Dulce Adicción

Miró con desesperación cada respuesta de trabajo leer cada "No". Sentía demasiada frustración, Gala Morozov no le pediría dinero a su padre y mucho menos a su odiosa madrastra Gwen. Gala era demasiado orgullosa y no aceptaría un "tenía razón" por parte de su padre. Se podría decir qué Gala es demasiado hermosa alta de cabello pelinegro, ojos azules y de contextura media de sonrisa hermosa, su cuerpo parecía tallado por mil dioses Griegos ella lo sabía pero jamás lo dijo demasiado egocéntrica dirían o porque no le gustaba sonar creída o mimada, miro con desespero a su amiga.

Renata De Lyon son amigas desde preescolar, jamás se separaron por nada en el mundo se podría decir qué vivieron la mitad de su vida juntas, Renata conoce cada aspecto de Gala su familia, sus emociones Renata es mediana, delgada rubia, de ojos verdes y sonrisa bonita se podía decir qué ambas poseen belleza son mujeres fuertes y inteligentes siempre resaltaron por ser las mejores estudiantes del instituto. Gala fue nadadora por mucho tiempo y Renata gimnasta se podría decir qué eran populares pero realmente no es así.

Gala estaba en su cuarto año de Psicología, los libros eran caros al igual qué la Universidad. La Universidad de Columbus es hermosa, con salones grandes y bonitos. Los profesores son tan estrictos, también inteligentes y amables... Los chicos son guapos también divertidos. Realmente adora esta Universidad, Pensaba mordiendose las uñas como chiflada caminaba de un lugar al otro sin parar no entendía porque no conseguía empleo , trabajo de mesera, atención al público, modelo y limpieza incluso no veía el porque nadie quería contratarla.

-¿Quieres qué te diga mi secreto?-hablo Renata, sin despegar su rostro del teléfono Gala no le prestaba atención seguía nerviosa.

Gala tomó su móvil y lo miro quedó sorprendida al ver a todos los hombres con los qué hablaba.

-¿Estas hablando con todos éstos tipos?... ¡Mierda!-miro con curiosidad-¡Qué perra eres! Me agradas.-dijo en tono gracioso

-Obvio, mira mi estado financiero, ganó cincuenta mil por semana. puedes hacerlo tú también.

Gala quedó boquiabierta, quería la fórmula. ¿Pero qué había qué hacer? , Sintió un ligero cosquilleo una pizca de curiosidad y morbosidad. podría dar mucho si ella quisiera tenía él cuerpo, la belleza y la inteligencia para conseguir lo qué quería.

-¡Dimelo ya!-exclamó.

Ella le mostro la laptop.

-Éste es él sitió web en dónde hombres millonarios y billonarios pagan mucho dinero para salir con jóvenes cómo tú y yo... Así pagué mi rinoplastia, mí auto , mí semana en Cancún y también mi departamento qué está en remodelación tranquilamente podrías hacerlo tú. Además te pueden regalar cosas telefónos, pagar la universidad incluso irte a otra más cara si quieres.

Missdolar.net

Sintió una alegría inmensa, ¿pero acostarse con hombres para tener dinero?, ¿Es realmente lo qué deseo? Pensó cabizbajo pero.. ¿Eso importa realmente? Necesita dinero para pagar la universidad y no lo conseguía así qué no pensó qué fuera una mala idea.

-¿Que tengo qué hacer?-preguntó firme, Renata sonríe y la mira con aprobación.

Ella se levantó y desató él cabello de Gala movió sus pechos y la miro fijamente ella no necesitaba maquillaje para verse linda sus ojos azules la hacían resaltar. Su sonrisa la ilumina y Renata lo sabe perfectamente su amiga es una mujer completamente hermosa sin importar cómo luzca.

-Párate y sonríe, dejame decirte qué tienes qué firmar un contrato. Mostrarte, subir fotos, también ficha médica ellos deben estar seguros de qué no tienes nada. No lo digo de mala y ellos hacen lo mismo. A y tú cuenta financiera... Siempre me cuido y tú has lo mismo.-contestó en tono alto.

Renata tomó él pendrive y empezó a subir fotos de Gala en bikini, de rostro y cuerpo completo.

-¡No mi madrastra, tiene registro de mi cuenta!-gritó desesperada, odiaba qué su padre quiera tener control sobre ella.

-Bueno pondré la mía y luego te harás una para ti, manda a la mierda a tú madrastra y al idiota de tú padre.

Ella asintió.

-Me arrepiento, eliminalas.-titubeo nerviosa, Renata subió todo-¡Ayy, carajo! ¿Y si lo ve algun conocido?-hablaba nerviosa, Renata empezó a reír

-¿Acaso nuestros familiares y conocidos son millonarios?-pregunto sarcásticamente, Gala sonrió -Además eres muy guapa y se qué te irá genial-concluyo

Empezaron a llover miles de mensajes en sólo segundos, es una mina dorada pensó su amiga.

-¡Carajo!-gritaron unísono había para todos los gustos, hombres mayores de 60 años jaques y hasta mujeres.

_Qué mujer más hermosa, me gustan él color de tus ojos, entre otras cosas_

Gala tragó saliva no sabía cómo comportarse.

_¡Demonios , qué cuerpo!_

Renata empezó a saltar de emoción.

_Te escribí por privado, mujer hermosa_

Gala entró al buzón y vio su nombre Adrien Allard, es un nombre y apellido Francés.

_Hola mi nombre es Gala Morozov, tengo veintidós años_

Renata se empezó a reír a carcajadas.

-Tienes qué hacer videollamada, con él para poder verte... También lo verás no temas no va a matarte.-habló en tono burlón.

Gala acomodó su cabello y vio que la estaban llamando su corazón se aceleraba cada vez más no podía con tanta emoción.

-¡Hola!-tartamudeo

Él sonríe, realmente no podía creerlo era de pelo negro, ojos negro y tenía buen porte... Pero parecía serio.

-Quítate él vestido, y mueve tú cabello-ordenó, ella obedeció y se movió.

Es un hombre muy guapo, parecía de unos cuarenta y tantos. El mordió su labio y sonrió había quedado fascinado , todo en ella era perfecto penso ese hombre misterioso.

-¿Le gusta señor ,lo qué ve?-pregunta coqueta, el sintió su cuerpo arder había algo sintió un escalofrío en él cuerpo.

Sonrió de manera inmediata, tenía una

Preciosa sonrisa. Murió de deseo al ver la hermosa sonrisa se ese hombre tenía una camisa blanca medio abierta.

-Mira tú cuenta bancaria y ahí tendrás tú respuesta.-guiño, corto la llamada.

-Tres mil dólares.

_Quiero verla Gala, él sábado te invitaré a mi restaurante mi chofer va a recogerla_

Mordió su labio.

_Claro, señor ahí estaré_

Ese hombre se veía tan guapo y misterioso. Gala sonrió y se recostó sin duda alguna ambos quedaron fascinados.