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Eva tiene planes simples; irse a una escuela de música en Londres y explorar sus dotes como cantante. Pero los planes de sus padres son un cubo de agua fría, debe irse a vivir con su abuela durante un tiempo en otro país, un lugar desconocido y que para rematar es un reino. Su abuela es la directora de una escuela de la realeza y ella no puede odiar más la idea de irse a vivir a un lugar lleno de niños pijos. La vida siempre trae sorpresas y la de ella vino en forma de desastre. Su abuela planea casarla con un príncipe a costa de amenazas y situaciones horribles. Ella es rebelde, no se rinde tan fácil, ni se doblegará ante una señora que solo sabe causar daño. ¿Qué pasará cuando en vez de un príncipe termine en medio de dos? ¿Kylliam o Jared? Dos personas totalmente distintas pero que sin duda alguna formará parte fundamental en su vida. ¿Caerá Eva en la tentación? ¿O cumplirá con su frase Antes Muerta que Princesa?
La mayoría de los libros que he leído inician con la típica escena donde la chica se despierta, los rayos de sol entran por la ventana, ella bosteza y abre sus ojos. Luego describe meticulosamente su perfecta habitación. Su cabello sedoso y mágico siempre se le acomoda en ondas maravillosas, su madre la llama para desayunar y menciona que tiene un hermano comprensivo y amable que la lleva a clases cada día.
¡Para nada!
Eso es meramente ficción y tampoco va con mi vida. No tengo nada que ver con un libro de los que me regala papá, en el que todo es romance y flores. Donde la chica se enamora de un desconocido que es perfecto y el amor triunfa.
Esto es la vida real, que para nada se parece a la ficción. Los cuentos con finales felices y príncipes azules solo sirven para idealizar una vida perfecta que nunca conseguiremos tener, para crearnos aspiraciones que por mucho que luchemos nunca podremos conseguir.
Mi historia no comienza con ese mágico amanecer, en absoluto, comienza con la peor borrachera de mi vida.
-¡Qué me voy a ir! -grito dramáticamente y Livia se lleva una mano a la cabeza para negar riendo, el camarero me mira como si estuviera loca y yo me levanto tambaleándome un poco-. ¡Me voy a la Conchinchina, a una escuela de pijos!
Beber wiskey me ha sentado muy mal, no controlo lo que sale por mi boca, estoy muy borracha y en este estado soy un maldito desastre. Esta es una de las peores noches de mi vida.
Mis queridos padres me han dado la que he bautizado como la peor noticia, y he decido beber hasta perder la conciencia. Tal vez para muchos sería algo genial, pero para mí esto significa un horrible sacrificio y estaría dispuesta a todo por no tener que cumplir sus órdenes y hacer lo que quiera con mi vida.
-Estás muy borracha, Eva, mejor deja que Livia te lleve a casa. -Mi recién nombrado ex novio me toma de la mano y se la arrebato de un tirón.
Estamos en uno de los bares de la ciudad, mis amigos organizaron una pequeña reunión para despedirme puesto que mañana me marcho a ese lugar cuyo nombre no logro pronunciar en este estado de embriaguez. Livia está triste por mi partida, es mi mejor amiga desde los siete años, los demás van a olvidarse de mí en cuanto lleguen a sus casas. Sobre todo mi novio desde hace dos años, quien me acaba de dejar hace unos minutos, como si nos conociésemos desde hace tres días y no llevásemos dos años compartiendo saliva.
-Este es mi último día con mis amigos -digo alargando la "o" y tomando la botella en mis manos-, los voy a extrañar idiotas, han sido unos pésimos amigos, excepto Liv, claro, pero igual voy a extrañarlos.
Todos ríen y yo me dispongo a marcharme con la cabeza en alto. Me iré lejos, pero dejaré todo un incendio a mi paso.
No soy tonta, en esta mesa mi única amiga es Livia, los demás son un grupo de interesados que se acercan a mí por mi apellido y por pertenecer a una de las familias más influyentes de la ciudad, después de todo, los Toscano, son dueños de gran parte de los negocios de aquí.
-Nos veremos en las vacaciones Eva -añade Raisha con su mirada dulce, sin duda era buena fingiendo ser amable.
-Shh. -La mando a callar y todos se burlan-. Espero que para ese tiempo no sigas follándote a Drek porque Stella se va a enterar.
Raisha es una zorra que se acuesta con el novio de su mejor amiga, los he pillado muchísimas veces en la biblioteca de la universidad metiéndose mano. Stella es una buena chica y está demasiado enamorada del imbécil de su novio, así que mi acto de caridad antes de marcharme es sacarla de esa burbuja. Livia se pone de pie y me tapa la boca, Stella mira a Drek con cara de pocos amigos y Miss zorra pone cara de terror. Suelto un hipo y cómo puedo quito la mano de Liv de mi boca.
-Que arda Troya, bebés. -Los miro a todos riendo, al instante Stella se pone de pie para marcharse y Drek va tras ella. Creo que acabo de destruir una relación.
A mi lado mi flamante ex novio me dedica una mirada molesta con intención de intimidarme, y en respuesta, le saco la lengua y me río.
-¿Qué crees qué haces? -me pregunta enojado.
-¡Joel, tú ni me hables! -Lo señalo con el dedo-. Lis rilicionis a distincia ni fincionin -balbuceo en una mueca- ¡Me valen tres hectáreas de mierda tus excusas baratas!
Me duele bastante, llevo toda la noche con una sensación de opresión en el pecho y haciendo todo lo posible para no mirarlo, no hablarle. El alcohol fue la mejor opción para alejar las lágrimas y dejar mi lado perra afuera. Tenía la ligera esperanza de que pudiéramos continuar con nuestra relación a distancia y él podía ir a visitarme a la Conchinchina. No pretendía rendirme, y que haya sido él quien tomó la decisión, solo me confirmó lo que estuve pensando todo este tiempo: no me ama.
Livia me agarra del brazo y me hace caminar fuera de la mesa. Me siento como la mierda y estoy haciendo el intento de controlar mi llanto.
Tengo que irme de casa hacia un sitio desconocido, mi vida aquí no es perfecta, pero joder, soy feliz y la idea de comenzar desde cero me aterra.
-Basta Eva, estás diciendo cosas que no sientes, nos vamos.
-Que conste. -Pongo voz dramática, me seco mis lágrimas imaginarias y el hipo provoca que haga una pausa-. Que los quiero mucho a todos. -Lanzo besos al aire-. ¡Menos a ti! -recalco, enseñándole el dedo medio a mi ex.
«¡Dios! ¿Cómo pude durar tanto con alguien como él?».
-Solo quedan él y Raisha -me dice Liv riendo.
-¡Ah! Olvídenlo, no quiero a ninguno.
Dicho esto ambas caminamos fuera del bar, Livia me lleva agarrada de la cintura puesto que me voy para los lados. El bar me da vueltas y todo lo que hago es reír mientras jugueteo con las trenzas de mi mejor amiga.
-Espera aquí ¿vale? -me indica y asiento-. Voy a por un taxi.
Livia está tardando demasiado.
«¿Y si pido un taxi yo misma?».
¡Uy! Allí hay un coche.
-Hola, ¿necesitas ayuda...?
-No, no soy de aquí bonita...
-¿Segura que quieres que te lleve allí...?
Y procedo a crear una laguna mental.
Me pregunto quién fue ese chico y como llegué sana y salva a mi cama esa noche, después de haberme marchado borracha con un completo desconocido.
Mi vida no volvió a ser la misma; cambios, secretos, mentiras y un mundo completamente desconocido llegaron para enseñarme que algunas veces es necesario caer en lo profundo para volver a levantarse con mucha más fuerza.
Poison Apple es uno de los burdeles de la ciudad. Allí Bianka es vendida por su madrastra a un hombre desconocido, solo que él no cuenta toda su verdad. Ella será su sirvienta pero también la de sus seis hermanos. Era simple, lavar, limpiar y cocinar para siete hombre, pero todo se complica cuando empieza a desearlos en secreto.
"¡Ahh!". Ella solo podía gemir, a pesar de que no amaba a ese hombre; de hecho, lo odiaba. Las manos del hombre recorrían todo su cuerpo. Ella jadeó cuando él comenzó a bajarle el cierre del vestido. Este terminaba en su cadera, así que terminó con la espalda y la cintura descubiertas. "No me toq... ¡mmm!". El hombre movió sus dedos por su espalda descubierta y presionó su cabeza contra una almohada. Los toques le provocaron escalofríos a la chica. "Haré que te olvides de sus toques, besos y todo lo demás. Cada vez que toques a otro hombre, solo podrás pensar en mí". ---- Ava Adler era una omega nerd. Los demás la molestaban porque pensaban que era fea y poco atractiva. Pero Ava amaba en secreto a un chico malo, Ian Dawson. Él era el futuro Alfa de la manada Mystic Shadow. Sin embargo, a él no le importaban las reglas ni las leyes, solo le gustaba coquetear con las chicas. Ava no era consciente de la arrogancia de Ian hasta que su destino se entrelazó con el del joven. Él la descuidó y la hirió profundamente. ¿Qué pasaría cuando Ava se convirtiera en una bella capaz de conquistar a cualquier chico y, al verla, Ian se arrepintiera de sus decisiones? ¿Y si ella tenía una identidad secreta que aún no había descubierto? ¿Y si cambiaban las tornas e Ian le suplicaba que no lo dejara?
Linsey fue abandonada por su novio, quien huyó con otra mujer el día de su boda. Furiosa, ella agarró a un desconocido al azar y declaró: "¡Casémonos!". Había actuado por impulso, pero luego se dio cuenta de que su nuevo esposo era el famoso inútil Collin. El público se rio de ella, e incluso su fugitivo ex se ofreció a reconciliarse. Pero Linsey se burló de él. "¡Mi esposo y yo estamos muy enamorados!". Aunque todos pensaron que deliraba. Entonces se reveló que Collin era el hombre más rico del mundo. Delante de todos, se arrodilló y levantó un impresionante anillo de diamantes mientras declaraba: "Estoy deseando que sea para siempre, cariño".
Ibiza fue invitada a un evento importante de la empresa para la que trabaja y allí se encontró con una desafortunada situación. Sin que se dieran cuenta le suministraron un fuerte afrodisiaco, el cual la hizo pasar la noche con un hombre supuestamente desconocido. Sin embargo, aquel hombre resultó ser uno de los hijos de su jefe, pero todo se tornó complicado cuando producto de esa noche ella quedó embarazada. ¿Qué sucederá cuando un padre rechace a su bebé sin haber nacido y encima de eso pretende que lo aborten? Esa es una buena pregunta si resulta que años después regresas en busca de perdón para enmendar el error que jamás debió de haber sucedido.
Como simple asistenta, enviar un mensaje al CEO en plena noche para solicitar películas pornográficas fue un movimiento audaz. Como era de esperar, Bethany no recibió ninguna película. Sin embargo, el CEO le respondió que, aunque no tenía películas para compartir, podía ofrecerle una demostración en directo. Tras una noche llena de pasión, Bethany estaba segura de que perdería su trabajo. Pero en lugar de eso, su jefe le propuso: "Cásate conmigo. Por favor, considéralo". "Sr. Bates, está bromeando, ¿verdad?".
Después de que Ellie recuperara su verdadera identidad, se encontró en un inesperado matrimonio con el Sr. Thorpe, un hombre lisiado que era despreciado por todos. Su exnovio infiel aguardaba su arrepentimiento, mientras los demás la miraban con sorna. Sin embargo, para Ellie, su aclamado bar no era más que un proyecto secundario. Su vasta colección de joyas parecía trivial. Los mejores diseñadores estaban a su disposición. Poseía autos de lujo, grandes mansiones e incluso islas privadas. Tenía el poder de ganar prestigiosos premios y vengarse de su infiel ex y de la amante descarada de este. No obstante, para los extraños, su vida parecía aburrida, ensombrecida por la discapacidad de su marido. Un día, el Sr. Thorpe se levantó de su silla de ruedas, incapaz de mantener la fachada por más tiempo. "Ya no puedo seguir fingiendo. Mi mujer es demasiado extraordinaria", declaró. Ellie, con las manos en la cintura y los dientes apretados, se enfrentó a él: "¿Y el divorcio que prometiste?". Tocándole suavemente el vientre ligeramente abultado, el Sr. Thorpe respondió en voz baja: "¡En tus sueños!".
Jennifer Bennett, la legítima heredera de los Bennett, luchó denodadamente por el reconocimiento de su familia, solo para verse eclipsada por una impostora. Enfrentada a falsas acusaciones, acoso y humillación pública, Jennifer acabó renunciando a ganarse su aprobación. Con la promesa de superar la injusticia, ella se convirtió en la pesadilla de quienes la agraviaban. Los esfuerzos de la familia Bennett por doblegarla no hicieron sino alimentar su éxito, llevándola a la altura con la que sus rivales solo podían soñar. Alguien le preguntó: "¿Te sientes defraudada por tus padres?". Con una sonrisa tranquila, Jennifer respondió: "No importa. Al final, el poder prevalece".