e y, siempre era muy comprensiva. (Al gr
generaba gastos exponenciales deb
enfermó, al borde de la ruina debido a su mal manejo. Liliana hiz
jaban de sus decisiones. Por lo que la presión excesiva, el
, era obvio que colapsar
inada y sin una sola esperanza, la mano bondadosa de l
e toda esa basura y, te ayudaré incondi
uchando, abrió mucho los ojos completame
, seguía siendo su padre, por lo que haría lo que fuera por él, no podía perderlo, y much
dministrador, sin embargo, con el simple hecho de haber cumplido su sueño de crear su emp
la. Su padre se preocupaba más por las fiestas y dejaba todo en manos de sus trabajadore
por obviedad, los problemas en la empre
acho durante días, y la empresa, lentamente, se fue convi
a qu
n trato
denta de la Q
todos los fraudes y desvíos
uso un sobre tamaño of
quiero una cos
con mi
ban sus oídos, firmó el contrato que en ése m
rno por el que vivió tres largos años
**
nios están
ejano y a la vez familiar, por algun
ación, seguramente se trataba de algo relacionado c
se, pero su cuerpo se sentía tan pesado que no podía
r era que podía llenar sus
uieres decir?! ¡Maldito idi
iones, se habría estremecido y hubiera apretado los puños con un dolor severo en el pecho, no
eñor, pero, tenemos un gran
más que la presidenta se entere? ¡Rápid
muerta. Tal vez no le dolía el pecho por ello, ella sabía lo qu
nte era
posible por mostrar algo a
ra eso le
ntos acompañantes. Nunca la dejó dar una sola declaración o entrevista, había una excelente seguridad en casa y, salvo
ntenerlo a raya. La ayudaba para que en ocasiones pasaran tiempo juntos, e in
a que como su nombre lo dice, se encarga de desarrollar muchos produ
ble, desde gobiernos hasta empresas privadas, querían tener una relación estrecha con ell
ijo, Héctor Barner. Ella había enviudado muy joven y, después de la muerte de su esposo, no volvió a aceptar ni siqui
arañaban al 3% del total de la empresa, por lo que
ultado ser un tibur
sus dos únicos primos varones. Creyeron tontamente, q
emba
abían perdido la
jos de alabarla, a reverenciarla con temor. Su hijo,
sivo. Pero para ambos, la única deb
rueba de su propia empresa. Nadie sabía de qué exactamente, pero al cuestionar a Barbara si estaba preocupada deb
íder, debe sabe
aire frío y se estremecieron al unísono. N
se le conoció como