Instalar APP HOT
Inicio / Romance / Ámame antes de que lloren las estrellas.
Ámame antes de que lloren las estrellas.

Ámame antes de que lloren las estrellas.

4.9
1 Capítulo
806 Vistas
Leer ahora

Acerca de

Contenido

Lo tengo todo. ¿Qué podría desear alguien como yo? Ser amado talvez. Mi abuela diría lo mismo de siempre. "Todo a su debido tiempo" Pero, el tiempo es un obstáculo cuando te enamoras de esa maravillosa y dulce voz. El problema, estoy en coma. Escuche lo último que ella dijo antes de despertar. "Si despiertas y aún estoy aquí, búscame bajo la lluvia de estrellas" Yo respondí dentro de mí "Te buscaré Estrella, juro que lo haré" Por ti Estrella, llegaré hasta el fin del mundo para encontrarte. Obra registrada bajo derechos de autor.

Capítulo 1 El accidente.

Un mes atrás.

—Esto tiene que parecer un accidente, Rogelio —dice la mujer, mientras lleva a su boca el cigarrillo.

—Lo sé, Amelia. Solo tengo una última pregunta. ¿Estás totalmente convencida de esto? Lo digo porque es tu propio hijo.

—Hablemos claro, querido, sabes que el imbécil de su padre le dejó todo a él, por esa razón no me importa si es un rey. Además, solo me embaracé para darle gusto a su padre.

—Está bien, tienes razón, esto solo es algo que nos pertenece y tiene que regresar a nosotros, lo haremos hoy mismo.

—Eso es lo que quería escuchar, querido. Aquí tienes, solo unas gotas es más que suficiente.

Elías.

—Elías, te amo más que nada en este mundo.

—Tú eres una chica increíble, no te merezco, Nadia.

—Por supuesto que nos merecemos el uno al otro, mi amor.

Una vida perfecta, una novia hermosa y todo resuelto para el resto de mi vida. Sé que Nadia es la mujer perfecta para cualquier hombre, pero, ¿lo es para mí? No lo creo, ella es la mujer más hermosa de la universidad, pero creo que mis gustos van más haya que una simple apariencia.

Llevo mucho tiempo diciéndome a mi mismo. Algún día me enamoraré de ella, pero, sé perfectamente que eso no será así.

—¿Qué dices, amor? Vamos al cine.

—Lo siento, no puedo, mi madre se siente un poco mal y quiero acompañarla.

—¿La señora Amelia está mal? Quiero ir a verla, llévame contigo.

No puedo decir que no, ella no conoce esa palabra, lo mejor será decir que sí.

—Por supuesto que puedes, Nadia.

Subimos a mi auto.

Durante el camino tengo la cabeza por las nubes, solo pienso en mi abuela, ella murió tres meses atrás. Ella me crío y la considero mi verdadera madre. Mi corazón se partió al escucharla llorar por mi abuelo cuando él murió de cáncer.

Eso rompió completamente mi mundo de apariencia, porque las únicas personas que me amaban con sinceridad ya no están.

Llegamos a la mansión que mi padre me heredó. Sé que en este momento Nadie dirá lo mismo de siempre.

—Amor, no veo la hora de que nos casemos y vivamos en este hermoso palacio.

Allí está otra vez, sabía que diría eso, siempre lo dice cuando viene conmigo.

—Adelante, Nadia, ve a saludar a mamá y yo bajo nuestras cosas.

—Está bien, amor, pero date prisa.

—¡Hola, Elías!

Es mi nefasto e insoportable tío. Cuando mi padre falleció mi madre no dudo en casarse con él.

—Lo siento, Rogelio, pero tengo un poco de prisa.

—¿Saldrás esta tarde?

—No. Por cierto, mamá dijo que se sentía mal, iré a ver como se encuentra.

Me doy la vuelta y camino lo más rápido posible para alejarme de él. Entro a la casa y en la sala veo a mamá sentada en el sofá como siempre, dice que se siente mal.

Le dije que aceptaría una beca el año pasado para estudiar en Suiza. Sé que no es necesaria la beca por el dinero que tengo, soy millonario. Pero, las becas se las dan como premio a los chicos más inteligentes. Mamá me hizo perder la beca y por el tiempo limitado me toco quedarme

acá en Italia.

Conocí a Nadia, creo que es lo único bueno que me paso en esa universidad.

Ella habla en voz baja con mi madre y sé que algo están tramando, se llevan muy bien.

—Mamá, ¿qué es lo que te pasa?

—No es nada, hijo, solo me mareo un poco.

—Tu mamá está bien, vamos al cine, amor —interrumpe Nadia.

—Sí, me parece que es una buena idea, hijo, ve con tu novia no te preocupes por mí.

No tengo de otra en este momento, sé que Nadia y mi madre no dejaran de insistir.

—Está bien, podemos ir por la noche.

Nadia salta de la emoción como una niña pequeña.

—Entonces me iré a mi casa a ponerme linda para esta noche.

—Pensé que te quedarías.

—Vine a ver a la señora Amelia, pero ella está bien, así que, yo iré a casa y pasas por mí.

—¿Quieres que te lleve? —pregunto.

—No, amor, tomaré un taxi y nos vemos en mi casa a las siete.

Ella se va y yo me despido de mi madre y subo a mi habitación, son las tres de la tarde, tengo un poco de tiempo para descansar.

Dejo mis cosas sobre mi escritorio y después me dejo caer sobre mi cama. Siento algo en el pecho, es como un presentimiento extraño. Quizás es por el examen trimestral.

No le doy importancia.

Alguien toca la puerta, le doy el permiso y entra mi madre.

—Hijo, te traje un poco de jugo natural de naranja como te gusta.

—Gracias, madre, creo que es lo que necesito, me siento agotado.

—Este jugo te será de mucha ayuda para recuperar energía, sé que la universidad es agobiante, más tú, sé que eres el mejor en toda la universidad y también sé que pasas por mucha presión.

Por primera vez mi madre me dice algo sensato.

—Sí, mamá, pero ahora quiero descansar.

—Te entiendo, amor, descansa.

Me acuesto y acomodo una almohada bajo mi cabeza.

Despierto

y veo de ya es de noche.

Veo la hora, no puedo creer que sean las seis y media. A penas llegaré a tiempo a casa de Nadia.

Lavo mi rostro solo con agua y salgo de mi habitación, bajo las escaleras.

—¡Hijo! Pensé que ya habías ido por Nadia.

—Me quede dormido, mamá.

Mi estómago ruge, tengo mucha hambre.

—No te muevas, te daré algo.

Mamá regresa con un batido.

—Hice un batido de frutas para mí, pero tú lo necesitas más que yo, tómalo y puedes irte.

No tengo de otra y lo bebo rápidamente, esto me quitará el hambre un poco.

Me despido de mamá y subo rápidamente a mi auto.

Durante el camino mi celular no para de sonar, sé que es Nadia, ella debe estar muy molesta, pero en este momento no puedo contestar podría tener un accidente. Siempre soy cuidadoso con esas cosas.

En diez minutos llegaré a casa de Nadia, pero me siento mal, mi vista se nubla y mi corazón bombea rápidamente, un fuerte dolor en mi pecho se apodera de mí.

Un dolor más fuerte en mi estómago hace que pierda el control, solo puedo escuchar los otros autos en descontrol.

Eso es lo último que recuerdo.

Seguir leyendo
img Ver más comentarios en la APP
Recién lanzado: Capítulo 1 El accidente.   09-08 08:34
img
Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY