ieron a John ya mí. Nuestra unión, una vez inquebrantable, ahora estaba obsesionada por un asunto inesperado.Con el paso de los años, nuestra relación sufri
ilencio hasta dormirme noche tras noche.Cuando nuestro matrimonio se derrumbó, decidí confrontar a John sobre el abismo emocional que nos separaba. Iniciar la conversación fue uno de los esfuerzos más desafiantes a los que me había enfrentado, ya que cada vez que intentaba hablar con él, se ponía a la defensiva y buscaba terminar rápidamente el diálogo. En la soledad de nuestra sala de estar, el peso de la decepción y la frustración se asentó sobre mis hombros, asfixiándome.Los recuerdos inundaron mi mente mientras miraba la chimenea parpadeante. Cada vez que hablaba, mis palabras parecían disolverse en el aire, dejándome sintiéndome invisible e insignificante.Aunque mi amor por John se mantuvo firme, se hizo cada vez más evidente que él no lograba comprender la gravedad de sus acciones sobre nuestro matrimonio.¿Cómo podría hacerle comprender la profundidad de mi angustia? ¿Cómo podría obligarlo a reconocer que sus acciones, o la falta de ellas, nos estaban separando? Anhelaba que reconociera mi dolor, que asumiera la responsabilidad de su papel en el deterioro de nuestra unión.Decidido y decidido, llegué a la conclusión de que había llegado el momento de una conversación difícil. Merecía ser vista, escuchada y comprendida. Me negué a permitir que la negligencia reclamara nuestro matrimonio como su víctima.Al encontrar a John absorto en su computadora portátil en su escritorio, respiré profundamente, reuniendo la fuerza para articular mi verdad. "John, tenemos que hablar. Se trata de nuestro matrimonio, de nosotros".Me miró fugazmente, su atención regresó rápidamente a la pantalla. "¿Puede esperar, Sarah? Estoy en medio de algo".Mi corazón se hundió, siendo testigo de la profundidad de su indiferencia. ¿Cómo podía ignorar tan fácilmente mi dolor? Reuniendo todo mi coraje, di un paso adelante, mi voz temblaba pero decidida. "No, John, no puedo esperar. Nuestro matrimonio se está desmoronando y tu desprecio por mis sentimientos nos está separando aún más. Te lo imploro".Hizo una pausa, la molestia parpadeando en su rostro. "¿Qué pasa, Sara?"Luché por contener las lágrimas, mi vo