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He transmigrado a una novela que no tiene un final feliz para Tari Aishane Dixon. La Emperatriz del Imperio Z, esposa del Emperador Toji Khalid Von el cual tiene una amante la cual ama y venera como si fuera una Diosa, la Amante Real Aisha Finch. Mi esposo no me ama y me desprecia, ama mas a su Amante que a mi, nuestros hijos son ignorados y mi vida pende de un hilo...¿Ser Emperatriz no era fácil? Creo que he descubierto que criar niños es realmente difícil. ¿Qué hare para sobrevivir? ¿Qué estoy haciendo en esta novela? ¿Encontrare el amor en esos brazos llenos de espinas o en los que otra persona? ¿Podre criar a mis hijos para que no mueran asesinados por la Amante Real? ¿Estas dispuesta a sacrificar tu felicidad por la vida de otras personas?
-EMPERATRIZ!!!-Grito una voz de mujer, abrí lentamente los ojos no sabía lo que había pasado, no sé qué había pasado.
-Emperatriz, despertó-Dijo la misma voz, mientras se secaba las lágrimas. Yo solo me preguntaba quien eran esas personas, que estaba pasando, porque me llamaban a mí.
Puse mis manos sobre mi estómago, pero al posarlas sentí que mi estomago estaba hinchado y grande, levante las sabanas asustadas para observar y puedo observar cómo estaba embarazada, en qué momento quede embarazada.
-Su Majestad, usted y su bebe ya están fuera de peligro-Exclamo un anciano que vestía de esmoquin, todo era raro hasta las mujeres vestían lo mismo, porque me han de llamar Su Majestad.
-¿Que ha pasado? -Pregunte y al hablar escuche como mi voz había cambiado. Allí me explicaron la situación, estaba discutiendo con la Señorita Aisha y me tropecé y caí golpeándome la cabeza y cayendo al estanque de la mansión.
-Dijiste Aisha-Dije procesando todo lo que me estaban diciendo, yo sabía que conocía ese nombre al cerrar mis ojos los recuerdos de ese momento surgieron.
-Pueden salir, necesito estar sola-Exclame y todos siguieron la Orden, dejándome en esa habitación diferente, me seguía tocando mi estomago se miraba que tenía entre 6 meses corrí al gran espejo para corroborar mis sospechas y al observarme pude verme, un cuerpo que no era mío.
-Tari Aishane Dixon-Dije mientras me tocaba el rostro. -No me digas que estoy en esa Novela-
La Novela llamada "Los dos acabaremos con el" cuenta la historia de Hades y Ares, gemelos nacidos de la Emperatriz Tari Aishane Dixon y el Emperador Toji Kalind Von, la emperatriz luchaba por ganarse el amor del Emperador algo que nunca logra, ni en su muerte, ya que el Emperador no le interesaba para nada la Emperatriz y prefería a su Concubina de nombre Aisha muy similar al de la Emperatriz, la emperatriz muere bajo un supuesto tropezón queda en coma 3 días y los bebes de su interior aún seguían vivos al tercer día sacan a los bebes de 6 meses para que vivíeran haciendo que ella muera en el acto, así el mismo día nacimiento de los pequeños Ares y Hades nombres elegidos por la Emperatriz se lleva a cabo el funeral de la Emperatriz, algo sorprendente es que el Emperador no fue a su funeral, paso toda la noche junto a su concubina, la concubina que había hecho que la emperatriz cayera estaba feliz porque pensaba que sería la nueva emperatriz.
Pero eso no llega nunca en su corta vida, ya que les prohíben casarse, ella con el resentimiento y saber que sus hijos no podrán tener un título de noble o ser el futuro emperador, empieza a intentar asesinar a los pequeños, el emperador nunca estuvo al tanto, nunca les prestó atención y eso que no tenían ningún rastro de parecerse a la emperatriz, los dos se parecían a él y solo a él. Pasan 16 años después de la muerte de la Emperatriz, los niños no tenían a nadie y ver a la madre de sus hermanastros intentando asesinarlos los hizo crecer demasiado rápido y ser llamados "Los Hijos benditos de Dios" algo que Aisha estaba furiosa, el tiempo avanza y descubren la verdad de la muerte de su madre y la poca importancia que le dio su padre a su madre durante el tiempo que estuvieron casados, los gemelos se corrompen por el odio a ellos dos, y ese mismo día hacen una masacre asesinando frente a los ojos del emperador al asesino de su madre, la concubina Aisha, el emperador se vuelve loco de la furia y intenta matarlos pero al final Ares consigue apuñalarlo primero a él así matando a su padre y a su madrasta. Los dos ascienden a Emperadores para gobernar el reino que su padre descuido por estar loco por la asesina de su madre.
-Fue una novela trágica, muchas muertes inocentes y mucha tristeza por parte de los pequeños gemelos que quisieron conocer a su madre, pero desde que nacieron los retratos de la emperatriz nunca se volvieron a presenciar, el abandono de su padre, los intentos de asesinato por parte de su madrastra, al final solo te tenían ellos dos-Dije mientras suspiraba y dejaba que las lágrimas cayeran por mi mejilla.
-Entonces en verdad moristes y yo estoy en tu cuerpo-Dije mientras en mi pensamiento se los dirigía a Tari.
-Te prometo que cuidare de estos pequeños que deseabas con ansia que nacieran para que le dieran felicidad a tu vida-Dije mientras tocaba mi ahora estómago.
En ese momento sentí como unas pataditas en el estómago, los niños estaban vivos, aunque aún nadie sabe que es, todos en la novela siempre sostuvieron que era niña por los síntomas, pero cuando vieron a dos hermosos niños se alegraron.
-Les prometo, aunque en mi vida anterior no quería tener hijos, a ustedes los amaré tanto como su madre los hubiera querido-Dije mientras me sobaba el estómago una y otra vez.
-Bien, es hora de recuperarme y levantarme para que Aisha no intente hacernos daño-Dije mientras recordaba la novela, se supo por la novela que Aisha siempre golpeaba, escupía y hería a Tari, Tari siendo una joven muy enfermiza y débil no se podía defender bien y aún más estando embarazada.
El Imperio Otomano es dirigido por Cihangir I, un joven audaz y un excelente Sultán, pero en su primer año como Sultán, no a traído descendencia a este mundo ni tampoco a hecho a alguien su favorita, que ha de pasar mientras tanto en los años que viene para el Imperio y para su vida.
Romina I, ascendió al trono a la edad de 15 años siendo tan solo una adolescente, 10 años pasaron y el Reino prospero pero el peso de traer un heredero y casarse llegaron tenia que tener un heredero, el matrimonio político es la mejor opción, tener a los herederos será lo primero el amor puede llegar después
Corinne dedicó tres años de su vida a su novio, pero todo fue en vano. Él no la veía más que como una pueblerina y la dejó sola en la boda para estar con su verdadero amor. Tras ser despechada, Corinne recuperó su identidad como nieta del hombre más rico de la ciudad, heredó una fortuna de mil millones de dólares y acabó llegando a lo más alto. Pero su éxito atrajo la envidia de los demás, y la gente trató constantemente de hundirla. El Sr. Hopkins, famoso por su crueldad, la animaba mientras ella se enfrentaba uno a uno a esos alborotadores. "¡Así se hace, cariño!".
Madison siempre había creído que se casaría con Colten. Pasó su juventud admirándolo, soñando con su futura vida juntos. Pero Colten siempre le fue indiferente, y cuando la abandonó en el momento en que más lo necesitaba, por fin se dio cuenta de que él nunca la había amado. Con la determinación de empezar de nueno y sed de venganza, Madison se marchó. Tenía por delante un sinfín de posibilidades, pero Colten ya no formaba parte de su vida. El hombre, por su parte, corrió a buscarla presa del pánico al darse cuenta de ello. "Madison, por favor, vuelve conmigo. Te lo daré todo". Sin embargo, fue su poderoso tío quien abrió la puerta y le dijo: "Ella es mi mujer ahora".
-Nuestro amor nos llevará a terminar como Romeo y Julieta. - ¿Juntos? - ¡No! Muertos. -Tú siempre tan romántica. -Y tú, tan estúpido. -Ya hablo doña perfecta. -Aunque te cueste reconocerlo, así que no pienso seguir perdiendo mi tiempo contigo. Me retiro antes de que se me pegue lo malo, con permiso joven Sanz. -Hasta nunca B-R-U-J-A fea. Espero que choques en tu escoba voladora y te destroces el rostro para no volverte a ver la cara de mustia amargada que tienes. -Qué tus buenos deseos se te multipliquen insecto -grito la chica al salir corriendo de la casa para tratar de llegar lo más pronto a la parada y alcanzar el último autobús que la llevaría de regreso a la Universidad de Barcelona, donde estudiaba. Esto era tan solo una pequeña pelea a la que se tenía que enfrentar cada vez que se encontraban en la residencia de la familia Sanz o donde coincidieran, en donde había sido contratada como niñera del menor de los hijos de la familia. - ¿Podrás algún día dejar tranquila a "Mi Vale"? Sigue por ese camino y me voy a asegurar que papá te quite todas las tarjetas, congelé todas tus cuentas y de pasada te ponga a trabajar para que dejes de estar molestando a mi chica. - ¡Mocoso! Nadie pregunto tu opinión, ¡Cuidado y abres la boca o me desquitaré contigo! Deberías de estar de mi lado y no de un espantapájaros como ese que no es parte de tu familia y a duras penas conoces. -Mira, quien habla, el chico más estúpido que puede existir en toda la ciudad, si no fuera por tu cara bonita, nadie se fijaría en ti. Te aseguro que en esa cabeza no hay ni gota de masa encefálica de la cual puedas presumir como ella. - ¡Basta! Lárgate a tú cuarto o voy a acabar contigo en menos de un segundo. - ¡Huy! Ya se enojó el niño bonito. Te estaré vigilando, no vuelvas a molestar a Vale. Si ella se marcha por tu culpa, me aseguraré de cumplir todo lo que te he dicho y sabes que no bromeo HER-MA-NI-TO. ¿Quién se atrevía a desafiarlo de esa manera? ¡Claro!, otro Sanz, uno que por lo menos conocía el amor y respeto a las personas sin importar su clase social o personalidad. Para este chico todas las personas eran iguales, hasta que demostraran lo contrario.
Tras dos años de matrimonio, Sadie por fin estaba embarazada, llena de esperanza y alegría. Pero su corazón rompió cuando Noah le pidió el divorcio. Durante un atentado fallido contra su vida, Sadie se encontró tendida en un charco de sangre, llamando desesperadamente a Noah para pedirle que la salvara a ella y al bebé. Pero sus llamadas quedaron sin respuesta. Destrozada por su traición, abandonó el país. Pasó el tiempo y Sadie estaba a punto de casarse por segunda vez. Noah apareció enloquecido y cayó de rodillas. "¿Cómo te atreves a casarte con otro después de haber dado a luz a mi hijo?".
"¡Ahh!". Ella solo podía gemir, a pesar de que no amaba a ese hombre; de hecho, lo odiaba. Las manos del hombre recorrían todo su cuerpo. Ella jadeó cuando él comenzó a bajarle el cierre del vestido. Este terminaba en su cadera, así que terminó con la espalda y la cintura descubiertas. "No me toq... ¡mmm!". El hombre movió sus dedos por su espalda descubierta y presionó su cabeza contra una almohada. Los toques le provocaron escalofríos a la chica. "Haré que te olvides de sus toques, besos y todo lo demás. Cada vez que toques a otro hombre, solo podrás pensar en mí". ---- Ava Adler era una omega nerd. Los demás la molestaban porque pensaban que era fea y poco atractiva. Pero Ava amaba en secreto a un chico malo, Ian Dawson. Él era el futuro Alfa de la manada Mystic Shadow. Sin embargo, a él no le importaban las reglas ni las leyes, solo le gustaba coquetear con las chicas. Ava no era consciente de la arrogancia de Ian hasta que su destino se entrelazó con el del joven. Él la descuidó y la hirió profundamente. ¿Qué pasaría cuando Ava se convirtiera en una bella capaz de conquistar a cualquier chico y, al verla, Ian se arrepintiera de sus decisiones? ¿Y si ella tenía una identidad secreta que aún no había descubierto? ¿Y si cambiaban las tornas e Ian le suplicaba que no lo dejara?
Los rumores decían que Lucas se había casado con una mujer poco atractiva y sin antecedentes. En los tres años que estuvieron juntos, se mantuvo frío y distante con Belinda, que aguantó en silencio. Su amor por él la obligó a sacrificar su autoestima y sus sueños. Cuando el primer amor de Lucas reapareció, Belinda se dio cuenta de que su matrimonio era una farsa desde el principio, una estratagema para salvar la vida de otra mujer. Entonces firmó los papeles del divorcio y se marchó. Tres años después, Belinda regresó convertida en un prodigio de la cirugía y una maestra del piano. Perdido en el arrepentimiento, Lucas la persiguió bajo la lluvia y la abrazó con fuerza: "Eres mía, Belinda".