/0/7466/coverbig.jpg?v=5f17ac496e7117f2efb59eb249b182c4)
Valeria es la típica ama de casa dedicada a su hogar, que por varias ocasiones trató de ser independiente y ganarse su dinero por su cuenta, lo malo, era que estaba rodeada de machismo y lo peor, era que ella lo permitía. Ricardo es un profesionista que al no encontrar trabajo de lo cual estudió, busco en otra empresa, donde la vida le tendría una sorpresa que jamás se imaginó. El conocerse fue la experiencia más hermosa de sus vidas, la manera en que lo hicieron tan particular y la forma en que el destino se empeño en que estuvieran juntos. Solo que todo esto tenía un pequeño inconveniente... ambos eran casados.
¡Advertencia! Los temas tocados en los siguientes capítulos, pueden herir susceptibilidades, cualquier parecido con la realidad es coincidencia y no se está hablando de nadie en particular.
Todo lo plasmado aquí es producto de mi imaginación.
Por favor absténgase de hacer comentarios ofensivos o agresivos, simplemente ignore esta obra y todos felices.
Gracias.
PREFACIO
-¡¿Qué significa esto Ricardo?! -lo increpó Veronica, su esposa, en cuanto la respiración se lo permitía, las palabras salían entrecortadas por los sollozos, estaba muy dolida y tenía bastante razón.
-¿De qué hablas? -él trataba de hacerle creer que ignoraba de lo que hablaba, pero ella tenía pruebas y las tenía en sus manos.
-¡¿Cómo de qué hablo?! Por favor ¿crees que no me he dado cuenta de tu actitud? - Le cuestiono con lágrimas en los ojos -. Hace mucho que lo vengo sospechando, ¿crees que no sé qué estás con alguien más?, además acabo de ver los maldit0s mensajes ¡así que no lo niegues!
La furia se desbordaba en ella, al igual que sus lágrimas. A Ricardo se le encogió el corazón al verla así, nunca midió las consecuencias de sus actos y ahora este era el resultado.
Enamorarse no estaba en sus planes, pensar que tenía todo bajo control, fue un grandísimo error y ahora comenzaba a pagarlo...
1 DIEZ SEMANAS
El sueño de la mayoría de los jóvenes es convertirse en un profesional y luego formar una familia, pero hay ocasiones que las circunstancias te obligan a cambiar un poco el orden de esos factores, y en este caso sí altera el producto.
Ricardo cursaba el cuarto semestre de la universidad, estudiando pedagogía, desde muy pequeño se había interesado por la enseñanza, así que desde pequeño había querido ser profesor, además de que el ejemplo de su madre lo motivaba cada día más.
Esa mujer era su vida, la amaba y admiraba por la entereza que tenía a pesar de las dificultades que tuvo para criar a él y a su hermana.
Habían quedado solos desde que él era muy pequeño, así que su madre tenía que salir a trabajar, dejándolos al cuidado de su abuela.
Ricardo tenía una novia con la cual ya tenía más de un año de relación, estaba feliz, enamorado, con un futuro por delante.
-¿Estás segura? -le preguntó Ricardo un poco angustiado a su novia Verónica.
Verónica es una chica que está en su segundo semestre de la carrera de idiomas, domina a la perfección el inglés, así que opto por estudiar algo en lo que ya llevara ventaja.
Lo malo, es que no pensó que lo que llevaba avanzado, no sería suficiente para culminar la carrera, y no me refiero a capacidades, ella era más que capaz, solo que sus planes tendrían que cambiar un poquito.
-En realidad no, solamente tengo un retraso de más de un mes, no sé si eso era suficiente, tendríamos que ir al médico -sus ojos estaban cristalinos.
Ricardo la tomó en sus brazos para reconfortarla, fue entonces que ella dejó salir las lágrimas contenidas por el miedo.
Ninguno se sentía preparado para ser padres, pero por ningún momento les pasó por la cabeza, deshacerse de la pequeña vida que al parecer crecía en el vientre de la muchacha.
Pasó una semana, justo lo que les tomó conseguir algo de dinero extra para pagar la consulta médica, al estar estudiando, vivían fuera de sus hogares, rentando junto con otros estudiantes un lugar para vivir y entre el transporte, comida, colegiatura y otros tantos gastos, estaban algo apretados de dinero.
El médico los vio con mucha comprensión, estaban asustados y aunque ya Ricardo tenía 20 años y Vero 19, se les notaba a kilómetros que no había sido algo que habían planeado.
Eran muy jóvenes, pero ya eran más que responsables de sus actos.
El médico hizo preguntas, la revisó y le hizo el ultrasonido, donde confirmaba el pequeño ser dentro de ella, tenían sentimientos encontrados, pero la felicidad sobrepasaba todo lo demás.
Le indicó unos análisis de laboratorio para confirmarlo y revisar otros aspectos del embarazo, una receta para que comenzar a tomar vitaminas y salieron del lugar.
Al salir del consultorio, Vero se abrazaba a ella misma, tenía miedo, pero cuando sintió que la rodeaban los brazos de Ricardo, olvidó un poco todo el mar de emociones que tenía.
-Todo saldrá bien amor, ya verás -los días que le siguieron fueron tranquilos y más relajados.
Esperaban nerviosos el fin de mes para volver a sus casas, no sabían cómo se los dirían a sus padres.
-Quiero que vengas a vivir conmigo -le dijo Ricardo a Verónica, mientras estaban recostados en el sillón de la salita de la casa del chico.
Ella se incorporó, mirándolo con el ceño fruncido, él no podía entender por qué hacía eso.
-No quiero que estemos viviendo juntos solo por el hecho de que esté embarazada -le soltó.
-No lo hago por eso, te lo digo porque te amo y quiero estar con ustedes -le dijo un poco herido, por el comentario de su novia.
-Pues eso aún no lo discutamos, primero hay que decirles a nuestros padres -regresó a la posición en la que estaba, recostada sobre el pecho del chico.
A Ricardo no le habían gustado las palabras que le dijo hace un momento su novia, no lo hacía por eso, de verdad pensó mucho esos días y decidió que era lo mejor.
Tenía un pequeño plan, estudiaría y trabajaría, aunque todo dependía de si sus padres los apoyarían o no, él estaba seguro de que su madre lo haría.
Habían decidido que primero se lo diría él a su mamá, luego lo hablarían los dos con los padres de ella.
Así lo hicieron, al volver a su casa, saludo a su madre con el amor que siempre le profesaba y durante la comida hablo.
-Madre, necesito contarte algo -la cuchara con sopa que tenía su madre se quedó a medio camino, dirigiéndole una mirada expectante.
-Dime -le contestó seria, regresando la cuchara a su plato.
-Bueno... es que... Vero... -no encontraba las palabras correctas.
-¿Embarazada? ¿Eso es lo que me quieres decir? Que embarazaste a tu novia -no necesitó palabras de confirmación, pudo leer en el semblante de Ricardo la clara afirmación de eso.
Solo se llevó las manos a la cara, tratando de asimilar aquello, le devolvió la mirada y una pequeña sonrisa se le asomó en los labios.
-Seré abuela -susurró.
Lo que le siguió era algo que imaginaba Ricardo, estaban felices en casa, la que sería tía, la que sería abuela y hasta la que sería bisabuela.
Ahora faltaba lo más difícil, decirles a los padres de Verónica.
El siguiente fin de semana, habían hecho todo lo posible para poder ir a casa de Vero, por lo regular solo iban a finales de mes a ver a sus familias porque no estaban muy cerca de la escuela.
Cuando los señores los vieron llegar juntos, sospecharon que algo no iba bien. Conocían al muchacho, Vero lo había invitado un par de veces a casa, pero no era normal que llegaran los dos juntos.
-Bienvenidos -los recibió la madre de Vero con alegría, cosa contraria a su padre.
-Gracias señora -le dijo Ricardo.
Entraron directo a la sala, todos tomaron asiento, ninguno encontraba las palabras para romper el hielo.
-¿A qué debemos tu visita? -sí, así sin honor, le preguntó el señor a Ricardo.
-Bueno, pa... lo que pasa -y ahí estaba de nuevo, el lenguaje interrumpido por no saber cómo decir aquello.
-Señor, señora, lo que queremos decirles es que... queremos ir a vivir juntos -no solo los padres de la muchacha reaccionaron con sorpresa, ella misma lo hizo.
Creía que le había dejado en claro que ella no quería ir a vivir con él, por lo menos no todavía y ahora les había soltado de repente esa noticia a sus padres.
Lo miró con el ceño fruncido, con evidente disgusto y él lo notó al instante.
-¿Cómo es que quieren ir a vivir juntos? Están a media carrera universitaria, no sería el momento adecuado -le dijo a toda prisa la madre de la chica -. A menos que...
Fue entonces que los ojos de Vero se humedecieron, confirmándole a su madre justo lo que estaba pensando.
-¡No puede ser! ¡TU! -le dijo el padre de Vero a Ricardo apuntándole con el dedo - ¿Cómo pudiste?
El primer instinto de Verónica, fue ponerse frente a su novio, estaba furiosa por la cosa que había dicho, no habían quedado en ir a vivir juntos y al parecer él lo había decidido solo, pero no podía permitir que se fueran a los golpes.
-¡Por favor papá! no es el único responsable, ambos somos conscientes de nuestros actos y es por eso que estamos aquí -le dijo un poco autoritaria, ella siempre había tenido excelente relación con su padre, era la niña de sus ojos, pero no podía dejar toda la responsabilidad en Ricardo.
Aunque esa era la principal razón de que el señor se sintiera algo defraudado.
Los ánimos se calmaron, pudieron hablar tranquilamente, Vero les explicó todo, confirmando las sospechas e indicándoles las semanas de gestación que tenía, las cuales ya eran 10 semanas completas.
Andrea es una chica sencilla, que ha superado las dificultades que la vida se ha empeñado en ponerle en su camino. Su relación insípida la lleva a tomar la decisión de acabarla, dándose cuenta de que todo era una farsa. Lo que pensaba de su novio, no era, pero en medio de ese caos conocerá a un hombre que le pondrá su mundo de cabeza. Fabio tras la pérdida de su padre hereda el negocio familiar y lo hace crecer. Nunca pensó que el amor le llegaría sin buscarlo y en las circunstancias más extrañas que pudo imaginar. Cada vez que ve a Andrea sabe que es la indicada, por la que luchará contra todo pronóstico. Un día de indecisión, les dará el giro a sus vidas que han esperado por mucho tiempo. Aunque... Entre el amor, la pasión, la intriga y la obsesión desmedida... ¿Culpables o víctimas? Pero sobre todo eso... las prioridades. Cuando tienes las prioridades definidas, las decisiones no son problema.
Tras dos años de matrimonio, Sadie por fin estaba embarazada, llena de esperanza y alegría. Pero su corazón rompió cuando Noah le pidió el divorcio. Durante un atentado fallido contra su vida, Sadie se encontró tendida en un charco de sangre, llamando desesperadamente a Noah para pedirle que la salvara a ella y al bebé. Pero sus llamadas quedaron sin respuesta. Destrozada por su traición, abandonó el país. Pasó el tiempo y Sadie estaba a punto de casarse por segunda vez. Noah apareció enloquecido y cayó de rodillas. "¿Cómo te atreves a casarte con otro después de haber dado a luz a mi hijo?".
"Tú no perteneces aquí. Lárgate". Hanna, la hija legítima de Wheeler, regresó sólo para ser expulsada por su familia. Su prometido la engañaba con la hija impostora, sus hermanos la despreciaban y su padre la ignoraba. Entonces, se cruzó con Chris, el formidable líder de la familia Willis y tío de su prometido. "Hagamos como si nunca hubiera pasado", dijo ella. Sin embargo, a pesar de la esperanza de Hanna de separarse, Chris insistió en que fuera responsable. Él amenazó con revelar los verdaderos talentos de Hanna como doctora sobresaliente, guionista brillante y cerebro de un famoso estudio de diseño, obligándola a casarse. Una vez le pidieron a Chris que protegiera a alguien. El destino los reunió en circunstancias delicadas. Él había planeado mantener su promesa y proporcionar un refugio seguro, sólo para descubrir que Hanna estaba lejos de ser la delicada mujer que parecía. Era ingeniosa y astuta...
Jiang Chen renació después de más de 100 años en el cuerpo de un joven maestro en la ciudad de Tiang xian , con la experiencia de años de antena miento y fortalecimiento usando sangre de bestias para su transformación, Jiang Chen comenzará su camino a la cima de la hegemonía, usando la técnica de cultivo del dragon.
Acusada de asesinato, la madre de Sylvia Todd fue considerada una traidora por toda la manada, condenando a Sylvia a vivir el resto de su vida sola y humillada como una humilde esclava. Lo único que quería la chica era demostrar la inocencia de su madre de alguna manera, pero el destino nunca parecía estar de su lado. A pesar de todo, Sylvia nunca perdió la esperanza. Como el futuro rey licántropo de todos los hombres lobo, Rufus Duncan poseía un gran poder y estatus, pero tenía una inexplicable reputación de ser cruel, sanguinario y despiadado. Sin que todo el mundo lo supiera, había sido maldecido hacía mucho tiempo y se veía obligado a transformarse en un monstruo asesino cada luna llena. Aunque el destino no siempre favorecía a los dos, unió a Sylvia y Rufus como pareja predestinada. ¿Se hará justicia para la madre de Sylvia? ¿Podrán ella y Rufus desafiar todas las normas sociales y permanecer juntos? ¿Tendrán estas dos almas desafortunadas un final feliz?
Natalie creía que podía derretir el gélido corazón de Connor, pero estaba muy equivocada. Cuando por fin decidió marcharse, descubrió que estaba embarazada. Aun así, decidió abandonar la ciudad en silencio, lo que llevó a Connor a movilizar todos sus recursos y ampliar su negocio a escala mundial, todo en un intento por encontrarla. Pero no había rastro de su mujer. Connor se sumió poco a poco en la locura, poniendo la ciudad patas arriba y dejando el caos a su paso. Natalie apareció años más tarde, adinerada y poderosa, solo para encontrarse de nuevo enredada con ese hombre.
Hace tres años, la familia Moore se opuso a la decisión de Charles Moore de casarse con su amada mujer y seleccionó a Scarlett Evans como su novia. Pero Charles no la amaba. De hecho, la odiaba. Poco después de la boda, Scarlett recibió una oferta de la universidad de sus sueños y se lanzó sobre ella. Tres años más tarde, la amada mujer de Charles cayó terriblemente enferma. Para cumplir su último deseo, él llamó a Scarlett y le presentó un acuerdo de divorcio. La joven estaba profundamente herida por la abrupta decisión de su esposo, pero ella decidió dejarlo libre y aceptó firmar los papeles. Sin embargo, Charles pareció retrasar el proceso deliberadamente, dejando a Scarlett confundida y frustrada. Ahora, Scarlett estaba atrapada en las consecuencias de la indecisión de Charles. ¿Sería capaz de liberarse de él? ¿Charles eventualmente entraría en razón y enfrentaría sus verdaderos sentimientos?