/0/8536/coverbig.jpg?v=a4bc193b1968506e9a3b167a9c5009ab)
Ella, una chica inteligente con sus metas claras en la vida. El, un hombre con todo lo que puede imaginar menos a ella. Por un error Emma choca con Matthew en un café, se disculpa y se va sin imaginar lo que desencadenó en el interior de Matthew, una malicia crece en el sin nadie quien la frene, bajo amenazas e influencias por su dinero tendra a todas las personas dispuestas a ayudarlo en su plan para poseerla.
Emma Mark.
Estamos en el aula impaciente ya que el profesor de ciencias sociales está haciendo entrega de los trabajos en grupo que asigno y yo como siempre, lo hice con mi mejor amiga Eva, somos un equipo genial.
-Señoritas Mark y Olivo... -Nos llamo el profesor y ambas nos paramos a buscar el trabajo corregido -Felicidades tienen la mejor nota del grupo con un 10.
Eva chillo como una niña e hizo un baile extraño y hasta saltos de emoción dio, yo de mi parte reí por sus locuras, me acerque al profesor a recibir nuestro trabajo de evaluación viendo en él un "10" en tinta roja, asentí y le sonreí feliz y el me sonrió de vuelta para luego yo volver a mi asiento sonriente.
-Tenemos que celebrar nuestro 10 ¿Qué te parece si vamos a nuestro lugar favorito? Yo invito -Decía Eva muy sonriente y animada.
-¡Claro! No puedo rechazar la oferta -Dije y ambas sonreímos emocionadas cómo si fuéramos unas niñas de 13, estábamos muy felices por nuestro logro - ¡Todo si vamos a por unas donas!
Eva y yo nos conocemos desde tercero de básica y desde entonces somos inseparables. De las dos, ella es la más extrovertida, tiene carácter fuerte y es alocada, yo en cambio soy tímida, reservada y pasiva, todo eso lo herede de mi madre, se podría decir que es conveniente en situaciones como no perder el control con facilidad pero es una desventaja por qué se me hace muy difícil decir que no.
Termino la clase y esperamos que todos salieran para salir luego nosotros, cuando quedamos solas en el aula recogí mis cosas metiéndolas en la mochila lo más rápido posible mientras ella me hablaba de un vestido de lentejuelas turquesa y lila que había visto en el centro comercial ayer en la tarde que fue con su mama, reí por sus comentarios de que el vestido parecía estar echo para mí por que combinaba con mis ojos grises a lo cual bufe, era estúpida esa idea, hoy y siempre, los colores no son lo mío.
-Sabes bien que nada resalta en mí, estoy echa de colores grises en cambio a ti te quedaría genial con tu pelo rojo Eva y esos rizos locos y despeinado que tienes -Me miro con un gesto de falsa molestia alzando una ceja con los brazos cruzados y me reí de eso.
-Es enserio Eva -La mire alzando una ceja con un rostro lleno de seguridad.
-Voy a ignorar el comentario tan negativo y estúpido que hiciste de ti misma -Me sonrió y yo le devolví la sonrisa.
Termine de recoger mis cosas y salimos del aula, mientras caminábamos a la salida Eva se iba despidiendo de sus amigos y compañeros de clases que aún quedaban en el instituto, salimos del instituto por fin y cojemos rumbo.
Rumbo a nuestros destino íbamos echando chistes y hablando boberías sin sentido como moda, los chicos que le gustaban a Eva porque a mí no me ha gustado nadie aún, seguimos nuestro camino mientras nos moríamos de la risa, muy inmaduro de nuestra parte para tener 17.
Llegamos a le beignet doré, una tienda de donas muy linda, nos sentamos en el lugar de siempre cerca de la ventana para ver a la gente pasar y criticar un poco pero sanamente, un pasatiempo muy de Eva al que yo me adapte, Segundos después aparece Liam un amigo que trabaja en el local a pedir nuestras órdenes, sus ojos se iluminan al vernos y viene a nosotras con un semblante alegre y risueño.
-¡Hola chicas!, ¿Lo mismo de siempre, verdad? -Asentimos, ya que cada que venimos pedimos lo mismo, un batido de fresas y unas donas de chocolate con caramelo.
-Enseguida vuelvo con sus pedidos chicas -Se fue por el pedido, no sin antes dedicarnos una amable sonrisa.
-Está enamorado de ti, ¿porque no le das una oportunidad? -Dijo Eva de repente después de unos minutos de silencio.
-Sabes bien que él no me gusta, además nunca me ha dicho nada referido a eso -dije en tono bajo ya que él venía con nuestros pedidos.
-Vale, está bien -dijo ella rodando los ojos con un evidente tono de fastidio en su voz.
-Bueno chicas aquí están sus pedidos -Iba colocando nuestro pedido en la mesa -Espero disfruten mucho sus donas yo por mi lado tengo que volver a trabajar, tristemente, gracias por venir dejen propina.
-Adiós Eva y por supuesto adiós hermosa Emma -Me sonrió de una forma seductora haciendo que sus ojos negros calen en mi mente.
-Emma es hermosa claro esta, pero ¿Y yo Liam? -Liam río un poco sin despegar su mirada de mi.
Eva le hizo un puchero de lo más gracioso, este rió y se alejó de nosotras porque lo llamaba un cliente.
Mientras comíamos mi teléfono sonó, era un mensaje que mi madre diciendo que llegara a casa rápido porque iba a salir y tenía que cuidar a mis pequeños demonios... Perdón, hermanitos.
-Es mi madre, tengo que irme -Eva hizo un puchero, suspiro y luego asintió con expresión triste.
-Vale, vámonos -Dijo con un tono triste.
Ella ya había acabado su comida y yo tenía la batida intacta, la tomare en el camino. Agarramos nuestras cosas e íbamos a salir pero por no alzar la cabeza y apurarme a salir choque con un cuerpo derramando la batida sobre este.
-¡Oh por dios, lo siento tanto! -Dije con una gran vergüenza.
-¡Niña estúpida, mira lo que hiciste! -Volví a disculparme mientras alce mi rostro y mire el de él, Dios mío es un hombre hermoso, sus ojos marrones conectaron con los míos, sus facciones mostraban una cólera evidente y un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, me miro de pies a cabeza.
-¿Por qué no te fijas por dónde caminas? -Espetó dando un paso al frente amenazador.
-¡Oye! ella dijo que lo sentía y tú también deberías de fijarte por donde caminas ¡Idiota! -Eva agarro mi abrazo y me saco del local a toda prisa mientras ella reía y yo estaba anonadada con la intensa mirada de ese hombre.
"Durante su trabajo de medio tiempo en un bar clandestino, Wendy se emborrachó accidentalmente. Cuando se despertó, se dio cuenta de que la habían confundido con una prostituta y que había perdido su virginidad. Después de tener una aventura de una noche con Charlie, un hombre increíblemente guapo, Wendy tiró doscientos dólares para defender su dignidad. Sin embargo, el comportamiento arrogante de Wendy molestó a Charlie, quien, en venganza, volvió a llevarla a la cama. ""¿Qué quieres?"", dijo Wendy molesta. ""Asumir la responsabilidad de lo que te hice"", respondió Charlie sonriente. ""¿Pero cómo?"", Wendy continuó. ""Al seguir acostándome contigo""."
Acusada de asesinato, la madre de Sylvia Todd fue considerada una traidora por toda la manada, condenando a Sylvia a vivir el resto de su vida sola y humillada como una humilde esclava. Lo único que quería la chica era demostrar la inocencia de su madre de alguna manera, pero el destino nunca parecía estar de su lado. A pesar de todo, Sylvia nunca perdió la esperanza. Como el futuro rey licántropo de todos los hombres lobo, Rufus Duncan poseía un gran poder y estatus, pero tenía una inexplicable reputación de ser cruel, sanguinario y despiadado. Sin que todo el mundo lo supiera, había sido maldecido hacía mucho tiempo y se veía obligado a transformarse en un monstruo asesino cada luna llena. Aunque el destino no siempre favorecía a los dos, unió a Sylvia y Rufus como pareja predestinada. ¿Se hará justicia para la madre de Sylvia? ¿Podrán ella y Rufus desafiar todas las normas sociales y permanecer juntos? ¿Tendrán estas dos almas desafortunadas un final feliz?
Después de que Ellie recuperara su verdadera identidad, se encontró en un inesperado matrimonio con el Sr. Thorpe, un hombre lisiado que era despreciado por todos. Su exnovio infiel aguardaba su arrepentimiento, mientras los demás la miraban con sorna. Sin embargo, para Ellie, su aclamado bar no era más que un proyecto secundario. Su vasta colección de joyas parecía trivial. Los mejores diseñadores estaban a su disposición. Poseía autos de lujo, grandes mansiones e incluso islas privadas. Tenía el poder de ganar prestigiosos premios y vengarse de su infiel ex y de la amante descarada de este. No obstante, para los extraños, su vida parecía aburrida, ensombrecida por la discapacidad de su marido. Un día, el Sr. Thorpe se levantó de su silla de ruedas, incapaz de mantener la fachada por más tiempo. "Ya no puedo seguir fingiendo. Mi mujer es demasiado extraordinaria", declaró. Ellie, con las manos en la cintura y los dientes apretados, se enfrentó a él: "¿Y el divorcio que prometiste?". Tocándole suavemente el vientre ligeramente abultado, el Sr. Thorpe respondió en voz baja: "¡En tus sueños!".
Como simple asistenta, enviar un mensaje al CEO en plena noche para solicitar películas pornográficas fue un movimiento audaz. Como era de esperar, Bethany no recibió ninguna película. Sin embargo, el CEO le respondió que, aunque no tenía películas para compartir, podía ofrecerle una demostración en directo. Tras una noche llena de pasión, Bethany estaba segura de que perdería su trabajo. Pero en lugar de eso, su jefe le propuso: "Cásate conmigo. Por favor, considéralo". "Sr. Bates, está bromeando, ¿verdad?".
Durante sus tres años de matrimonio con Colton, Allison ocultó su verdadera identidad y se esforzó de todo corazón para apoyarlo. Sin embargo, fue traicionada y abandonada por su esposo infiel. Desanimada, ella se propuso redescubrir su verdadero yo: una perfumista de talento, el cerebro de una famosa agencia de inteligencia y la heredera de una red secreta de hackers. Al darse cuenta de sus errores, Colton expresó su arrepentimiento: "Sé que metí la pata. Por favor, dame otra oportunidad". Sin embargo, Kellan, un magnate que se suponía que era discapacitado, se levantó de su silla de ruedas, tomó la mano de Allison y se burló desdeñosamente: "¿Quieres que te acepte de nuevo? Sigue soñando".
Paola Fischer vive un matrimonio aparentemente feliz hasta el día en que, al regresar a casa, encuentra a su esposo, Lucas Hotman, en la cama con su secretaria, Rose Evans. La traición la deja destrozada, y, sin saber cómo enfrentar el dolor, se marcha de su hogar. Esa noche, en un bar, conoce a un enigmático desconocido que le ofrece una compañía inesperada. Buscando escapar de su desilusión, Paola se entrega a una noche de pasión con él, dejando que el dolor de su traición se diluya en la intimidad. Al día siguiente, trata de seguir adelante, pero pronto se enfrenta a una sorpresa que cambia el curso de su vida: está embarazada, y el padre no es Lucas, sino aquel hombre al que apenas conoció.