/0/16610/coverbig.jpg?v=ffd9202748fe6d4e0b78582c953e56fd)
Fabiola, una maquilladora profesional, está en una relación estable y feliz con Danilo, un recien CEO de una empresa de autorepuestos; pero se encuentra entre la espada y la pared cuando conoce al hermano de su novio, Diego, un piloto de avión de prestigio, el cual resulta ser su antiguo amor de adolescencia que la dejó después de que en un noche ella se entrega a él en cuerpo y alma.
Contra reloj, termino de corregir el maquillaje en el párpado de Aitana, mi clienta estrella. Me hago a un lado para que pueda ver el resultado en el espejo y al verse grita de emoción. Pronto me toma por los hombros, me sacude, emocionada, y sonríe ampliamente.
-¡Eres la mejor, Fabiola!
-¡Ahora ve y amarra a ese hombre! -la motivo.
Aitana va de un lado a otro en la habitación y se acerca para darme un beso en la mejilla.
-¡De por vida! -asegura-. ¿Vas a la fiesta?
-Por supuesto que sí, ¿cómo no? Tengo que retocarte.
-No te preocupes demasiado por esto, amiga, antes de que acabe la noche seré bruma y candela. Cualquier rastro de elegancia desaparecerá...
Reímos por ello y la veo partir hacia la puerta para dejar entrar a sus damas de honor. Resulta que hoy es su gran boda con un irlandés que conoció gracias a su trabajo de influencer, así que todo es bastante desesperante y extravagante para ella.
Siento un poco de nostalgia al ver cómo sus damas terminan de poner la parte delantera de su gran vestido y salgo de aquí. La verdad es que casarme sí estuvo en mis planes, desde muy pequeña, pero un día cambié de opinión. Y me mantengo firme en mi decisión.
Me encuentro con algunos invitados famosos en el camino mientras salgo de la mansión de los padres de Aitana, saludo a algunos conocidos y avanzo hasta la calle, intentando encontrar el auto.
-¿Te llevo, hermosa? -me dicen.
Sonrío con picardía al ver a mi novio con su traje de oficina, en su Mercedes, así que camino hasta asomarme en la ventana del auto y pretender que estoy dudando.
-Depende...
-¿De qué? -cuestiona con inocencia.
-De si vamos a comer algo rico antes de que vuelvas al trabajo o no.
Danilo achica los ojos sabiendo que no tiene opciones, y abre la puerta desde adentro para dejarme pasar. Sonrío victoriosa.
-Eres mi pesadilla -susurra en mis labios antes de besarme con devoción.
La piel se me eriza, no solo por esa frase, sino que por lo apasionado de sus besos. Nos separamos con una sonrisa enamorada en nuestras caras y este pone a andar el auto segundos después.
Danilo y yo nos conocimos hace dos años, un catorce de febrero, día de los enamorados. El destino hizo de las suyas cuando fui a comprar flores en una nueva floristería en la ciudad; se las llevaría a mi madre, como todos los años, y este se encontraba en el mismo lugar, discutiendo con la dueña.
-Lo siento caballero, pero todas las rosas están agotadas.
-¡Pero las pre-ordené!
-Usted dijo que pasaría por ellas a las nueve en punto ¡ya es medio día! Vino un cliente ¡y se las llevó!
Yo presenciaba el espectáculo a un lado de la caja registradora, esperando pagar mi ramo de margaritas. El hombre lucía guapo, desde atrás se podía admirar su espalda ancha, su altura imponente, su perfecto corte de cabello, y desde allí claro que podía inhalar su perfume fresco.
-¡Mi padre va a matarme! -exclamó, dándose vuelta. Entonces nuestros rostros se encontraron y este parpadeó varias veces, sonrojándose en el acto y dejando mi corazón enamorado-. ¿Por qué su ramo tiene una rosa en el medio si me dijo que están agotadas? -le preguntó a la señora.
Eso me pareció divertido. Y ya lo demás, es historia.
Devuelta a la realidad nos encontramos en un fino restaurante. Danilo hace a un lado la silla para que yo tome asiento, y besa mi frente justo antes de irse.
Admiro su cuerpo trabajado por sus ejercicios matutinos que aún se ven por debajo de ese traje negro de oficina y suspiro.
Valoro y amo los momentos en que compartimos más de dos veces al día. Y es que hace tres meses lo han ascendido a gerente general de una empresa automotriz, una de las más grandes a nivel nacional. Así que entre mi horario independiente, y el suyo limitado, poco nos hemos visto.
No tardamos en ordenar nuestros platillos favoritos. Y me acerco a él para quitar de su cabello rubio unas pelusas color purpura que no había visto antes.
-¿Qué es? -me pregunta.
-Nada -respondo despreocupada-. ¿Cuántos minutos tienes?
Toma mi mano y las entrelazamos sobre la mesa.
-Veinte.
-¡Ronda de preguntas rápidas! -sugiero con diversión. Y mi apuesto novio asiente sonriendo-. ¿A qué hora saldrás hoy?
-Depende del trabajo que llegue, pero seguramente a las siete y media.
-¡Bien! Te invito a la fiesta de celebración por la boda de Aitana.
-Cierto que hoy se casa...
-¡Sí!
Recibimos la comida y ruedo los ojos cuando la mesera se va. Esta muchachita que tiene aproximadamente unos cinco años menos que yo, cada que Danilo y yo venimos no deja de pelarle el diente, aunque note que esté conmigo. Sé que mi limite lo pasará pronto.
-Bien, ¡iré! -dice besando mi mano.
Seguimos la ronda de preguntas rápidas mientras comemos, divirtiéndonos y disfrutando el uno del otro por este corto tiempo. Hasta que los minutos se nos van y antes de dejarme en casa de mis padres, se despide con otro beso apasionado.
El teléfono en mi cartera suena, entonces lo saco para recibir una llamada de mi cuñada.
-¡Tienes que venir a casa ahora! -me exige mi cuñada, Giselle.
Dejo mis cosas del trabajo en la mesa, le doy un beso en la frente a mi padre quien lee el periódico y me da la bendición.
-¿Por qué?, ¿ocurre algo? -pregunto al teléfono.
-Es una sorpresa para Danilo -me explica ella-. Cuñi, por favor... ¡No tengo ni idea de cómo decorar! ¡La creatividad la tienes tú! ¡Veeeen! ¡Sin ti la sorpresa no estará completa!
Rio por su tono de suplica, y sacudo la cabeza.
-Bien. Iré en cuanto me dé una ducha... -le aseguro.
-¡Te esperamos! -Y ella cuelga.
Entonces mi padre alza la mirada pata prestarme atención y habla.
-Hija, ¿cómo te fue con esa mujer fresa?
-Se llama Aitana, papá. Y no es fresa. Es rica -respondo alzando mis hombros.
-¡Yo también lo soy y no hablo de esa manera!
Ambos nos carcajeamos por esto, pero no tardo en prepararme para ir a la casa de la familia Monsalve. Ya que sé que se trata de una sorpresa en casa y tal vez cenemos allá, me visto de acorde a la ocasión. Recojo mi cabello negro largo con una coleta alta, un suéter color vainilla el cual meto por dentro de mi jean cargo oscuro, una correa color crema, y zapatos casuales color blanco. Me maquillo sencillo pero con un tono marrón oscuro en los labios con algo de bálsamo y llevo en mano mi cartera de cuero marrón.
Tomo un Driway y en cuanto estoy a punto de tocar la puerta de la mansión, la puerta es abierta antes y soy llevada hacia adentro por mi cuñada. A penas tiene dieciséis años. Y es tan hermosa como su hermano; de cabello castaño, pero largo como el mío, y una silueta con más carne que yo.
-¡Fabiola llegaste! -me saluda la señora Daniela, tan idéntica físicamente a mi novio-. Menos mal, porque Giselle estaba por incendiar la maquina de inflar globos.
-¡Ay, mamá! -se queja la castaña.
-No le pares, Fabiola, sálvanos la celebración -me pide mi suegra, llevándome a la sala en donde hay una mesa con cosas para decorar-. Resulta que mi hijo Diego viene de Madrid ¡finalmente se ha tomado unas vacaciones! Y debe llegar en unas dos horas más o menos. Así que la celebración es para ambos, porque Danilo no sabe que su hermano vendrá.
La responsabilidad cae en mis hombros. Danilo me ha comentado que tiene un hermano, pero jamás lo he conocido. Primero porque la verdad es que muy pocas veces compartimos con su familia, pues Danilo prefiere que viajemos o salgamos a comer fuera. Y segundo, porque el tal Diego es un piloto de avión en su mejor época, así que no tiene tanto tiempo disponible. Aunque sí me parece increíble que en un año y medio de noviazgo con Danilo no le haya visto una mísera fotografía con su hermano.
Rápido con la ayuda de la máquina Giselle infla globos mientras yo los inflo con mi boca; comenzamos a ordenar todo bajo mis indicaciones, apresuradas, pero el timbre suena.
-¡El delivery de los postres! -exclama Giselle corriendo hasta la puerta para abrir, pero pronto hay silencio y luego un grito que se escucha por toda la casa-. ¡Qué emoción! ¡Mamá! ¡Papá! ¡Diego llegó!
Exhalo el aire de mi boca que iba hasta el globo. Porque de nada sirve que siga intentando decorar. Entonces en vista de que siempre he querido conocer a este sujeto, camino hasta la entrada.
Sonrío ampliamente al poner las manos dentro de mis bolsillos mientras todos se le abalanzan al hombre y lo saludan con lágrimas.
-¿Puedes creer que tuvimos que llamar a tu cuñada para que nos ayudara a decorar? -expresa Daniela-. ¡Teniendo una hermana de dieciséis que quiere ser diseñadora!
-Esta generación de cristal... -dice la voz del hombre, y se me eriza la piel cuando todos se apartan-. No saben hacer nada y todo les parece ofensi...
Se me detiene el corazón cuando sus ojos se enfocan en mí.
-¿Diego? -cuestiono en un hilo de voz, abrumada y sorprendida de verlo después de tanto tiempo.
No puedo creer que el hermano de mi novio y él sean la misma persona.
-¿Disculpa? -Él me mira de abajo arriba. Esa mirada la conozco como la palma de mi mano-. ¿Te conozco? -Sonríe sin problema.
Jadeo por su atrevimiento, y la garganta se me seca como el corazón, lentamente. Porque él no ha cambiado, y yo tampoco. Solo tenemos algunos años más.
-¿Se conocen? -inquiere mi suegro, poniéndose al lado de Diego.
Mi corazón no deja de doler, mucho menos cuando recibo una explicación.
-Diego es mi hijo -dice la señora Daniela mientras lo abraza, pero a este no parece agradarle mucho su toque-. Vivía con su padre pero se vino a vivir conmigo hace años.
Pero las palabras no salen de mi boca por más que intento hacerlo. No dejo de ver los ojos color avellanas del chico que ahora es un increíble y apuesto hombre, que era el amor de mi vida, pero de la noche a la mañana me rompió el corazón y se fue sin darme alguna explicación.
La esposa de un adinerado senador que se postula a la presidencia, se da cuenta de que su matrimonio no es lo que siempre había soñado. Sin embargo, el día en que parece que todo está perdido, conoce a Elian Davis; un ex militar atormentado por problemas del pasado, el cual, sin saber la razón, queda completamente maravillado nada más y nada menos que de Ella: La esposa del candidato a la presidencia en Gales.
Tom es un hombre aparentemente sometido por su esposa millonaria. Cansado y humillado, Tom decide elaborar un plan para huir de su mujer; sin embargo, cuando sale mal, esta lo amenaza con quitarle a su hijo, por lo que, devastado, se rinde. Unas semanas después de ese acontecimiento que le demostró que su esposa era realmente cruel, este se reencuentra con uno de sus mejores amigos de la infancia, Kris Jones, el cual solía ser un actor de contenido adulto. Entre su desahogo, Tom le suplica a su amigo ayuda para deshacerse de su cruel mujer. Sin embargo, todo dará un giro inesperado cuando Kris la conozca, pues resulta ser una de las tantas mujeres con quienes se acostó en su vida de desenfreno. ¿Podrá Kris ser la salvación de Tom... o su destrucción?
Rachel hackea la red social del interés amoroso de su cliente favorito, Dylan Maldonado, quien es un joven abogado. Sin embargo, el problema se presenta cuando al hacerlo, ambos se ven en la obligación de dejar sus vidas a un lado tras descubrir algo que nadie, absolutamente nadie, debía saber. Los sentimientos por el otro crecerán cada día así como la acción y el drama en su huida, ¿podrán Rachel y Dylan superar los obstáculos y estar juntos hasta el final?
Una relación de sangre los separa, pero una mentira los unirá. Y el deseo los llevará a pecar, hasta que su amor prohibido sea difícil de ocultar.
René Duque solo es un beisbolista sexy, caliente, adinerado, filántropo, y con una personalidad deslumbrante; tan perfecto que no parece completamente real. Por otro lado, Marina, su fisioterapeuta y masajista, es demasiado curiosa y desconfiada como para creer que tanta perfección sea cierta. En el transcurso de esta historia Marina intentará no perder la cordura y sus bragas en el proceso. Mientras él hará lo posible para no enamorarse de ella y esconder su secreto. Es una historia de amor, ambición y redención, que explora las consecuencias de nuestras decisiones y el poder del amor verdadero para superar cualquier obstáculo.
El esposo de un adinerado y poderoso senador, después de darse cuenta que su matrimonio no era lo que siempre había soñado, conoce a Elian Davis, un ex militar buscado y atormentado por problemas del pasado, el cual, sin saber la razón, queda completamente maravillado nada más y nada menos que de Él. "Pude haberme enamorado de cualquiera aquella noche, pero lo hice de ti: el esposo del senador"
Allison se enamoró de Ethan Iversen, el futuro alfa de la Manada Moonlight Crown. Siempre quiso que él se fijara en ella. Sin embargo, Ethan era un alfa arrogante que pensaba que una débil omega no podía ser su pareja. El primo de Ethan, Ryan Iversen, que había vuelto del extranjero y era el verdadero heredero de la manada, nunca intentó conseguir el puesto ni mostró ningún interés por él. Era todo un alfa playboy, pero cuando regresó a la manada, una cosa cautivó sus ojos y fue Allison.
"Durante su trabajo de medio tiempo en un bar clandestino, Wendy se emborrachó accidentalmente. Cuando se despertó, se dio cuenta de que la habían confundido con una prostituta y que había perdido su virginidad. Después de tener una aventura de una noche con Charlie, un hombre increíblemente guapo, Wendy tiró doscientos dólares para defender su dignidad. Sin embargo, el comportamiento arrogante de Wendy molestó a Charlie, quien, en venganza, volvió a llevarla a la cama. ""¿Qué quieres?"", dijo Wendy molesta. ""Asumir la responsabilidad de lo que te hice"", respondió Charlie sonriente. ""¿Pero cómo?"", Wendy continuó. ""Al seguir acostándome contigo""."
Acusada de asesinato, la madre de Sylvia Todd fue considerada una traidora por toda la manada, condenando a Sylvia a vivir el resto de su vida sola y humillada como una humilde esclava. Lo único que quería la chica era demostrar la inocencia de su madre de alguna manera, pero el destino nunca parecía estar de su lado. A pesar de todo, Sylvia nunca perdió la esperanza. Como el futuro rey licántropo de todos los hombres lobo, Rufus Duncan poseía un gran poder y estatus, pero tenía una inexplicable reputación de ser cruel, sanguinario y despiadado. Sin que todo el mundo lo supiera, había sido maldecido hacía mucho tiempo y se veía obligado a transformarse en un monstruo asesino cada luna llena. Aunque el destino no siempre favorecía a los dos, unió a Sylvia y Rufus como pareja predestinada. ¿Se hará justicia para la madre de Sylvia? ¿Podrán ella y Rufus desafiar todas las normas sociales y permanecer juntos? ¿Tendrán estas dos almas desafortunadas un final feliz?
Charlee fue abandonada en la boda y se convirtió en el hazmerreír de todos. Intentó mantener la cabeza alta, pero acabó humillada cuando recibió un vídeo sexual de su prometido y su hermanastra. Devastada, pasó una noche salvaje con un atractivo desconocido. Se suponía que iba a ser cosa de una sola vez, pero él siguió apareciendo, ayudándola con proyectos y venganzas, todo mientras coqueteaba con ella constantemente. Charlee pronto se dio cuenta de que era agradable tenerlo cerca, hasta que su ex apareció de repente en su puerta, rogándole otra oportunidad. Su amante magnate le preguntó: "¿A quién vas a elegir? Piensa bien antes de contestar".
A veces el amor aparece de la manera más inesperada y en la forma de la persona menos pensada. Para Daniel, la vida a sus 40 años es una rutina entre sus tres hijos y su cargo de CEO de la empresa familiar. El fallecimiento de su esposa lo deja inmerso en la tristeza; creando, con el correr de los años, una coraza fría a su alrededor. Deanna tiene una vida normal, trabaja medio tiempo y estudia en la Universidad de Artes porque quiere lograr su sueño: cantar en la ópera. Solo le falta un año para terminar su carrera cuando su amigo Harry le pide ayuda desesperado. Una antigua regla familiar le impide casarse con su novia, la cual está embarazada. Para hacerlo, Daniel, su hermano, debe casarse primero. Para ayudarlo con su problema Daniel y Deanna acceden a fingir una relación y un matrimonio. Son tan opuestos que la atracción es inevitable. Él encuentra en ella la calidez que faltaba en su vida y Deanna el amor luego de una ruptura desastrosa. Finalmente, Daniel puede volver a tener una familia. Pero hay muchos intereses ocultos que buscan separarlos y alejarlos. El viaje es difícil, deben enfrentarse no solo a terceros que les complicaran las cosas, sino también a sus propios miedos e inseguridades. No es sencillo equilibrar 15 años de diferencia. Pero el corazón tiene razones que la misma razón nunca entenderá.
Durante tres años, Shane e Yvonne estuvieron casados, compartiendo noches acaloradas, mientras él aún estaba enamorado de su primer amor. Yvonne se esforzaba por ser una esposa obediente, pero su matrimonio se sentía vacío, construido sobre el deseo más que sobre el verdadero afecto. Todo cambió cuando se quedó embarazada, sólo para que Shane la empujara a la mesa de operaciones, advirtiéndole: "¡O sobrevives tú o el bebé!". Destrozada por su crueldad, Yvonne desapareció apesadumbrada y más tarde regresó, radiante de plenitud, dejando a todos boquiabiertos. Atormentado por los remordimientos, Shane le suplicó otra oportunidad, pero Yvonne sólo sonrió y respondió: "Lo siento, los hombres ya no me interesan".