/0/9604/coverbig.jpg?v=eef6b9033e195e016b00923b6ff81a37)
Brianna, empezó la universidad. ¿El problema? Su ex marido es el profesor de una de sus asignaturas. Brianna no solo tendrá que lidiar con las sensaciones de su corazón; deberá intentar no caer en las tentaciones que Teo le da: cada vez que se acerca. ¿Será pasión o amor? Esteban es consciente de pronto: la está perdiendo para siempre. ¿Querrá volver con su ex esposa, cuándo el mismo le pidió el divorcio? O solo la empezará a valorar, ahora que la ve acercándose con alguien más.
En la universidad, era bastante recorrido en ese instante. Me encontraba en modo planta: tendría las clases con Esteban. Suspiré, di un gran bocado de aire y me sale mientras .s El problema es que pensé que alguien me estaba sosteniendo de la parte de atrás, porque a pesar de que daba largos pasos: no avanzaba. Frustrada y enojada, me gire encarando a la persona que me estaba deteniendo, pero no no era nadie. El picaporte fue el causante.
Puse los ojos en blanco dándome cuenta de mi torpeza. Empecé a dar grandes zancadas, en dirección a la mesa. Busque el asiento del medio, no quería que Esteban me viera tan de cerca. Suspiró, la verdad es que es un poco difícil: en este día, después de haber conocido a Teo; había sentido algo especial por el.
Ni siquiera yo me entendí en ese instante:
¿Por qué mi corazón había latido con tanta prisa? Sucedió en cuanto cruzamos las manos.
Lo peor de todo, es que estaba ansiosa por tener la hora de su clase. Lo único malo, es que todos cuchicheaban que pasaba algo entre el profesor y la estudiante.
La estudiante era yo y el profesor obviamente era Teo.
Esteban ingresó, en cuanto lo hizo o un silencio sepulcral, pero no era tan así, sino que hubieron muchísimo suspiros y empezaron los cuchicheos de pronto.
Esteban, carraspeo.
Al parecer queriendo ganar la atención y silenciando a todos los presentes.
Las chicas: hicieron caso. Simplemente sé quedaron observándolo con una baba en el rostro.
¡No lo negaré, yo también!
Yo podría llegar a jurar: si no me controlaba estaría largando baba por el; es que mi ex marido, pero estaba muy bueno.
<<¡Cálmate Brianna!>>
En este día, tiene puesto un suéter de color marrón, pero es ajustado entonces uno puede notar todos los músculos que tiene.
<<¿Quién no fuera su ropa?>>
Empiezo a suspirar , una boba, y la mayoría lo hacía. Parecemos un rebaño de ovejas.
Cuando entré en razón, al ver sus ojos azules cruzarse con los míos: me senté recta y me puse a escribir cualquier tontería en mi libreta.
Cuando me empecé a dar cuenta: escribía una y otra vez Esteban.
"Esteban"
"Esteban o Teo"
Puse los ojos en blanco y gire hacia otra hoja. La anterior: la hice un bollo. Por desgracia, cuando después de que el profesor terminó de dar la charla, aquel bollo de papel cayó hacia un costado.
<<¡Ay no!>>
En el instante preciso en el que Esteban pasaba por mi lado.
Miré aterrada, este sería mi fin. Esteban, con curiosidad se inclino a la altura de mis rodillas y tomó aquella pelota improvisada. Él sin ningún tipo de prisa lo empezó a desenrollar.
-¡No! -grité y todas las miradas curiosas se pusieron en mí.
Esteban levantó las cejas al parecer confundido y me miró.
-¿Qué tiene este papel señorita que no quiere que lo lea? -quiere saber con curiosidad.
-Nada, solo que...
-¿Qué cosa?
-Ni siquiera sabe responder. Entonces es más que justo que yo lo vaya a leer.
-No tiene nada, eso lo que...
-¿Qué tiene escrito? eso es lo que que quiero saber.
Con una ceja levantada me interroga.
-Qué es... es...
-Me lo llevaré, debido a su falta de respuesta.
En ese momento Esteban se dio la vuelta y a pesar de mis protestas se sentó en la silla. Detrás del escritorio.
Mi corazón empezó a latir con prisa, nada por suerte la atención que estaba sobre mí: disminuyó y todos empezaron a hablar entre ellos.
-¿Que tiene escrito? -pregunta Carla mi amiga.
-Carla, es mi sentencia de muerte.
-De igual forma al parecer aún está hecho un bollo, seguro que tienes la oportunidad de quitarselo -comenta carla.
-No lo sé. De igual forma tengo que acercarme a él para quitarle: el bollo de papel, así no será mi fin -lloriqueo, escondiendo mi cabeza en el pupitre.
-¿Qué es lo que tiene? Digo , para que estés así -pregunta Carla.
Carla, es mi mejor amiga. La verdad es que la conozco hace poco. Pero de igual forma, se ha convertido en alguien importante para mí.
-Dice...
-¡Ya dime el misterio! -elevó el tono de voz, todos la miraron por un leve instante.
-Esteban con muchos corazoncitos, si.. hay muchos Esteban escritos. Pero hay algo peor que eso -comento.
-¿Qué es peor que poner el nombre de tu profesor con corazoncitos? -quiere saber.
-Puse el nombre de Teo y Esteban los dos juntitos, cómo si tuviera que elegir entre uno de los dos.
- Eso sí, es trágico, sabiendo que él es tu ex marido -dijo en voz baja.
Asenti, se bien que ese sería mi fin. Lo peor de todo, es que después le tenía que llevar a Ana su caso.
¡Qué vergüenza!
Yo creo que me voy a morir en este instante de un ataque cardíaco.
Me puse de pie, por fortuna estaban todos haciendo un trabajo práctico.
Tuve esa valentía cuarenta y cinco minutos después de que hubiera ocurrido ese suceso.
Me acerqué, sin saber muy bien que decir, con una hoja la mano fingiendo que tenía una duda. .
Esteban levantó la barbilla, dirigiendo sus ojos hacia mi. No tenía ningún tipo de expresión en el rostro y mis nervios incrementaron.
-Esteban...
<<¿Cómo le voy a decir: Esteban?>>
-Digo profesor...
-Sí dime alumna. -contestó recalcando la palabra "alumna"
<<Incluso esa palabra, suena bien en sus labios>>
-Es que tengo una duda respecto a una pregunta.
-Dime , ahora te explicaré...
Mientras él me explicaba al respecto a las plantas: , la fotosíntesis; yo miré de reojo que el bollo de papel aún estaba de su misma forma.
Empecé a estirar mi mano, con disimulo viendo que él estaba concentrado en explicándome. Cuando me faltaba tan solo centímetros Esteban, desvío la vista de mis ojos y los dirigió hacia mi mano estirada.
<<¡Ay no!>>
-Me quieres venir a robar el bollo de papel ¿verdad? -quiere saber el.
De pronto sonó la campana, suspiré, aunque no obstante cuando estuve a . de alcanzar el papel: Esteban lo tomó con su mano.
<<¡No!>>
Mientras todos los estudiantes salían, yo me quedé , si estuviera en penitencia frente a su escritorio: parada, pálida y sin saber muy bien que decir.
Sentí una mano detrás de mi, que era de Carla dándome fuerza.
Esteban cuando vio que todos los estudiantes se marcharon, aliso el papel. Su mirada sería se transformó en una con sorpresa. Lo miré aterrada, mis ojos y mis labios se pusieron una línea recta.
-No entiendo porque dice: Teo o Esteban ¿Acaso es un tipo de comparación? -quiere saber el confundido.
-Si... bueno no, es solo...
-Briana ¿Te gusta el profesor Teo? -quiere saber Esteban sin temblarle la.voz.
-No... en realidad me gusta otra persona.
Esteban me miró con sorpresa.
<<Creo que la empeoré más>>
-¿Te gusta otra persona que no sea yo o Teo? -pregunta más confundido. -.
-No es que no me gusten, es decir no es que me gusten los dos.
- Entonces por lo que te estoy entendiendo , me estás diciendo que...
-Sí, me gusta otra persona que no es ni tú ni él -declaré finalmente.
Aunque eso era una total mentira.
Aún continúo enamorada de Esteban , el primer día.
No podía evitar suspirar una y otra vez por el.
-Supongamos que te creo Briana, de igual forma no es asunto mío. Pero por estar distraída: te haré tarea hacer un trabajo práctico.
-¿Que? ¿por que? -empieza a protestar.
Sin darme cuenta estoy frente a el, sosteniendo la hoja de papel.
Esteban me mira con sorpresa, sin entender muy bien porque estoy a pocos centímetros de su cuerpo, y tironeando del.
-Si no tienes pruebas, no me puedes castigar.
Entonces seguí insistiendo en tomar aquella hoja de papel, el mismo tironeo de un lado al otro y yo hacía mi.direccion. De tanta fuerza, la hoja se partió en dos pero el problema es que no me caí hacia atrás, sino hacia delante, a los brazos de Esteban.
El mismo miro con sorpresa, en el momento que pude sentir sus manos en mi cintura desnuda. Yo tenía puesto un top con un pantalón tiro alto.
No pude evitar estirar mis manos hacia arriba y abrazarlo con fuerza. Después de muchos meses: era la primera vez que los dos tenemos contacto de cerca.
No entendiendo muy bien porque mi corazón: de pronto se acelero de esa manera.
No podía quitar mi vista de los ojos de Esteban, incluso mis ojos bajaron hacia sus labios, los cuales lo traía entreabierto.
Esteban me sostenía de la cintura, ninguno de los dos decía nada; solamente estábamos ahí mirándonos. En un momento, Esteban al parecer se dio cuenta de la realidad y dio un paso hacia atrás y yo me puse recta en mi posición. Aún sostengo el trozo de papel que tenía entre mis manos, no sin antes mirar que decía "Esteban o Teo".
-Está bien, pero la próxima vez te castigare.
Lo dijo en tono serio copa pero no pude evitar reírme divertida.
-¿De qué manera me castigará profesor Esteban? -dije en tono coqueto.
El trago saliva incómodo, con mis ojos seguí su manzana de Adán, subir y bajar.
-Con... dos trabajos prácticos, señorita Briana. Así que por favor ¿me puede dejar solo?
Puse los ojos en blanco y me alejé dando zancadas largas hasta llegar a la puerta. Cuándo cerré la puerta, sabía que estaba en un serio aprieto.
No quería darle entender a Esteban que aún seguía enamorada de él, pero tampoco le quería hacer entender que pensaba en otra persona.
Suspire.
De igual forma no me debería interesar puesto que los dos estamos divorciados. Pero una parte de mi, aún tiene la pequeña y minúscula esperanza de que el aún piensa en mí.
A verdad todo era un poco más difícil de lo que pensaba, ya pronto puedo ver a Teo: el profesor dar la vuelta con prisa.
La curiosidad pudo más que yo, a pesar de que me dije a mí misma que no debía meterme en donde no me correspondía.
Ya me encontraba corriendo detrás de él. Quería saber porque tenías ese semblante tan triste y al parecer se dirigía a la azotea. Donde yo lo había encontrado con anterioridad. Con curiosidad, empiezo a subir los peldaños restantes hasta llegar a su lado.
-Otra vez aquí -le hablo despacio.
El levanta la vista de sus ojos están algo brillosos.
-Sí... otra vez aquí.
-¿Estás bien? en realidad te vi bastante pálido y con un semblante triste. Solamente me preocupé.
-Debes ser la primera persona y única, que se preocupa por mi... gracias.
-¿Por qué no me preocuparía por ti? pareces una buena persona; además me agradas , profesor y eres muy paciente ¿Quién te hizo poner triste? Puedo... conseguir una pala ¿Quieres? -Quiero saber.
-¿Una pala?
-Pues si, para enterrar al que te lastimó.
Teo se rió, aunque después al parecer al recordar, su semblante se volvió triste
-Es siempre quise encajar entre los profesores ¿sabes? Siempre ingreso a la sala de profesores, tomo una taza de café con la esperanza de que alguien se dirige hacia a mí me hable, pero no es así Briana, la mayoría me ignora y no debería estar contandote esto eres una alumna de la universidad. Pensarás lo peor de todos. Aunque Esteban, si me habla.
<<Esteban siempre tan dulce>>
- No te preocupes. Yo tengo mi propio auto criterio y me parece mal que hagan eso. Aparte eres guapo, no entiendo por qué.
-Acabas de decirle a un profesor: que es guapo -comenta divertido.
-Pues le acabo de decirle a otro profesor, que me gustaba otra persona que no era él y es mi ex marido.
-¿Y cómo es que llegaron a esta conversación? -dice confundido.
Abro los ojos con sorpresa, tampoco le voy a estar diciendo: que era porque puse su nombre y el de Esteban.
Me quedé en silencio, él me mira con curiosidad y empieza a acercarse a mi. Di pasos dos hacia atrás, hasta chocar con la pared del final. Mis ojos se abren con sorpresa en su dirección; la verdad es que no sé porqué motivo, tenerlo cerca: me pone nerviosa.
Ni siquiera con Hernan me ha ocurrido esto.
-Pues... eso no es algo que te importe a ti -digo en forma defensiva.
-Tienes razón, pero , tú te has preocupado por mí; yo también me preocuparé por ti -comenta con tanta dulzura que me derrito.
-Es... porque escribí Esteban con muchos corazones y en un costado izquierdo escribí Esteban o Teo -declare sin parar de hablar.
El profesor me mira con sorpresa, y se aleja de mí dando pequeños pasos bastante, al parecer, nervioso.
<<He metido la pata hasta el fondo>>
-¿Hay otra persona que se llama Teo...? -quiere saber algo confundido sin mirarme.
Se acerca al borde de la media pared, dónde uno si se asoma puede caer.
-No, es por usted.
Se gira con las mejillas sonrojadas. Incluso en ese instante me parece adorable.
<<Es muy lindo>>
-¿Por qué mi nombre...? -quiere saber.
-No lo sé Teo, pero desde la primera vez que lo vi: es , que mi corazón latió. Hace mucho tiempo que no me ocurría eso; además de con Esteban. Ni siquiera con... Hernán. Él fué la persona más cercana que estuve, la verdad es que ni yo mismo me entiendo.
Le sonreí débilmente y él en ese momento, me miró aún más confundido. Se acercó dando pequeños pasos hasta mi lado, sostuvo mi mano y la apretó con fuerza. Yo lo miré sorprendida por ese gesto: en parte era insignificante pero para mí significaba mucho en ese momento.
-Es la primera vez que alguien me dice que soy guapo y que le hago latir el corazón.
Lo miré con sorpresa a decir verdad el tío, no era feo: es verdad que era muy alto; tenía unas gafas que no le dejan ver su rostro, el cual era muy varonil; tenía facciones muy bonitas. Además cuando hablabas con él, te das cuenta de que era una persona muy especial.
-Pues si nunca te han dicho eso es porque son unos tontos. Ellos solamente deben ver la apariencia exterior. Eres muy dulce, además seguramente que sí tenemos un recorte en el cabello -empiezo a decir divertida -y te quitáramos esas gafas, sería algo práctico finalmente.
Él se rió.
Me quedó embobada mirandolo, se reía el profesor. A decir verdad hace mucho tiempo que no sentía esa sensación. Y mejillas se sonrojaron, la verdad es que en ese instante, ni siquiera yo entendí a mi propio corazón.
Después de unas horas fingiendo amor frente a su jefe y de un pico después de decir "acepto", la noche pasó sin ningún otro contratiempo. Se marcharon en un Ford descapotable de los años sesenta y finalmente llegaron a la casa de Lionel. Tan pronto como pisaron el suelo, él la observó con aburrimiento y se giró para irse a dormir. No le gustaba estar rodeado de personas, a menos que fueran bailarinas en poca ropa. -¡Oye! -protestó Alexa, pero él no se giró para seguir avanzando-. Se supone que estamos casados -murmuró temblorosa. Finalmente, él se detuvo y Alexa se acercó a pasos firmes, rodeándolo. Lionel bajó la vista para fijarla en ella. Le resultó... ¿Bonita? Supuso que ese era un adjetivo acorde a esa mujer, aunque le parecía insoportable y aquello restaba la belleza que poseía. -¿Qué? ¿Quieres acostarte conmigo? -preguntó él. Ella levantó una ceja para negar, pero ya era tarde. Lionel la tomó entre sus brazos y la recostó sobre la pared. Una mano detrás de su cintura bajó hasta sus glúteos y los apretó. Alexa rodó los ojos para darle un empujón. -Al cabo que ni quería... puedo cogerme mujeres de verdad -se burló, pero no esperó recibir un cachetazo de la dama. Alexa observó sorprendida la mejilla roja de su ahora esposo. Su piel se volvió más pálida de lo normal y retrocedió un paso, luego otro. Lionel se limpió un hilo de sangre que caía en la comisura de sus labios y la observó furioso. Era raro verlo así. Corrió a su lado y la tomó del cuello con brusquedad. Poco a poco, Alexa pudo sentir que el oxígeno no pasaba por su garganta y que estaba quedándose sin aire. -P-por favor... -suplicó, pero Lionel siguió presionando hasta que la soltó arrojándola al suelo. Se limpió el saco, como si ella lo hubiera ensuciado, y se dio la vuelta. Alexa, perpleja por haber sido estrangulada por su esposo, se levantó. -¡Soy tu esposa! ¡Te guste o no! -gritó a todo pulmón. Lionel se giró, buscó algo en su bolsillo y dijo: -Bien. Ten, son diez mil dólares. El próximo mes te daré más, ahora vete. No me interesa tenerte en esta casa. -Somos marido y mujer. Merezco y debo estar aquí -susurró con la voz quebrada y los ojos llenos de sufrimiento. Él le lanzó una sonrisa ladina mientras avanzaba, pero ella, a pesar de temblar por ese hombre, no se dejó intimidar. -Entonces... -comentó mientras bajaba el cierre de su pantalón, sacando su enorme miembro frente a ella-... mételo en tu boca... -canturreó divertido. Lionel se rió de la desgracia de aquella mujer. Y ella lo sabía.
Isabella, una joven inocente, se ve envuelta en una apuesta con el seductor caballero Alejandro. Si gana, Alejandro la protegerá y la cuidará. Si pierde, ella perderá su virginidad a los ojos de Alejandro.
Observé de reojo al joven que estaba a unos metros delante de mí, Eric. Era el hijo de mi mejor amiga, Laura. Suspiré bajando la vista, pero no pude evitar verle. Ultimamente, para ser sincera podía llegar a jurar que el chico, se veía mas atractivo que antes. A sus veinte años, parecía un hombre sacado de una revista para mujeres maduras. Mis mejillas se tornaron rojas, y tuve que sostener con fuerza mi vestido. Mis ojos se volvieron frágiles ante la imagen que tenía frente a mí. Cuando flexionó sus brazos para sonreírle a mi hija, sentí un nudo extraño en mi garganta. Olivia, tenía la misma edad que Eric. Laura, me pasó un mate y desperté de la ensoñación, de observar la sonrisa de su hijo. -¿Estás bien? –cuestionó bajo una mirada intimidante, asentí enfocando mi vista a los dos. Eric, rodeaba en un abrazo a Olivia, tragué saliva en seco –son adorables. -Lo son –comenté sin titubear, si tan solo un solo sonido de mi voz sonaba insegura, Laura se tiraría sobre mí como una gacela. La conocía demasiado bien para saber que era curiosa, en demasía. -Entonces... ¿saldrás con el ingeniero? –su pregunta, provocó que mi concentración volviera a ella. Suspiré asintiendo, ¿qué le podría decir? De todos modos, ya era demasiado extraño que quisiera quedarme con su hijo en la ciudad. Yo tenía una casa en la capital, y me había ofrecido para que él fuera a vivir allí una temporada, incluso Laura fuera para hacerme compañía. No pretendía comenzar a mirar a Eric con otros ojos.
Una enfermera encuentra a una niña congelada en el exterior de su hospital y la rescata. Después de atenderla, descubre que la pequeña tiene un don mágico que le permite curar heridas y predecir el futuro. La niña la lleva a su manada, y se desarrolla una tensa relación con su cruel padre, el Rey de la Manada.
Unidos por un matrimonio arreglado, Lina y Mateo se encontraron por primera vez en la noche de su boda. Sin embargo, Mateo sólo tenía ojos para su herencia y no para Lina, y la abandonó en cuanto obtuvo lo que buscaba: cuatrillizas. Cinco años después, un anciano de la familia empieza a sospechar que los dos no están enamorados, ejecuta un plan para arruinar la herencia de Mateo si no puede demostrar su amor a Lina. Con la presión de los dos lados de la familia, Mateo hace una propuesta arriesgada a Lina: fingirán ser amantes y recuperarán la herencia. Pero el destino tiene otros planos, y mientras más tiempo pasan juntos, más difícil es ocultar sus secretos y, aún más importante, el creciente amor que los une.
Kiara despierta en una carcel, había sigo secuestrada por unos desconocidos. Esperando no encontrar el peor amo, alguien la salva, un hombre lobo cuyo nombre es Alexander. Emilia, hermana de Alexander descubre que Kiara es su pareja, al parecer reencarnada en una humana. Pero él se niega a creer eso. Ella la cura y le borra la memoria. Vuelve a su vida normal ya la universidad, encontrándose aun profesor muy sensual, Alexander.
Lascivia. Lujuria y Deseo Las vacaciones acabaron y Rachel debe volver a su puesto como teniente en el ejército de la FEMF, encontrándose con que la central de Londres no es lo mismo. Llegó un nuevo coronel, soberbio y con una belleza que no parece humana. Hombre que no tiene ojos sino dagas de acero que la ponen entre la espada y la pared al sentirse tentada por su superior. Ella sabe que no es sano, bueno, ni correcto sencillamente porque quien incita deseos impuros es el mejor amigo de su novio; Bratt Lewis. Christopher Morgan no es solo el coronel, verdugo y dictador del ejército más importante del mundo, tambien es el terror de la mafia italiana y a futuro el arma que dañara al que predica ser su hermano. Él tenía claro a lo que iba, pero Rachel despertó tentaciones sexuales regidas por aquel pecado desconocido llamado lascivia, demostrando que en cuestiones de pasión no hay amigos, alianzas ni compromisos. Él esta casado y ella sueña con lo mismo, pero la tentación desencadenará entre ellos un torbellino de pasiones, lujurias y deseos que solo viven aquellos que se hacen llamar amantes. "Sus actitudes son las de un desalmado sin sentimientos, pero su físico... Joder, su físico me humedece las bragas." Mafias, ejércitos secretos, infieles, adicciones y engaños. ¿Complicado? No, complicado es convivir con la tentación hecha hombre.
Todo el mundo pensaba que Lorenzo quería de verdad a Gracie, hasta el día de la operación de corazón de su hija. Para sorpresa de Gracie, Lorenzo donó el preciado órgano que necesitaba su hija a otra mujer. Desolada, Gracie optó por el divorcio. Impulsada por su necesidad de venganza, Gracie se unió al tío de Lorenzo, Waylon, y orquestó la caída de Lorenzo. Al final, este se quedó sin nada. Consumido por el remordimiento, él suplicó por una reconciliación. Gracie pensó que era libre de seguir adelante con su vida, pero Waylon la retuvo con un abrazo. "¿Pensaste que podías abandonarme?".
Ellos no saben que soy una chica. Todos me miran como si fuera un hombre, un príncipe. Su especie compra humanos para satisfacer sus lujuriosos deseos. Y cuando ellos llegaron a nuestro reino para llevar a mi hermana, intervine para protegerla. Fue así como ellos también terminaron comprándome. El plan era escapar, pero mi hermana y yo nunca tuvimos una oportunidad. ¿Cómo iba a saber que nuestra prisión sería el lugar más fortificado de su reino? Se suponía que debía quedarme en el anonimato, pues no tenían un uso para mí. Solo era alguien a quien nunca debían comprar. Pero entonces, el hombre más poderoso de la salvaje tierra, su despiadado rey bestia, se interesó por ese "principito bonito". ¿Cómo podremos sobrevivir en este reino brutal, donde todos odian a los de nuestra especie y no tienen piedad de nosotros? ¿Y cómo puede alguien, con un secreto como el mío, convertirse en una esclava sexual? Nota del autor: es una novela de romance oscuro, apta solo para mayores de edad. Espera varios temas sensibles, como la violencia. Si eres un lector experimentado de este género, buscas algo diferente y estás preparado para entrar sin saber qué es lo que te espera, ¡entonces sumérgete en esta aventura! . De la autora del bestseller internacional "La Esclava Más Odiada Del Rey"
Mateo Lester, un magnate de 47 años, es un hombre implacable en los negocios y exigente en su entorno. Durante un viaje a Brasil, vive un efímero romance con una mujer. Josabet, una joven aeromoza de 30 años. se traslada a Nueva York al ser contratada por una empresa para un puesto en las aerolíneas de la empresa Lester. Cuando Josabet es presentada ante Mateo como la nueva aeromoza de su jet privado. Ambos se reconocen de inmediato, pero Josabet fingir no hacerlo y todo por un secreto que oculta. Todo cambia en la celebración del aniversario de la empresa, donde Josabet decide llevar a su hijo, dispuesta a enfrentar las consecuencias. La abuela de Mateo, al verlo, queda impactada por su increíble parecido con los difuntos padres de Mateo. La duda queda sembrada y, a partir de ese momento, Mateo comienza a investigar el pasado de Josabet, descubriendo secretos que podrían cambiar su vida para siempre. Sin embargo, una amenaza inesperada surge cuando Natalie, la exnovia de Mateo, una mujer manipuladora y obsesionada con él, descubre la existencia de josabet y su hijo. Consumida por los celos, decide hacerles la vida imposible, dispuesta a cualquier cosa para sacarlos de su camino.
Janice, la heredera legítima olvidada hace tiempo, se abrió camino de vuelta a su familia, volcándose en ganarse sus corazones. Sin embargo, tuvo que renunciar a su propia identidad, sus credenciales académicas y sus obras creativas en favor de su hermana adoptiva. A cambio de sus sacrificios, no encontró calor, sino un mayor abandono. Decidida, Janice juró cortar todo vínculo emocional con ellos. Tras quitarse la máscara, ahora era conocida como maestra en artes marciales, experta médica y célebre diseñadora que sabe ocho idiomas. Con una nueva determinación, declaró: "A partir de hoy, nadie de esta familia se cruzará conmigo".
La expresión en el rostro de Nancy era difícil de definir, ya que había tomado una decisión que cambiaría su vida: se embarazaría de un hombre que no conocía. Y aunque solo lo hacía para poder pagar la operación que necesitaba su madre, en ningún momento se detuvo a pensar que esto cambiaría por completo lo que le deparaba el futuro. Tras haber pasado cinco años, ella se convirtió en una famosa pediatra, y un día, cuando salió del aeropuerto con grandes metas y sueños, el destino se le presentó en forma de una niña pequeña, cuyo padre no era otro más que el extraño hombre, Charles, quien en el pasado le había ayudado a Nancy a salvar a su madre. Incluso antes de que ella pudiera asimilar la verdad, estaba desconcertada por la inesperada llegada de este hombre con una niña, la cual presuntamente era su hija. ¿Qué haría Nancy? ¿Había más secretos de su pasado esperando a cambiar su vida por completo? Siga leyendo para descubrirlo en ‘Padre Por Sopresa’ con Manobook. Incluso antes de que ella pudiera asimilar la verdad, estaba desconcertada por la inesperada llegada de este hombre con una niña, la cual presuntamente era su hija. ¿Qué haría Nancy? ¿Había más secretos de su pasado esperando a cambiar su vida por completo?