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Historia
El psiquiatra de la muerte

El psiquiatra de la muerte

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Capítulo 1 Extraña terapia

Palabras:2747    |    Actualizado en: 20/05/2023

os gritos y las quejas de un muchacho que se encontraba en

parecía de buenos recursos, se disculpa

Exclamaba aquel chico encolerizado. Su madre

pensar en sedarlo para calmarlo pe

a salió junto con el otro paciente, llamando a qui

entó hablarle a su hijo pero éste se quejó

sin importarle faltarle el respeto—. ¡NO

—Y en vez de corregirle o al

y al final lograron encont

etestaba la idea de verlo pero

uego de ver que por la ventana ya se veía oscuro—.

tra no la dejó terminar de hablar y le pidió que

no parecía convenci

e, el chico parecía querer atacarlo pero no

Le preguntó, en un tono bastante t

si de un depredador cazando a su presa se tratase, pero el

l pronunciar su nombre, el chico lo mi

intentando salir del pequeño shock que

e con pastillitas antilocura —Su mirada se tornó seria y el chico llamado Jacob sintió

aba, sintiendo el ambiente tenso, podía jurar que al psiquiatra le brill

to, no le importa lo que me pase —A Jacob se le cortaba la voz al hablar, estaba

diagramar—. Tú eres un muchacho inteligente, ¿Verdad? —Y Jacob asintió—. Bien —Empezó a hacer unos trazos en la pizarra mientras explicaba su punto—. Tu tío te lastima, tu mamá no hace nada y sólo te trajeron aquí porque creen que la

mi tío siga aquí, no podré librarme de mi

aca el problema jamás podrás estar en paz —Aquellas palabras empez

—Le preguntó, ansioso p

ma —Su voz resonó en su cabeza como una esperanza a la cual se aferraría

risa se asomó en su rostro, pero er

o dejó helado, no podía creer que acababa de escuchar a

que era la idea, la tentación

s ojos tenían un brillo asesino que le daba miedo, mirarlo a lo

daré todo mi apoyo, tendrás la ayuda que necesi

eró de Jacob—. Yo nunca he matad

curo y malicioso, arreglándose lo que parecía ser un guante negro que sól

oche? —Le preguntó

trabajo, anota mi número y me llamas —El psiquiatra le dictó su n

Jacob para sí mismo, jamás había escuc

ono y el médico le ind

chico sorprendentemente tranquil

ob se escapó y fue a encontrarse

e ayuda —Le habló, abrazándose a sí mismo por los nervios. Wezen lo tom

duda merece la pena, si no lo haces tú mismo no podrás deshacerte de tu

como un susurro, pero Wezen le entendió tan cla

hogarte un poco —Wezen hablaba como si de la propia experiencia se tratase y eso llegaba a perturbarlo un poco, p

hacía mu

a que el corazón se le iba a salir del pecho por lo n

de su hombro. Wezen era mucho más alto que él—. Si temes por la justicia tengo formas para que esto

e había cámaras pero viendo con terror que éstas se est

es posible? —Jacob no entendía

hizo, asustando más a Jacob—. No tienes idea de las cosas horribles que pasan en el mundo, yo mismo he hecho

s? —Le preguntó, estaba sor

Pero no le digas a nadie, si tú guardas mi se

ro no podía negar que e

cabeza de lado a lado mientras hac

raro, pero durante ello, lo más perturbador que notó fue que sus

lgo, algo que le d

le preguntaba, no o

ontraban frente a frente co

, observó a Wezen y éste esta

le generaba

ba en su mano izquierda y Jacob pudo ver con terror lo que escondía en la misma, una ser

como si de brasas ardientes se tratase, haciendo sonar el ce

ro q

rrumpió cortantemente,

ó, señalando su mano mientras pensaba

e preguntó, en un tono amenaza

mismo instante al tío de Jacob salir de su h

puerta! —Aquel sujeto sonaba intimidante, tanto que Jacob sintió terror. El sólo recordar lo que ese sujeto

brillar su mano con otro símbolo—. Tantas ideas tentadoras se me vienen a la mente para hacerte pero le tengo respeto al

ió un fuerte golpe en la espalda y cómo algo que jur

cadenas en s

sa—. Te lo dejo para que te diviertas —Le sonrió con cinismo y con un movimi

aba pero en eso empezaron a brotar del suelo varias raíces de cemento que lo at

a la obtuvo —Wezen le habló en un tono frío y lleno de malic

brotaba sonido alguno

fuerza aquel cuchillo que le había entregado Wezen

terraba era el hecho de que el psiquiatra le tentaba a asesinarlo, sonrién

uerza para mantenerlo inmóvil, Jacob podía apreciar cómo apretaba lo

erle piedad, él me lastimó, me hizo sufri

le hervía la sangre al recordar lo que

s lo apuñalada sin control, el sujeto sólo soltaba sangre por

apuñalarlo, empezó a reírse sádicamente mientras sacaba un cigarrillo y se lo lle

iraba acelerado, estaba cansado, esa había sido demasiada adrenalin

a quitado un peso de encima, otra parte d

acababa de cometer un crimen, a

enía ganas de llorar y la concienc

mundo, ya no podrá lastimarte, Jacob, eres libre —Wezen le hab

orando por ello. No sabía qué

sin su ayuda no habría podido d

devolvió el abrazo y dejó que aq

uerpo y Wezen destapó las bombonas pa

ecer con otro sello y terminado de fumar su cigarrillo

erraron la puerta con llave, de es

quemara, haciéndolo

ron lejos se escu

acababan de tener c

aron los bomberos a

a situación, seguía en sh

anquilo, como si estuviese ac

de quemaduras donde se habían encendido los

e? —Le preguntó, se

ndería pero aquello sin du

al infierno —Le habló, en un tono

miraba co

contacto con usted,

leza, no parecía el sujeto psicópata de hace unos segundos, sus ojos hasta brillaban con pureza, cosa

on miedo. Wezen sólo le sonrió, co

o se despidió. Ambos se fu

ría a aquel psiqui

ría a verlo pronto, tan pronto c

o sería el comien

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