/0/4781/coverbig.jpg?v=04fc4ddfddf7c8acbf8985836068c0ed)
Eveline se casó con Shane, un obstetra, a la edad de 24 años. Dos años más tarde, cuando estaba embarazada de cinco meses, Shane abortó al bebé él mismo y procedió a divorciarse de ella. Fue durante estos tiempos oscuros que Eveline conoció a Derek. Él la trató con ternura y le dio el calor que nunca antes había sentido ella. También le causó el mayor dolor que jamás había tenido que soportar. Eveline solo se hizo más fuerte después de todo lo que experimentó, pero ¿podría soportar la verdad cuando finalmente se revelara? ¿Quién era Derek detrás de su carismática fachada? ¿Y qué haría Eveline una vez que descubriera la respuesta?
Shane Hayes y yo llevábamos casi dos años de casados, aunque él nunca me demostró tener demasiado apetito sexual.
Por si fuera poco, a principios de este año me enteré de que estaba embarazada, así que mi marido se mudó al estudio y no volvió a ponerme un dedo encima con el pretexto de que tenía miedo de lastimar al bebé.
Tenía veintiséis años, estaba casada, esperando a mi primer hijo, y todas las noches tenía que dormir sola... ¡me sentía tan miserable!
Un día, aburrida de conversar conmigo misma, tomé mi teléfono y me metí a un foro en Internet, donde un comentario en particular llamó mi atención: alguien decía que tal vez la falta de interés de mi esposo se debía a que ya había visto muchos cuerpos femeninos.
Esto tenía sentido ya que Shane era obstetra de profesión, no obstante, había un pequeño detalle que no podía dejar de atormentarme.
Todas las noches, al entrar en su estudio, él se aseguraba de cerrar perfectamente la puerta. Éramos las únicas personas en esta casa, ¿por qué diablos tendría que encerrarse con llave? ¿Me estaba ocultando algo?
Desde esa vez, no podía dejar de pensar en eso, e incluso se convirtió en algo tan molesto que comenzó a torturar mi vida diaria.
Finalmente, en nuestro aniversario de bodas, no pude soportarlo más y decidí colarme a su estudio cuando él se fue a trabajar.
Eché un vistazo a mi alrededor y noté que el cuarto era sencillo y estaba decorado en tonos claros. Todo parecía ser muy normal a excepción del gran cajón en su escritorio, el cual estaba cerrado con llave.
Por suerte y sin que Shane lo supiera, yo tenía una copia de repuesto.
No era que quisiera invadir su privacidad, sino que había sacado una llave de repuesto por si él llegaba a extraviarla.
Decidida, respiré hondo y abrí el cajón rápidamente, aunque solo encontré algunos artículos de oficina y objetos que cualquier persona tendría. Sintiéndome aliviada, lo cerré de nuevo y mis labios se curvaron en una leve sonrisa.
Pero cuando pasé junto a su cama de camino a la puerta, mis ojos recorrieron inconscientemente la almohada. Fue entonces que me topé con algo que me hizo detenerme en seco.
¡Eran dos hebras de cabello rojo y rizado!
Yo era castaña y rara vez entraba en su estudio, ¡así que era imposible que fueran mías!
Pronto, mis ojos se clavaron en el bote de basura; un inconfundible olor a sexo emanaba de él y miré hacia abajo para ver que contenía varios pañuelos de papel arrugados.
¿Shane estaba escondiendo a otra mujer en casa?
Una vez que esta idea apareció en mi cabeza, sentí claramente que mi cuerpo comenzó a sudar frío.
Examiné cada rincón del estudio pero no había espacio para que ninguna adulta se escondiera aquí.
¡Tal vez estaba pensando demasiado en las cosas!
Además, lo más lógico era que si Shane me estuviera engañando, ciertamente lo haría en otro lado, ¿no? ¡Nadie podía ser tan estúpido como para llevar a su amante a su propia casa!
Quizás esos pelos eran de alguna colega o una paciente y eso era todo. En cuanto a lo que había en el bote de basura... definitivamente se había masturbado. Al final de cuentas, Shane era un hombre y tenía necesidades como cualquier otro.
Lo triste de este asunto era que prefiriera acariciarse a sí mismo en lugar de simplemente tener sexo conmigo...
Por la tarde, tomé mi bolso y me dirigí al supermercado como de costumbre, y aunque yo no podía beber, hoy era una ocasión especial, así que compré una botella de vino tinto.
Caminé feliz de regreso a casa y preparé todo para sorprender a Shane. Sin embargo, a medida que pasaban las horas, se hizo dolorosamente claro que él había olvidado qué día era, pues llegó más tarde de lo normal.
Con una tormenta de emociones arremolinándose dentro de mi pecho, traté de respirar profundamente para calmarme cuando mis ojos se posaron en la botella frente a mí. Mientras la decepción y el enojo se hacían presentes, estiré la mano y abrí el vino sin pensarlo dos veces.
Eran más de las diez de la noche cuando Shane cruzó la puerta principal.
Me puse de pie de un salto y lo abracé con fuerza en el momento en que entró en el vestíbulo. Él me devolvió el gesto, pero enseguida frunció el ceño y preguntó:
"¿Estuviste bebiendo?".
Yo envolví su cuello con dulzura y respondí: "Solo un poco".
"Estás embarazada", Shane me reprendió en tono de desaprobación mientras luchaba por soportar mi peso y agregó, "¿Por qué bebiste en tu condición?".
Cerrando los ojos, puse la cabeza en su hombro y expliqué:
"Quería que cenáramos juntos. Estuve esperándote por horas, pero como no llegabas, decidí comer yo sola y tomé un par de copas. Relájate, solo fue un poco de vino, ¡no afectará al bebé en absoluto! Además, hoy es nuestro segundo aniversario de boda, así que es una ocasión especial".
"Podrás decir lo que quieras pero sé que estás ebria. Déjame llevarte a la habitación".
Cuando me acostó en la cama, Shane se inclinó sobre mí y yo aproveché la oportunidad para acercar mis labios a los suyos.
"Cariño, bésame", susurré.
Mi esposo me complació con un beso a medias, pero varios segundos después se apartó y me miró a los ojos.
"Deberías ser más cuidadosa, Eveline Stone. Piensa en el bebé que estás esperando, no puedes comportarte como si fueras una adolescente impetuosa".
Aún con mis brazos en su cuello, me arriesgué a intentarlo una vez más, pues lo único que deseaba era hacer el amor con él.
"Tú eres médico y debes saber que es seguro tener relaciones sexuales pasado el primero trimestre de embarazo, solo tenemos que tomarlo con calma y no pasará nada. Por favor quédate conmigo, aunque sea esta noche...".
Pero a pesar de mi súplica, Shane me empujó a un lado, se enderezó y dijo mientras se quitaba la corbata: "Iré a tomar una ducha".
La verdad era que no bebí una sola gota de alcohol, estaba embarazada y sabía que era perjudicial para mí. Todo lo que hice fue echarme unas gotas de vino tinto en el cuello y convertirlo en mi perfume de esta noche pero nada más.
Luego de unos diez minutos, Shane abrió la puerta del baño y pasó por delante del dormitorio sin siquiera detenerse.
Entonces escuché que entraba al estudio y se encerraba como lo hacía habitualmente.
Me metí debajo de las sábanas por un buen rato hasta que reuní el coraje suficiente para ponerme los auriculares y sacar mi teléfono. Lo desbloqueé e hice clic en una aplicación que estaba vinculada al aparato que había comprado esa tarde.
De hecho, fue en el mismo supermercado donde adquirí el vino y la comida para nuestra cena de aniversario.
El estudio estaba insonorizado y nunca tuve reparos al respecto, ¡Shane jamás sospecharía que había un micrófono instalado debajo de su pequeña cama!
Cuando al fin tuve acceso a la aplicación, el sonido inconfundible de jadeos y gemidos llegó a mis oídos. Como resultado, un nudo se formó instantáneamente en mi garganta y mis ojos se llenaron de lágrimas.
Era bastante claro que no era que mi esposo careciera de deseo sexual, de hecho, parecía que estaba rebosante de libido en un grado casi incontrolable. Era solo que... él no quería estar conmigo.
No obstante, fue lo que escuché a continuación lo que me dejó sin aliento...
Brit Su, una chica con un gran objetivo en su vida: conocer a sus padres biológicos y la razón por la cual la abandonaron. Ella es trabajadora, soñadora y su pasión es ayudar a los demás, se embarca en un viaje a Shanghai su tierra natal para realizar unos proyectos En el transcurso de su viaje se encuentra con Daniel Ye, un joven CEO que ve la vida en blanco y negro, el cual no cree en el amor, pero en cuanto ve a Brit queda en un estado complicado que ni él sabe si es atraccion o amor. ella lo hará ver la vida de otra manera y colores. Lo de más lo tendréis que descubrir.....
Se rumoreaba que Fernanda, recién vuelta con su familia, no era más que una violenta pueblerina. Pero Fernanda se limitaba a esbozar una sonrisa despreciativa. Otro rumor sugería que Cristian, normalmente racional, había perdido el juicio, locamente enamorado de Fernanda. Esto la frustró. Podía tolerar los cotilleos sobre sí misma, ¡pero calumniar a su amado era pasarse de la raya! Poco a poco, a medida que salían a la luz las múltiples identidades de Fernanda como célebre diseñadora, experta jugadora, reconocida pintora y exitosa magnate de los negocios, todos se daban cuenta de que eran ellos quienes habían sido engañados.
Nadia Castillo realizó su primer cambio a los 18 años. Descubrió que su novio Alonso Pacheco no era su pareja. El padre de Nadia era un Beta de la manada Sangre Roja, y ella había entrenado junto al heredero de la manada, Alonso, desde la infancia, y se enamoraron. Cuando Alonso y Nadia se casaron, él prometió nunca traicionarla. Gracias a sus propios esfuerzos, Nadia se convirtió en una Luna perfecta y manejó la manada de lobos junto a Alonso. Sin embargo, la vida le gana a la película cada vez y, al enfrentar la traición de su marido, Nadia se enfrenta cara a cara con su propia muerte. ¿Pero es realmente la muerte el fin? ¿Cómo luchará Nadia contra los planes de sus enemigos y los malentendidos de Alonso? Se dice que lo que no te mata, te hace más fuerte, y una patada en el trasero es un paso adelante. ¿Conseguirá volver más fuerte?
"¡Ahh!". Ella solo podía gemir, a pesar de que no amaba a ese hombre; de hecho, lo odiaba. Las manos del hombre recorrían todo su cuerpo. Ella jadeó cuando él comenzó a bajarle el cierre del vestido. Este terminaba en su cadera, así que terminó con la espalda y la cintura descubiertas. "No me toq... ¡mmm!". El hombre movió sus dedos por su espalda descubierta y presionó su cabeza contra una almohada. Los toques le provocaron escalofríos a la chica. "Haré que te olvides de sus toques, besos y todo lo demás. Cada vez que toques a otro hombre, solo podrás pensar en mí". ---- Ava Adler era una omega nerd. Los demás la molestaban porque pensaban que era fea y poco atractiva. Pero Ava amaba en secreto a un chico malo, Ian Dawson. Él era el futuro Alfa de la manada Mystic Shadow. Sin embargo, a él no le importaban las reglas ni las leyes, solo le gustaba coquetear con las chicas. Ava no era consciente de la arrogancia de Ian hasta que su destino se entrelazó con el del joven. Él la descuidó y la hirió profundamente. ¿Qué pasaría cuando Ava se convirtiera en una bella capaz de conquistar a cualquier chico y, al verla, Ian se arrepintiera de sus decisiones? ¿Y si ella tenía una identidad secreta que aún no había descubierto? ¿Y si cambiaban las tornas e Ian le suplicaba que no lo dejara?
Uno mismo se arruina la existencia cuando permite que el orgullo sea quien gobierne nuestra vida. Cuando permites que se avive el sentirse traicionado. Yo permití que él creyera algo equivocado, y me dolía que pensara que era capaz de atentar contra la vida de mi propio hijo aún a sabiendas de que era producto del inmenso amor que le tenía. Ahora él iba a casarse... Ya no me sentía conforme con lo que vivía, ya me cansé de ser siempre la última en las prioridades de su vida, así me diga lo contrario y pronuncie la palabra te amo. Sus actitudes no me lo demuestran, aunque suele decirme mira mis actos. No podía seguir esperando a que me regalara minutos de su tiempo. A lo mejor él no nació para tener una vida de pareja, y yo no tenía por qué sacrificarme. El problema era que estaba embarazada y él no quería...
Rosina quedó embarazada accidentalmente después de pasar la noche con un extraño. Y para colmo de males, como resultado de un trato que hicieron, se vio obligada a casarse con el hombre con el que había estado comprometida desde la infancia. Aunque su matrimonio fue solo un trato, parecía que el destino quería que ella se enamorara de este hombre. A medida que se acercaba el nacimiento, el hombre le rompió el corazón al pedirle el divorcio, ella finalmente se rindió del juego de amor. Inesperadamente, sus caminos se cruzaron de nuevo más tarde. El hombre afirmó que siempre la había amado. La pregunta es si Rosina está lista para volver a estar con él.