Saga Dark Night 1: Subsistencia

Punto de vista de Rowan

La noche estaba llegando, mientras el sol se ocultaba y la luna se alzaba en el cielo como la reina de la noche, el hombre tenía los párpados cansados como si llevara horas conduciendo a través de la espesa neblina con la mirada apagada y perdida, la mujer a su lado lloraba desconsoladamente mientras gritaba todo tipo de barbaridades, una pequeña niña castaña de unos seis años con una mancha en forma de estrella debajo del ojo derecho dormía como un angelito mientras sujetaba entre sus manos a un pequeño oso de peluche en el asiento de atrás sin percatarse de lo que sucedía a su alrededor.

De un momento al otro el hombre perdió el control del auto por lo resbaladizo que estaba el pavimento a causa de la tormenta la mujer soltó un grito ahogado mientras el auto daba vueltas de campana, ambos perdieron la vida en el acto y se formó un enorme charco de sangre la pequeña en cambio despertó... pero algo había cambiado, la marca de nacimiento brillaba.

-Ayudame. Sacame de aqui. No quiero morir.

El sueño siempre termina ahí, todo el tiempo me carcome la duda de saber qué le pasa a la pequeña luego de que despierte. En fin, es solo un sueño raro, tengo que ir a la escuela.

Al llegar a la cocina encuentro a mi madre sentada en la isla sin percatarse de mi presencia. Desde que papá se fue de viaje por trabajo Y hace un mes que no da señales de vida mamá está muy pensativa y entiendo su preocupación.

-Buenos días- saludo.

-Hijo has dormido bien te ves un poco cansado ¿Quieres que te prepare algo?

-No te preocupes el mismo sueño de siempre. Me preparo algo yo mismo.- ella solo atina a asentir.- ¿No hay noticias de papà?

La pregunta la trae de vuelta al presente. -No, parece estar tan ocupado que se le olvido que tiene familia.- haci se dio por concluido el intento de conversación que tuvimos.

Mamá seguía distante luego de desayunar así que tomé mis cosas y decidí ir caminando al instituto y despejar mis pensamientos en el camino.

Al llegar a escuela, me encuentro con Chaim, mi mejor amigo, y nos dirigimos juntos a la primera clase, cálculo.

-No se que hacer con Heidi.

-Sigue molesta.- asiente en aprobación a mi suposición.-Cual el motivo de la discusión número mil.

-Dice haberme visto besar a Lilith, en la fiesta de Mike, hace dos noches...- Su atención se desvía.

Me doy la vuelta para mirar a la causante de ello, una pequeña rubia de ojos marrones, Heidi, quien está tan inmersa en su conversación que no repara en la presencia de su novio.

-Heidi, podemos hablar.-la rubia lo mira de arriba a abajo, si las miradas quemaran de mi querido amigo no habrían quedado ni cenizas.-Por Favor.- insiste con una expresión de cachorro regañado por morder todo el calzado de su dueña.

-Estoy muy ocupada, no tengo tiempo para un idiota. Ve y sigue metiendo tu lengua hasta la garganta de Lilith.-le sonríe a su acompañante.-Vamos Crystal.-la pelinegra asiente y entrelaza sus brazos.

-Demonios, a la única a la que le meto la lengua hasta la garganta eres tú.-Heidi da media vuelta hecha una furia.-Nena, escuchame.

-Escucharte, ¡Escucharte! ¡Yo lo vi!

-No fui yo. Ni siquiera fui a esa fiesta.-Discuten, como siempre.

-¡Oh!, ahora dirás que fue mi imaginación¡¿Soy una mentirosa?-Heidi está tan roja de la cólera que en cualquier momento explotara. La pelinegra parece percatarse de su estado y aprieta su brazo en un intento por calmarla.

-Heidi, tranquilizate, escucharlo, el ojo humano no es inmune a los engaños.-Heidi parece calmarse un poco.

Suspira-Bien, si no eras tu quien mas va a usar tu moto y llevar puesta tu capucha favorita, la que yo te regale.

-No lo se.-ahora el que se exaspera con la situación es Chaim.

Hora de intervenir.

-Chaim dice la verdad.-Los tres pares de ojos me miran sorprendidos y expectantes por una explicación.-En realidad es una graciosa historia, por favor no me maten. El dìa de la fiesta pase por casa de Chaim para ir juntos, pero se negó igual me prestó su moto, cuando iba de salida pase por la cocina y accidentalmente derrame jugo de uva sobre mi camisa así que tomé prestada la capucha de Chaim. Así que a quien viste besando a Lilith no era Chaim sino yo.-La chica pelinegra suelta una risa suave. Al menos a alguien le divierte la situación un poco tensa que se formó por una simple confusión.

-Eras tú.-Exclamó Heidi-Ay amor lo siento.-Abraza a Chaim.

-Tontita, yo nunca miraría a otra chica que no seas tu. Todo es culpa de este idiota.-Apunta en mi dirección.

-Chaim, Heidi, lo siento chicos. Ya se para compensarlos, porque no los invito a almorzar luego de la escuela.

-Si, ¿verdad amor?-Pregunta Heidi a su novio, esté aprueba la oferta de paz.-Crystal, tú vienes con nosotros. Ahora vámonos que llegamos tarde a Álgebra II. Nos vemos chicos.-Le da un beso a su novio y se vuelve a colocar al lado de la pelinegra tomándola del brazo y desapareciendo juntas por el pasillo de la esquina.

-Hombre, en las que me metes.-Bajo la cabeza avergonzado.-Ja, vamos que nosotros también llegaremos tarde.