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Peligrosa Obsesión

Peligrosa Obsesión

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35 Capítulo
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Sebastián es un hombre frío y despiadado. Desde la primera vez que puso sus ojos, sobre ella, la convirtió en su obsesión, tanto que mientras más es rechazado por Cats, más el se empeña en doblegarla, cueste lo que cueste. Cats es una joven humilde e insegura. Viene del campo a instalarse en buenos Aires, para probar suerte, ya que su economía está destruída. Sin imaginar, que su vida monotoma cambiará para siempre, el día que se cruze en el camino, de este ser cruel de belleza perversa.

Capítulo 1 Monotonía

Buenos Aires [ fuerte apache ]

Catalina Gutiérrez

Otro sábado más en mi aburrida vida. Tomo la pizza en caja de mi congelador y la saco de su envoltura para llevarla al hornito eléctrico que se encuentra en mi diminuta cocina. Pongo el temporizador mientras observó afuera. La ventana que da a la destartalada escalera en el viejo edificio donde hábito. Este se cae a pedazos debido a todas las reformas que necesita. Pero no puedo quejarme, es lo único que puedo pagar con mi salario mínimo de empleada de limpieza. No tengo familia, solo una amiga que también es mi compañera de trabajo aunque ella está en la parte de recepción por qué es una chica de estudios y al contrario de mi lleva una vida social activa. El sonido del reloj me alerta que la pizza ya está en su punto. La saco del horno para colocarla en un plato, luego tomo la latita de coca cola "soy fan de la coca cola y las papas fritas" ¡amo la comida chatarra!

Cuando me lo estoy por dirigir con mi alimento al sillón que se transforma en cama, para ver en mi tv antigua, alguna película del cable. Escucho el chillido de las llantas de un auto al estacionarse. Me asomo por mi ventana hacia abajo y observó como mi amiga, Yesica, baja de un vehículo vestida con un traje de gatúbela súper sensual y un antifaz negro brillante a juego con sus tacones de brillos.

Frunzo el ceño hasta que mi amiga grita a todo pulmón–caty ¡mi pequeña caty! sal de tu escondite que hoy llegó el día que obtendrás el mejor polvo de tu vida..

casi se me cae la bandeja de las manos por el temblor que me sacude al escuchar las palabras de mi amiga. rápidamente deposito la bandeja arriba de las cocina y avergonzada tapo mi rostro con un mano y con la otra le hago una señal para que suba de prisa, al notar que algunos vecinos están investigando que es todo este alboroto, mientras otros silban, incentivando a mi amiga a los gritos.–caty, sal que gatúbela quiere jugar con Batman..

provocando las carcajadas de mi amiga ¡¿Dios ya está borracha?! pero si son las 22:00 pm. Miro la hora en la tv. Yesica sube por la escalera que da a mi ventana, riendo como estúpida. Al ingresar a mi hogar, me tira las bolsas a mis pies.

Yo me cruzo de brazos y le reclamo.

–me podés decir ¿que es todo este alboroto? ¡se me cae la cara de vergüenza con mis vecinos!.

Yesi solo sonríe de lado y saca de adentro de las bolsas, un traje de mucama súper corto con un antifaz blanco de terciopelo y exclama

–¡amiga, hoy es tu noche! estoy cansada de verte sola y aburrida, encerrada dentro de estas cuatro paredes. ¡tenés 22 años y pareces de 40! ¡¿sino es ahora, cuando vas a disfrutar de los placeres que te da la vida?!

bufo detallando el traje que raja lo indecente, luego me observó a mi misma, enfundada en mi pijama de canarios amarillos y pantuflas de pompones y reafirmó.

–Yesi, sabes que esa vida loca de fiestas y alcohol no es para mí. Soy una chica de campo sin gracia que ni con esto.– señaló el traje de mucama.–Puedo atraer a un hombre... sin olvidar mencionar que nunca... ¡bese a nadie en mi vida!.

Me cubro el rostro con vergüenza.

Mi amiga se acerca a mi con pena y toma mis brazos con suavidad para suplicar.–por favor, hacelo, por mí, una noche, una fiesta de disfraces dónde nadie te conocerá, si... ¡vos no lo deseas! No tenes que revelar tu identidad. Asistirán desde políticos hasta famosos y dueños de grandes empresas.

Ella me abandona un segundo para buscar dentro de su bolso, dos tarjetas fluorescentes y dice con orgullo.

–somos afortunadas , por qué yo tengo dos pases vip, así que te lo imploró. Hace el intento de...por una noche, tratar de soltarte, para divertirte al máximo. Olvídate de tus propios prejuicios ¿si?.– Pone sus manos en forma de suplica.–¿que decís?.

Suspiro, sabiendo que me voy a arrepentir, pero no puedo negarle nada a mi amiga que es como mi hermana, me ayudó tanto en esta provincia desconocida para mí, fue mi guía.

–está bien, pero.–levanto mi dedo.– No digas que no te lo advertí, cuando arruine tu noche.

Yesi da un alarido alegre y me abraza.–No te preocupes, eso no va a pasar, deja todo en mis manos, que yo me voy a encargar de prepararte.

Una hora después estoy anonadada, mirándome frente al espejo de cuerpo entero, pegado a mi puerta. El uniforme de mucama se pega a mi figura, afinando aún más, mi cintura delgada y el escote delantero me hace poner colorada ¡jamás use algo tan corto y atrevido! se que no tengo grandes atributos, pero el relleno del corpiño, produce que mis senos pequeños aumenten su volumen y las medias de nailon hasta mis muslos parecen de prostituta, ni hablar de la pollera del traje, el tableado provoca que al caminar la tela se levanté hasta el inicio de mis nalgas ¡Dios mío! menos mal que llevo antifaz, así nadie me reconocera al salir del edificio. Por último observó mi cabello, es lo único que me gusta como se ve de distinto, siempre lo llevo en un rodete, pero está vez, mi amiga, lo lucio, dejandolo libre y me creo unas ondas con su buclera que llegan hasta mi cintura.

Yesi habla detrás de mi.

–¡Cati! viste que nadie es feo, solo somos pobres.

Nos miramos a los ojos y reímos juntas. Salimos del edificio por la escalera que nos lleva a la calle, con sigilo, no quiero que nadie nos vea así vestidas.

*******

Bajamos del taxi en un lugar súper iluminado y veo un edificio inmenso frente nuestro con estilo de Castillo. Alrededor veo autos de lujo estacionados por doquier. Ferraris, Lamborghinis, descapotables hasta Hilux. solo conozco las marcas por qué estoy cansada de ver, estos modelos millonarios de los clientes que concurren diariamente en la empresa donde trabajo. Mis nervios aumentan al acercarnos a la entrada por un camino empedrado, me tomo inconsciente del brazo de mi amiga, ella me mira sonriente y me calma.

–relájate, vos seguime la corriente y no te alejes de mi lado. Este lugar destila, poder y riqueza... pero cree que a veces los de la alta sociedad, son los más cerdos... hijos de puta. sentencia apretando sus dientes con resentimiento, como si supiera bien de lo que habla.

No sé a qué se refiere con eso, ya que ella está más acostumbrada a este tipo de fiestas y entorno, mientras ¡¿yo?! ¡Que sé con lo que me voy a encontrar dentro!

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