Mi Vecino del Frente

Maya

Mi nombre es Maya, tengo 17 años y vivo con mi madre, y mi padre no vive con nosotras, pero no están divorciados y ni mi padre tiene otra familia, no es que me gustaría ser como las protagonistas de las telenovelas y contar mi triste historia, donde todos llorarían, entonces con eso me ganaría la simpatía de los lectores, pero mi progenitor solamente un día se despertó y decidió que era un enviado del cielo, que debía salvar el mundo y se marchó de casa, no se fue a comprar cigarros y nunca regreso, no algo tan dramático como en las películas, fue una decisión que tomó luego de hablarlo con la familia, es decir, con su esposa y su hija, y ahora viaja por diferentes lugares haciendo la obra como él le llama, de eso hace años ya que no lo veo en persona, no sé cómo mi madre lo soporta, pero esta es mi familia.

- ¿Maya? Escuchó que me llama mi madre, pero no le contesto, no sé porque, pero tengo una manía cada vez que me llama mamá me quedo pensando que contestarle, sin embargo antes que le llegue a contestar siento un golpe en la cabeza.

- ¿Ma, porque me pegas?. Duele.

-Tengo rato llamándote, pero es como si no me escucharas estas como en tu propio mundo, quien sabe que piensas.

- ¿Dígame mi amada señora?. Me acerco y le planto un beso en la mejilla a mi madre.

- Déjate de boberías y acompáñame a darle la bienvenida a los nuevos vecinos

-No quiero, estoy cansada.

- ¿ Y cansada de qué? Si se puede saber.- mi madre se pasa la mano por el pelo parece agotada. -Que yo sepa llevas toda la mañana en la cama y ni una paja has levantado.

-¡Ma! ¿cómo puedes decir eso?. Maya coloca la cabeza sobre el hombro de su madre y empieza a hacerce la víctima. -Mami no sabes que leer cansa, por eso tengo agotamiento metal y por eso debo descansar.

-¿Es en serio lo que me estás diciendo Maya?. La madre vira los ojos y se queda mirando a su hija como si esta tuviera un problema metal y no supiera qué hacer con ella.

-¡Ma! No me mires así, que no estoy loca.

-A veces pongo en duda tu estado mental. La madre de Maya niega con la cabeza y se gira para irse, pero se detiene como si de repente recordara algo. - Recuerda vestirte adecuadamente, en 10 minutos partimo hacia la casa de los nuevos vecinos.

-Per...

-Sin peros Maya. Sin más sale de la habitación y deja a su hija con la palabra en la boca.

No es que sea antisocial o algo por el estilo, pero no quiero ir, no por no quiera conocer a los vecinos, el problema es que justo en una hora se estrena el nuevo video de mi grupo favorito y me gusta ser de las primeras en verlos, aunque mi madre dirá que el video no sé ira del sitio web, me gustan las primeras impresiones, cosa que casi nadie entiende, ahora no lo podré ver por culpa de los vecinos.

- Tengo que buscar una forma de liberar mi enojo-. Dice mientras suspira tristemente.

Maya se queda pensando en que ponerse para resibir a los nuevos residentes de la calle, y de repente una idea malvada se le pasó por la cabeza, esta pensó eres un genio Maya, y procedió a ejecutar su plan...