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El GEU está cada vez más cerca de obtener algo contra Valentina Lorens. Santiago se ve expuesto a una decisión difícil a puertas de su matrimonio y Oliver Lorens no está dispuesto a dar su brazo a torcer. Alan pone todo en riesgo al llevarle la contraria a su padre y Calina tendrá que aprender que el amor no es un cuento de hadas. Una verdad devastadora pondrá a Edward al límite y las sospechas de que Sebastián este vivo son cada vez más fuertes. Decisiones, verdades, traiciones y reconciliaciones son el pan de cada día. Las alianzas terminan, los enemigos emergen y la verdad siempre sale a la luz, todos tienen mucho que perder, así que cada uno defenderá lo que más ama, aunque eso los lleve en distintas direcciones.
Habían pasado tres meses, meses tristes en que lo único que hacía era estudiar todo el día, tratando de mantener mi mente ocupada y alejada de los pensamientos que iban dirigidos a Valentina.
No podía quejarme del lugar, estaba con mi mamá, mi padrastro, mis tíos, mis primos y Maria, la sobrina de Giancarlo. Quien era una persona muy agradable. Pero me hacía falta Valeria, Calina, mi papá y aunque no lo iba a aceptar en voz alta, Valentina también. En dos meses había logrado encariñarme con Valentina, más que eso, me había enamorado de ella. Nadie en su sano juicio podía haberse enamorado de ella después de todo lo que me hizo pasar. Pero al parecer yo había perdido la razón.
Suspiré frustrado. No lograba mantener a Valentina alejada de mis pensamientos ni un minuto y a medida que pasaba el tiempo más difícil me era mantenerla alejada de mi mente.
– Edward – Alce la mirada al escuchar la voz de María – ¿Quieres que dejemos así?
– ¿Qué? – Pregunté sin saber a qué hacía referencia, ella sonrió amablemente y procedió a explicarme.
– El trabajo – Respondió – Sé que debemos presentarlo para la próxima semana, pero te veo... en otra parte
– Lo siento – Ella sonrió mientras negaba quitándole seriedad a la situación y se colocó en pie cerrando su agenda.
– Desde que llegaste te has dedicado solo a estudiar, si me dejas puedo mostrarte la ciudad. Estoy segura que te vendría bien – Medite un momento la propuesta, estaba a punto de negarme como siempre, cuando mi celular sonó. La miré con disculpa y respondí sin mirar el número, tratando de evitar una situación incómoda con María.
– ¿Hola? – Respondí dándole la espalda parcialmente a María, ella pareció desanimada, pero preferí no pensar en eso. Mis primos decían que ella se sentía atraída por mí, y eso me producía incomodidad y nerviosismo. María era una chica linda, pero después de la decepción que había sufrido con Valentina no quería saber nada de enamorarme – ¿Bueno? – insistí después de que nadie a habló. Miré extrañado el número y al reconocerlo el alma se me cayó a los pies. No lo tenía registrado en mi nuevo celular, pero me lo sabía de memoria – ¿Valentina?
– Hola – Respondió con su voz carente de emoción. Mi corazón latió dolorosamente, sentí que toda esa tristeza y desamor como lo llamaba Valeria me superó.
– ¿Qué quieres? – Yo no me caracterizaba por ser grosero, pero me sentía tan molesto que no medí la agresividad en mí voz.
– Nada – Respondió después de un rato en silencio – Solo quiero que dejes de decirle a Valeria que te usé, yo no te dije que te enamoraras de mí como un idiota. Madura de una vez
– Nunca dije eso – Aclaré – Si eso es todo voy a colgar
Espere una respuesta de su parte. En lo profundo de mi corazón deseaba que me dijera que yo había malinterpretado sus palabras que no había sido todo mentira. En lo profundo de mi corazón esperaba algo imposible, esperaba que ella realmente sintiera lo que había fingido sentir – Bien – concluí con mi corazón mucho más herido que minutos atrás, estuve a punto de terminar la llamada cuando ella volvió a hablar.
– ¿Me odias? – Intenté interpretar alguna emoción en su voz, pero me fue imposible. Respiré profundo tratando de mantener mis emociones bajo control y respondí.
– Más que nunca – Esperé algún reproche, que dijera que sentía lo mismo o que se disculpara, deseaba que se disculpara, pero lo que recibí a cambio fue silencio y luego el sonido que hace un operador cuando la llamada llega a su fin. Sentí esa amargura en mi pecho, las manos me temblaron, no sentí ganas de llorar, no sentí dolor, solo amargura, amargura y una profunda tristeza. Yo no odiaba a Valentina y deseé decírselo, confesarle, aunque no le importara, que lo que sentía por ella no era odio. Pero era muy tarde, aunque pudiera llamarla ya era muy tarde.
El GEU finalmente ha encontrado algo acerca de la muerte de Sebastián el exnovio de Valentina y en un intento desesperando de Valentina, Alan y Santiago por ocultar la verdad, tomaran decisiones apresuradas que los pondrá en peligro. Alan está a puertas de un matrimonio no deseado y cada vez es más complicado mantener a las autoridades lejos de su hermana. La presión de hacer lo que debe en vez de lo que quiere lo lleva a refugiarse en brazos de Calina, pero en vez de arreglar su relación con ella provoca que se aleje más de él y en su afán por recuperar el control cae enamorado de ella. Santiago ha resuelto perdonar a Valentina ahora que ella ha decidido olvidar a Edward, sus planes a futuro parecen estar en orden, hasta que el fantasma de Sebastián aparece y a puertas de su matrimonio se ve orillado a tomar una decisión difícil para proteger a quienes ama. Edward ha decidido marcharse para sanar su corazón roto, pero al poner distancia entre el y Valentina se da cuenta que dejar sus sentimientos es mucho mas complicado de lo que creía. Una nueva oportunidad se le presenta, pero cuando parece que Valentina es tema del pasado una verdad devastadora lo pone al límite y las sospechas de que Sebastián este vivo toman fuerza. Decisiones, verdades, traiciones y reconciliaciones son el pan de cada día. Las alianzas terminan, los enemigos emergen y la verdad siempre sale a la luz, todos tienen mucho que perder, así que cada uno defenderá lo que más ama, aunque eso los lleve en distintas direcciones.
Dos años después de su boda, Ximena perdió el conocimiento en un charco de sangre durante un parto difícil, olvidando que su exmarido se iba a casar con otra persona ese día. "Nos vamos a divorciar, pero el bebé se queda conmigo". Estas palabras resonaron en su mente. Sabía que él no estaba allí para ayudarla, sino para quitarle a su hijo. Ximena preferiría morir antes que ver a su hijo llamar madre a otra mujer. Posteriormente perdió la vida en la mesa de operaciones con dos bebés en su vientre. Pero ese no fue el final para ella... Años más tarde volvió a encontrarse con Ramon, que ha cambiado mucho. Quería quedársela para él a pesar de que ya era madre de dos hijos. Y cuando supo que ella se iba a casar de nuevo, irrumpió como un loco. "Ramon, ya morí una vez antes, así que no me importa volver a morir. Pero esta vez, quiero que muramos juntos", gritó ella, mirándolo con angustia en sus ojos. Ximena pensó que él no la amaba y estaba feliz de estar fuera de su vida. Pero lo que ella no sabía era que la noticia de su inesperada muerte le había roto el corazón. Durante mucho tiempo lloró de dolor y agonía. Siempre deseó poder retroceder en el tiempo o ver su hermoso rostro una vez más. Todo esto fue demasiado para Ximena, cuya vida estuvo llena de idas y venidas. No sabía si debía volver al lado de su exmarido o seguir adelante con su vida. ¿Cuál elegiría ella?
Durante diez años, Daniela colmó a su exesposo de un amor inquebrantable, solo para descubrir que no era más que un chiste para él. Humillada, pero decidida, se divorció de él. Tres meses después, Daniela regresó a lo grande. Ahora era la CEO oculta de una marca líder, una diseñadora codiciada y una rica magnate de la minería, y su éxito se reveló en su triunfal regreso. Toda la familia de su exesposo se abalanzó sobre ella, desesperada por implorar su perdón y suplicar otra oportunidad. Sin embargo, Daniela, ahora querida por el famoso Sr. Phillips, los miraba con gélido desdén y dijo: "Estoy fuera de su alcance".
Su vida era perfecta hasta que conoció al hermano mayor de su novio. Había una regla en la manada Night Shade: si el Alfa rechazaba a su pareja, perdería su posición. Y la vida de Sophia estaba relacionada con esa ley, pues era una Omega que salía con el hermano menor del Alfa. Bryan Morrison, el Alfa actual, no solo era un hombre de sangre fría, sino también un encantador hombre de negocios. De hecho, su nombre era suficiente para poner a temblar a las demás manadas, pues era conocido por ser muy despiadado. ¿Y si por un giro del destino su camino se entralazaba con el del Sophia?
Como simple asistenta, enviar un mensaje al CEO en plena noche para solicitar películas pornográficas fue un movimiento audaz. Como era de esperar, Bethany no recibió ninguna película. Sin embargo, el CEO le respondió que, aunque no tenía películas para compartir, podía ofrecerle una demostración en directo. Tras una noche llena de pasión, Bethany estaba segura de que perdería su trabajo. Pero en lugar de eso, su jefe le propuso: "Cásate conmigo. Por favor, considéralo". "Sr. Bates, está bromeando, ¿verdad?".
Tras ser expulsada de su casa, Harlee se enteró de que no era hija biológica de su familia. Se rumoreaba que su empobrecida familia biológica favorecía a los hijos varones y planeaba sacar provecho de su regreso. Inesperadamente, su verdadero padre era multimillonario, lo que la catapultó a una inmensa riqueza y la convirtió en el miembro más apreciado de la familia. Mientras esperaban su desgracia, Harlee poseía en secreto patentes de diseño valoradas en miles de millones. Por su brillantez, fue invitada como mentora a un grupo nacional de aviación, atrajo el interés de varios pretendientes adinerados y llamó la atención de un misterioso personaje, ascendiendo a la cima del mundo.
Mi familia era pobre y tenía que trabajar medio tiempo todos los días solo para pagar las cuentas y estudiar en la universidad. Fue entonces cuando la conocí, la chica bonita de mi clase con la que todos los chicos soñaban salir. Era muy consciente de que ella era demasiado buena para mí. De todos modos, reuniendo todo mi coraje, le dije que me había enamorado de ella. Para mi sorpresa, accedió a ser mi novia. Me dijo, con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, que quería que el primer regalo que le diera fuera el último iPhone de gama alta. Un mes después, mi arduo trabajo finalmente valió la pena. Pude comprar lo que ella quisiera. Sin embargo, la pillé en el vestuario besando al capitán del equipo de baloncesto. Incluso se burló despiadadamente de mis defectos. Para colmo, el tipo con el que me engañó me dio un puñetazo en la cara. La desesperación se apoderó de mí, pero no pude hacer nada más que tirarme en el suelo y dejar que pisotearan mi orgullo. Cuando nadie lo esperaba, mi padre me llamó de repente y mi vida cambió. Resulta que soy el hijo de un multimillonario.