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El ángel del lobo

El ángel del lobo

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Loria Dupont Laurent, nuestra joven protagonista de 18 años de edad, extrovertida, hermosa, valiente, estudiante universitario, hija del embajador de Venezuela en Francia, la última alfa blanca, descendiente de la reina, representa el poder del Ángel del Lobo de la profecía. Mientras que Terry Wilson Mathieu, el joven protagonista también de 18 años, rebelde, fuerte, corpulento, valiente, guerrero, poco social, adoptado, millonario, estudiante universitario, ultimo alfa de lobo negro, de padres desconocidos Se conocen en la Universidad, chocando con sus caracteres dominantes al principio, pero luego se enamoran y descubren que tienen mucho en común. En el desarrollo de la historia se revelan los hechos que llevó a sus ancestros a la casi extinción, sus causas y sus orígenes, identificando a sus verdugos. Pero una profecía escrita por la mano de Dios se hace presente, que se refiere a la llegada del ángel lobo con el poder de redimir a los caídos Una vez que descubren las identidades de sus ejecutores, resultando ser personajes importantes de poder del alto gobierno. Loria y la manada, gestan un plan para eliminarlos y liberar a los lobos de esta amenaza Solo con la fuerza de su amor y sus propios recursos, lucharan contra el sistema corrupto que representa el gobierno de ese País y el poder de los sectores de dinero, presentándose un reto para la joven pareja, que se pondrá a prueba, entre la juventud y astucia del lobo contra la experiencia y la maldad del hombre que los oprimió

Capítulo 1 La llegada al viejo mundo

En el aeropuerto –Bienvenido embajador… ¿Cómo estuvo el viaje? —saluda cordialmente el chofer de la limosina, Walter, mientras abre la puerta del vehículo, al nuevo embajador de Venezuela en Francia, Dr. Aramis Dupont Meyer, quien viene acompañado de su joven hija Loria Dupont Laurent

Durante el recorrido –Padre desde que salimos, solo he visto naturaleza, espesos bosques, árboles… ¿No hay poblaciones por esta zona? --, -- Hija mía… estamos en el departamento de Aveyron al sur de Francia. Aveyron está conformado por veinte pueblos medievales muy hermosos…llenos de mitos y leyendas…lo demás son grandes bosques e inmensas montañas, alguno de ellos, no explorados por el hombre… espera a que lleguemos que te encantará –

Horas después llegando a su destino, el chofer de pronto frena violentamente la limosina, sonando las ruedas atravesó el vehículo en la vía, --¿Qué pasó?… ¿Por qué frenas de esa manera? -- una anciana con una bata estampada y una bandana en la cabeza, se atravesó delante del vehículo –Disculpe Dr., pero casi atropello a esa señora, no sé de donde salió –, contestó el chofer asustado

La anciana ni siquiera se inmutó, a pesar que el vehículo le llegó muy cerca, erguida, con la expresión seria, imperiosa, continuaba mirando fijamente a la joven Loria, el embajador tampoco le gustó la actitud de la anciana – Ya vámonos de aquí, rodéala y arranca --, así lo hizo el chofer. Nuevamente en marcha –Padre esa señora es muy extraña, sin embargo, su rostro me es familiar --, --Por favor hija no digas bobadas, de dónde vas a conocer a esta anciana, si es la primera vez que vienes a Aveyron –

Ya cayendo la noche, por fin llegaron a su destino, detuvieron el vehículo frente a una mansión, todo estaba a oscuras, solo la silueta se deslumbraba con la luz de la luna llena, la esférica parecía que se posaba sobre aquellos tejados muy inclinados de la imperiosa mansión, -- Hija mía… Contempla tu nuevo hogar --, ¡Guao! padre... que casa tan hermosa, se parece a la de los cuentos de hadas, jajaja… no me lo esperaba así, padre… entonces esta será nuestra casa, donde viviremos de hoy en adelante --, responde la joven emocionada contemplando aquella casa antigua

--Walter… ¿qué pasará?, que no hay ni una luminaria encendida, será que hay una falla eléctrica…. Averigua por favor --, dice el embajador, el chofer se baja del vehículo y toca la puerta, a los minutos el portón se abre automáticamente, y la limosina pasa. Se bajan del vehículo y entran a la casa, de pronto se encienden todas las luces y un coro de personas gritan a la vez --¡Sorpresa! —

Eran los empleados de la embajada, amigos, vecinos, que prepararon una fiesta de bienvenida al nuevo embajador, todos se acercan para saludar al homenajeado, de pronto se acerca una señora muy bien vestida de gala, empuja una mesa rodante con una gran torta y detrás la acompañan unos músicos mexicanos, vestidos de mariachis, entonando una canción – ♫ Estas son las mañanitas…. ♫ que cantamos para ti… ♫ —

La torta y la canción eran para la joven Loria, que ese día casualmente cumplía sus 18 años, --Tía… te acordaste de mi cumpleaños… te quiero mucho--, se trataba de Caterina Dupont Meyer, hermana del embajador – Claro mi querida sobrina, que siempre me acuerdo de tu cumpleaños, ¿Cómo olvidarlo?, imposible --, en eso voltea a mirar a su hermano, como si fuese el aniversario de algo inolvidable, que no era precisamente el cumpleaños de Loria

Reparten la torta entre los invitados, Loria se acerca al ventanal del gran salón, comiéndose la suya, al asomarse, observa afuera de la propiedad a la anciana, quien la ve fijamente, Loria se asusta y retrocede un paso, lo piensa mejor y vuelve a asomarse, ahora se encuentra dentro, en los jardines, corre para advertirle a su padre –Padre afuera esta esa anciana… yo la vi--, el embajador –Walter asómate, si esa anciana está afuera, pregúntale que quiere y que se vaya –

Walter y el resto del personal de seguridad salen en búsqueda de aquella anciana misteriosa, pero no la encuentran por ninguna parte. La fiesta continua, de pronto Loria comienza a escuchar voces, como si las personas que estaban allí le hablaran al oído, todos a la vez. Ve a su alrededor, escucha a los vigilantes que están afuera hablando, luego oye los susurros del personal en la cocina, los comentarios de los invitados y su cabeza parece que va a estallar

--Que te pasa sobrina… ¿te sientes mal? --, --Me duele mucho la cabeza, creo que los cocteles me cayeron mal --, responde afectada Loria, -- Tranquila… le voy a avisar a Leo para que te lleve a tu habitación a descansar –. Leo Louis, la nana de Loria, quien practicante la crio en ausencia de su madre

Loria se retira a su habitación que se encuentra en la planta alta, muy cansada del día, se acuesta en su cama y escucha, --Leo…que brebaje es ese que le vas a dar a Loria – pregunta Cateline, -- Mi señora no es un brebaje, solo es una infusión de hiervas, léalo en la caja, lo compré en el supermercado… es para aliviarle el dolor de cabeza a mi niña –

Pero también escucha las voces de los meseros, --Recojan todo, que los invitados comenzaron a retirarse --, Loria se siente confundida –Porque escucho a todo el mundo hablando, en esta casa con paredes de piedra maciza, escucho a todo el mundo como si estuvieran aquí en mi habitación –

En eso entra leo con la infusión – Nana… me pasa algo muy extraño --, Leo la interrumpe y no la deja contarle – Yo sé lo que te pasa mi niña… tomate toda la infusión, que eso te calmará y te hará dormir bien –

Loria la obedece y mientras se queda dormida escucha –Ya comenzó con los síntomas, pronto sufrirá la transformación--, le dice Caterina a su hermano, --Hasta cuando te voy a decir que eso nunca sucederá… pero bien, si estas tan convencida quédate tu vigilándola durante toda la noche, porque yo estoy muy cansado y me retiro a mi habitación, con tu permiso—

A media noche Loria comienza a soñar, se ve a sí misma, corriendo libremente por el bosque, a mucha velocidad, siente como el aire pega en su rostro, salta los obstáculos a su paso con gran facilidad, va acompañada con otros, toma impulso y salta, viajando ahora por el aire como si volara hasta caer nuevamente a tierra.

Llegan a un rio, para tomar agua, en una poza quieta y serena, se acerca y ve su reflejo en el espejo de agua, se asusta cuando en el reflejo divisa el rostro de una loba blanca, retrocede súbitamente, pero se vuelve a acercar con cuidado y contempla nuevamente la belleza de aquella loba con pelo blanco brillante con hilos de plata, ojos azules y una expresión de nobleza y ternura en su rostro

Pero el lobo negro aúlla con mucha fuerza incitando a la manada a seguir, ella también los sigue hasta que llegan al punto más alto de las montañas, donde se ve posarse la esférica blanca sobre ellos, y como en coro aúllan todos a la vez, produciéndose un eco a kilómetros y kilómetros de distancia

De pronto el macho alfa, divisa a la orilla del rio caudaloso a unos campistas que se encuentran sentados alrededor de una fogata, asando un conejo para comer, hablan y se ríen, vuelve a aullar el gran lobo, pero esta vez de forma distinta, y arrancan todos hacia donde se encuentran los campistas, atacan como bestias salvajes, el lobo mayor arranca de una mordida la tráquea de uno de ellos, todos comen, ella también, devoran los cuerpos por completo

Todos llenos de sangre comienzan a lamerse para limpiarse, pero ella se dirige a rio para bañarse en él, y se ve en el reflejo del agua, toda ensangrentada, se aterroriza y comienza a gritar -- ¡Nooo!... no puede ser…. Yo no hice eso…--, en eso escucha una voz que la llama -- ¡Loria!... ¡Loria!... despierta… es una pesadilla… despierta mi niña --, le dice Leo mientras la sacude suavemente para que despierte

Loria se levanta abruptamente de la cama, se ve a sí misma, sus manos, su ropa, corre hacia el espejo de su peinadora y se contempla en él, esperaba verse cubierta de sangre, pero al encender la luz, nada de eso era cierto, estaba todo normal, –No hay sangre… solo era una pesadilla… tu no mataste a nadie… no podrías hacerlo, eres muy buena mi niña –

Loria voltea a ver a Leo –Nana como sabes cuál era mi pesadilla… si no te la he contado… como sabes que esperaba estar llena de sangre… dime como lo sabes --, --Tranquila mi niña, yo sé todo de ti, para eso vivo, tu nunca tendrás nada que temer de mí, estoy aquí para protegerte… pero un día sabrás como lo sé… mientras tanto júrame que guardaras el secreto—

En eso entra a la habitación Caterina – Leo… ¿Ya sucedió verdad?... --, --No sé a qué se refiere la señora, no la entiendo--, pero la tía enfurecida sacude a Leo – No me mientas, vieja maldita infeliz, sabes muy bien a que me refiero…. Dime la verdad –

--¡Suéltala tía!... no tienes ningún derecho de tratarla así… suéltala te digo--, la tía replica con altanería y a viva voz – La trato como me da la gana y tú no te entrometas escuincla estúpida --, --Te digo que la sueltes --, en eso entra al cuarto Aramis –Pero que gritos son esos… que está pasando aquí –

Leo se angustia al ver a su patrón – No pasa nada señor… mi niña Loria se despertó con una pesadilla… producida por la fiebre que tiene… le traje un antipirético para bajársela y despertamos a la señora Caterina con el ruido… discúlpeme señor es mi culpa –

--¿Qué haces en esta habitación Caterina?--, --Eres tan estúpido que no te das cuenta que esta vieja te está engañando… le está dando brebajes para evitar la transformación --, Aramis la ve y duda, toca a Loria – Hija tienes mucha fiebre --, toma el frasco de antipirético y lee las instrucciones al reverso en voz alta -- Medicamento para combatir los estados febriles, fármacos antitérmicos, ingredientes activos ácido acetilsalicílico, el paracetamol y el ibuprofeno, también indicados para tratar los dolores asociados a la fiebre—

--No leo por aquí nada que me indique que es un brebaje como dices, de hecho, esta sellado, no ha sido abierto el frasco… ¿Qué te pasa Caterina? … deja la neura que tienes, aquí la única que sufre transformaciones eres tú…. Quiero que te retires de esta habitación y no vuelvas a entrar más nunca en ella… ¿Te quedó claro? —

--Quieres tapar el sol con un dedo… lo sabes muy bien y esta perra vieja también lo sabe, que yo tengo razón y lo descubriré todo, aunque sea en contra de tu voluntad --, luego se dirigió hacia Leo, viéndola a la cara con odio –Te voy a descubrir y ese día acabaré con los de tu clase…. ¡Te lo juro! maldita vieja—

Caterina salió enfurecida de la habitación, mientras que Loria se encontraba confundida, no entendía lo que sucedía, trató de preguntarle a su padre, pero también se marchó. Leo le dio el medicamento y la joven volvió a dormir profundamente. Al día siguiente la joven había amanecido sin fiebre y los síntomas del malestar habían desaparecido

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