SI ES CONTIGO

Jayden.-

Bien.

Comencemos desde el inicio.

Me diagnosticaron cáncer cuando tenía 8 años, específicamente leucemia linfoblástica aguda, esto sucede cuando una célula de la médula ósea presenta errores en su ADN. Es el tipo de cáncer más común durante la niñez.

— Señores Walker, los exámenes de su hijo le han diagnosticado Leucemia…

En general, alrededor de 4 de cada 10 casos de ALL corresponden a adultos. La ALL no es un cáncer frecuente, representa menos de la mitad del 1% de todos los cánceres en los Estados Unidos. El riesgo promedio que tiene una persona de padecer ALL durante su vida es de aproximadamente 1 en 1,000.

— ¿Cáncer?...

— Lo siento mucho.

Y sí, yo soy ese desafortunado 1 de 1,000. Te preguntaras porque inicio con esto… verás querido husmeador de biografías, para poder entender mi historia, debes entender el cáncer. Triste ¿no? Lo sé… pero es el modo en el que he vivido gran parte de mi vida, ya no supone ser una molestia. En fin, años y años de padecer dolor, sufrimiento y tragedias, estoy aquí justo ahora. Un Jayden Ethan Walker Allen de 19 años, con cáncer, sin nada por que vivir o existir más que satisfacer a los que me aman y claro, a todos esos médicos especialistas qué obtienen dinero gracias a mi rara enfermedad, escribiendo una nefasta y triste biografía para no sentir que lo están olvidando, se podría decir que mi vida sirve para algo, al menos es lo que me digo antes de levantarme cada mañana.

Tú, Jayden Walker sirves para algo.

Bueno o malo, sirves para algo.

Quizás, esto pueda ayudar a los chicos que padecen lo mismo que yo, intentare no deprimirlos, la verdad es que, mi intención es mostrarte que, con o sin enfermedad, la vida no vale de mucho. Alentador ¿no crees?

Bueno, la realidad es que aún no he identificado ese “algo por el que vivir” o en dichosos y extremistas casos “una razón de vivir” tú dime ¿existe alguna razón para vivir de este modo? ¿Hay algo bueno que pueda salir de esto? Nah, esta enfermedad ni siquiera funciona para alentar a otros, ya que soy más deprimente que la misma definición. Por lo que adelanto qué ESTA NO ES UNA BIOGRAFIA INSTRUCTIVA Y ALENTADORA, no… si eres sensible, no estas apto para leerme, aunque si quieres reírte un poco de las desgracias como lo hago yo ¡Welcome to my world! por qué lo único que esta maldita enfermedad no ha podido arrebatarme es mi sentido del humor, que si me lo preguntas, es bastante autentico y original, aunque siempre se esfuercen por decir.

— Ash Jayden, tu sentido del humor apesta.

Janine Walker, mi hermana de 16 años, rubia, revoltosa y exageradamente frenética, es de esas chicas que aun cuando dices “No” ella quiere que sea un “Sí”, soy su pesadilla totalmente porque estoy siempre preparado para soltar un “NO”, es todo lo contrario a mí en todo sentido, no hace más que verme como un moribundo, sin nada por que vivir, mostrando siempre “amor” pero creó que se trata de lastima, me ve como un desgraciado hasta que la hago enojar.

— ¿No tienes que salir con tus amigos? Ah… es cierto, no tienes ninguno.

Su cara se tiñe de rojo fuego cada que la molesto. Es muy divertido.

— ¡¡Mamá!! Jayden se está burlando de mí.

Y como sabrás, la ALL me da muchísimas desventajas, una vida carente de salud por ejemplo, pero existen ventajas si la usas a tu favor.

— No es cierto Jules, solo le pedí un vaso con agua para tomar mis píldoras del día.

Sonreí con satisfacción en su dirección, haciéndola enfadar mucho más.

— ¡Janine Amy Walker Allen! Sírvele un vaso de agua a tu hermano ya mismo.

— ¡¡Pero mamá!!

— Hazlo.

Sonreí con suficiencia ante aquella pequeña victoria, solo espero que aquel vaso con agua si contenga agua real.

— ¿Cómo está mi campeón?

— No mejor que ayer, pero gracias por preguntar.

Mama suspiro a mi lado

— Jayden, debes comenzar a ver la vida desde otra perspectiva.

— ¿Para qué mamá? Igual moriré ¿no?

Mamá, Jules Walker. Una mujer dada a su familia, elegante, sin ningún mal registro, todo de ella es auténtico y único, había dedicado toda su vida a trabajar para sí misma, es de ese tipo de mujeres qué es autosuficiente, que hace todo para conseguir lo que desea, claro qué la vida nunca la preparo para tener que cuidar a un casi cadáver.

— Puede firmar aquí para aceptar el cargo de jefe superior de nuestra empresa, será la primera mujer en tomar las riendas de “Insidious corporation” ¡Felicidades!

— Lo siento señorita Brown, no podre aceptar el cargo, me lleva mucho tiempo y debo cuidar de mi hijo

— ¿De su hijo? ¿A qué se refiere?

— Le diagnosticaron leucemia.

— Lo siento…

Heme aquí, el casi cadáver.

¿Qué? Se completamente lo que sucede conmigo, sé que ahora mismo te preguntas ¿no temes perder tu vida? Justo ahora, no. Pero si llegue a hacerlo.

Recuerdo perfectamente cuando comenzó todo esto, es gracioso pensar cuan aterrado estaba…

Mamá estaba llorando sin control, abrazada y aferrada a los brazos de mi padre. No entendía esta situación, solo sé que el dolor en mi espalda era poco soportable, no podía permanecer de pie mucho tiempo, lo cual me impedía jugar ¿sucede algo?

— Mamá ¿Por qué lloras? — Pregunté, mostrando lo confundido que estaba.

Mamá limpio sus lágrimas de forma dramática y me miro.

— Mi niño… el dolor que sientes es por qué… estas enfermo. Pero tranquilo bebé, estarás bien.

¿Enfermo? Recuerdo que eso me confundió mucho más.

— ¿Estoy enfermo?

Mama comenzó a llorar con mayor intensidad, se veía muy triste…

De momento entendí que, aquel dolor en mis huesos y extremidades no se iría jamás. Me acerque a papá, quien me tomo en sus brazos y me sentó en su regazo.

— Papá… — no pude evitar hacer aquella pregunta que me aterrorizaba — ¿Voy a morir?

Sí, en definitiva esa idea me asustaba a horrores. Pero… nunca tuve una vida ¿por qué habría de temer perder algo que nunca tuve? Luchar por vivir, no es precisamente vivir, parecerá confuso pero, para mí no lo es, sencillo, simplemente no vives, solo existes. La verdad es qué, quisiera irme de este mundo desde hace un tiempo atrás, pero heme aquí, esperando que el destino siga su curso y con suerte despierte algunos de estos días en el cielo, o quizás en el infierno, la verdad es que el lugar no me importa pero… en serio espero que sea el cielo.

— ¡Miren nada más quien está aquí! ¡Mi Jay Jay!

— ¿Qué hay Titanio? ¿Jugaremos algún videojuego nuevo hoy?

— ¿Me estas retando?

— Quizás sí, es una paliza segura.

— Eso lo veremos

Papá, Ethan Jay Walker. Un hombre seguro de sí mismo, carismático, no sé cómo puede hacerlo pero le agrada a todo el mundo, era un hombre con un futuro netamente brillante en el futbol americano ¿qué sucedió? ¿Por qué demonios teniendo un talento increíble para el deporte mejor pagado del mundo está aquí, sentando en este triste sofá jugando un video juego de zombies? Piensa piensa… ¿no se te ocurre nada? has perdido tu chance de responder, es por nada más y nada menos que yo. El bonito y sexy parasito viviente que está haciéndote leer esto justo ahora ¡SORPRESA!

— Lo siento Couch Tiggers, mi familia me necesita.

— Walker, estás perdiendo la oportunidad de tu vida.

— No puedo aceptar señor, debo estar junto a mi hijo.

¡Ding ding ding!

¿Has notado que si sirvo para algo? ¡Arruinar la vida de otros, si señor! Eso se me da genial. Claro qué, vivir de este modo no era suficiente para la vida, tenía que venir a este mundo siendo una carga para todo aquel que me rodea ¿no suena lindo? Pensar que todos necesitan estar para ti, eso sí es una mierda.

Mi teléfono sonando en la mesilla me hizo sonreír

— Hey bueno para nada ¿Qué haces?

— Esperando morir ¿y tú?

— Esperando que mi mejor amigo piense algo inteligente ¿pero qué crees? Me quedare esperando por la eternidad.

— Quizás sea más cercano a eso, no tengo una eternidad amigo.

Sam Wilson, mi mejor amigo. Un tipo rudo, fuerte, capaz de cualquier cosa con tan solo 19 años, rodeado de muchas personas que lo ven con fascinación, el típico popular que no es arrogante, pero si lo es. Y aquí está, pudiendo tener a todo el que quisiese como su mano derecha, me tiene a mí, a este bueno para nada, siempre he pensado que, aún sigue conmigo por lastima

— Jay, todos los chicos jugaran baloncesto, deberíamos ir. — Un Sam de 12 años me miraba con impaciencia, señalándome una y otra vez el patio de juegos.

— No puedo hacerlo Sam, mi espalda duele — manifesté con tristeza.

— En ese casó… tampoco quiero ir, todos son unos presumidos. — Giro sus brazos en su torso, con una mueca de molestia y enfado

— ¿Estás seguro que no quieres?— Sabía que quería hacerlo… la razón por la que no corría con destreza a derrotar al equipo rival, era por mí.

— No… creo que esta mejor aquí, podemos leer una historita o algo.

Y este es mi entorno, mi familia, quienes dejaron de vivir gracias a que yo no puedo vivir ¿gracioso, no te parece?

Pero pero pero pero, el lado bueno de todo esto es… es… ¿bueno? No, no hay nada bueno solo que moriré algún día, esa es mi recompensa.

Y si justo ahora estas juzgando mi punto de vista, quiero recalcar algo más

Juzgar el pensamiento de otros tiende a ser mucho más sencillo que intentar entender la situación de mierda que están viviendo, es una de las luchas frecuentes que suelo tener. Las personas como yo, no buscamos la aprobación o la lastima de otros, ni siquiera comprensión, ¿pero sabes que si esperamos? Qué te calles la boca y dejes de emitir juicios en la vida de alguien, no los necesitamos. Probablemente este punto de mi biografía te aterrorice, es solo qué me prometí a mí mismo hacer notar las cosas que no solemos decir pero si sentimos.

Aprendamos a diferenciar la empatía de la lastima, no todos esperamos que nos veas con recelo y conmiseración, créeme, la vida se ha encargado de dotarnos con nuestra propia carencia de agrado, siendo reemplazado por pesadumbre y pena propia. Personalmente yo estoy totalmente consciente qué soy un detonante, esperando para estallar, no necesitas recordármelo o mirarme con melancolía.

Tengo leucemia y sé qué muy pronto dejare de ser una carga para todos. Les permitiré vivir una vida normal y a mí me permitiré finalmente paz