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Historia

Capítulo 5 La excusa perfecta

Palabras:1192    |    Actualizado en: 03/06/2023

trigante mezcla de americano y e

Mejor mantener un toque de m

nito

en su

sint

tu próxima ron

a realment

le comprara un trago? ¿Cuánto tiempo desde que uno h

otra ronda de cada una de

o he termin

i

que esperar, cuando esté

pon

e trae a

n los su

jo

asando por algun

excusa perfecta

tan lejos de la ciudad, es agrad

rbo de su bebida pen

bello largo y oscuro recogido en la coronilla para exponer su cuello y su maquillaje lo suficientemente dramático como para ser notado sin ser ostentoso.

i pensara que era algo para ver. Se encontró posando un poco para él, arqueando la espalda y l

no parecía querer

¿Y

pregu

e trae a

ego

a se

grac

, y ella sabía que

exact

o e

ntificar como un

mocionante

a presión involucrada, ¿verdad? Hay

sint

te hay mucha pr

as tomarte una tarde pa

o e

buena compañía mientras lo hag

lanes para

plan

ía pasado desde que ella había estado involucrada en algo con un hombre que fuera a alguna parte? Los únicos hombres que veía la mayo

er una cita. Esto era algo má

en su vaso, sin apart

s a qued

gun

engo una botella de champán que he esta

una ocasi

que se extendía por su cuerpo le dejó muy clara l

encontraba en la suite del ático

había afirmado, pero mientras estaba sentado tan cerca de ella, todo lo que podía

Ella lo deseaba tanto. Y de alguna manera, el hecho de que acababa de conocer

e hayas venido co

jo

ante estresante por la m

e nunca supo que p

ayudar a

tió len

teniendo el aliento. Se sint

nosearla como lo harían algunos hombres. Parecía considerarla como algo digno de admi

excitada nunca. Y los dos ni si

su

uficiente para

n voz

llevar esto a

hacía menos de una hora, y él la estaba invitando a meterse en su cama. Nunca se habí

ustarí

la, son

Ella lo tomó y se dejó

y no podía creer que estuviera en el mismo edificio que su habitación tamañ

cama era mucho mejor que las sábanas que le habían dado. Allí había un segundo baño con puertas corredizas que habían quedado entreabiertas, y podía ver el pis

reciarlo antes de que él la guiara ha

uello de su camisa, se la quitó po

se encendieran al mismo tiempo. Esta fue la cosa más av

uello mientras estaba de pie frente a ell

e tu

su

ahora arrojó la precaución al viento, dándose cuenta con un estallido de alarma

Sa

rró

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