daban ideas para las fiestas que se realizan todos los años, pero esta vez evitaban su mirada, y no sólo eso, evitaban estar cerca de él y se alejaban un poco. Una voz interrumpió su acción, reconocería esa voz donde fuera, supo al instante que era su mejor amigo.
- hola Luca - una voz masculina y profunda se hizo presente.
-Hola Matt-sonrió feliz.
-¿Que cuentas? - Matt se acercó para poder abrazar a su amigo, pero al instante se detuvo y retrocedió.
- ¿Ocurre algo? - preguntó curioso.
- wow... Amigo tienes un aroma terrible - susurro solo para que el escuchara.
- gracias por el cumplimiento -
- no, lo digo de verdad, diez - entrego un frasco de perfume para el chico.
- no entiendo, hace unos minutos estuve con Lisa y al parecer olía normal - comenzó a aplicar aquel perfume.
- no se que te pasó, es como si hubieras matado a alguien -
- la verdad no entiendo lo ocurrido -
El aroma era más peculiar que antes, pues era un olor similar a la carne en análisis, algo ya muerto de algunos días. El timbre sonó por todos los lugares del establecimiento, los chicos se dirigieron a sus respectivas clases cansados de seguir la nueva rutina, otros iban más felices de lo normal quien sabe por qué.
- ¿Vamos? - preguntó Luca al alcalde.
- iré al baño, luego te alcanzo - respondió Matt.
A pesar de que Matt tenía una voz muy varonil y su aura también, era un chico dulce y tierno, le encantaba relajarse mientras escuchaba música. Muchos lo tachaban del chico malo de la secundaria, pero nadie se daba cuenta de que Matt era prácticamente un niño pequeño dentro de un cuerpo de adolescente. Siempre fue muy tímido frente a las nuevas personas que conocía.
Luca se dirijo a su asiento y espero la entrada del profesor, en eso otro escalofrío se hizo presente, esto ya no era por el frío, estaba seguro de eso. Frente a él se encontraba sentada Lisa y otro de sus amigos, Alex.
-¿Ocurre algo Luca? - Lisa noto al mayor un tanto inquieto.
- no pasa nada - le resto importancia.
La clase ya había comenzado y Matt aún no llegaba a esta, a Luca le pareció un tanto extraño, pues su amigo no se saltaba alguna clase a no ser de que sea de mucha necesidad. Tal vez algo malo le había pasado.
- ¿Saben algo de Matt? - susurro para ellos.
- antes de venir a clases lo vi en el baño - respondió de igual manera Alex.
No sabía si era su idea, pero Luca sentía que las cosas no estaban siguiendo el orden que debían seguir. Tal vez algo o alguien era el causante de esto.
-¿Que se siente estar muerto tanto por dentro como por fuera ?- - Me sentí muerto, desde que nunca más vi su bella sonrisa otra vez -
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