El pecado de la santa.

a intachable, alguien que todo el mundo respetaba al igual que su esposo, atrás habían quedado los chismes, comentarios o rumores de que aquella mujer era la Reina de la sombras o que manejaba la mafi

lo recaería en la mayor de sus hijas Estefanía, que con 27 años se preparaba día a día para tomar el lugar de su padre, manejaría la

o de que era lo que quería estudiar, no debían preocuparse por ellos, a decir verdad, nadie se preocupaba o acosaban, eran “normales”. La única de la familia que causaba preocupación en su familia y era el foc

a de lujos y comodidades, por un absurdo, como él lo llamaba, pero si la joven tenía algo en claro era lo que deseaba, en la mente de la joven Alejandra Dios era todo poderoso, él era el creador del mundo, el universo, todo era posible mediante él y ella solo le pedía una cosa, Alejandra haría todo con tal de que Dios le cumpliera lo que pedía, lo único que siempre deseo

poderoso, perdona sus o

con su vocación, ingresando a un convento a los 16 años, no solo los periodistas enloquecieron con aquello, Alessandro también, fue tanto el enojo que sintió que dejo de hablar con Alejandra, no soportaba la idea de que a partir de ese momento dependiera de Madres superioras y curas si él podía o no, ver a su hija, no podía creer que su hija estuviera limpiando pisos, ventanas y r

regunto Fabrizzio ingresand

, ni siquiera Dios. — dijo

acaso no le te

pero ¿Por qué tenía que arrebatarme precisamente a mi niña? ¿No le basto conque tuviera un alma tan limpia que

libertad que él quisiera a su hija, era como si estuvier

o convento, ahora! — los gritos furiosos

ro, saliendo de la oficina seguido por Fabrizzi

sto tan enojado a Giovanni como lo estaba en ese momento, sus ojo

— a Alessandro la pacien

ndra no tomara sus votos. — dijo

estar acompañando a Victoria y Alejandra en aquel lugar, donde ahora se dir

eo en las vírgenes. — termino de decir con en

aron de

, aquella que se había sometido a un cautiverio autoimpuesto, a la que hacía 4 años no veía ni le hab

ntes el menor de la familia, aquel que era tranquilo como un lago, pero que cuando se enojaba se levantaba

revió a tocar a mi sa

el convento uno a cada lado de su padre, como si fuera una versión apocalíptica de la bib

undibles para ella, frente a los Santoro estaban los tres enca

se limitó a preg

virgen. — dijo Victoria

vanni no era el único asép

Victoria mientras el doctor de confianza de la familia asen

l lado de su padre, la mayor siempr

personas RESPONSABLES de cuidar a mi hija. — comenzó a deci

o un médico y no encontró nada fuera de lo normal, al llegar la policía solo constataron que faltaba un poco de dinero, por

o Alessandro mientras pensaba a cu

na inseminación intrauterina, ya que de todas fue la única que di

re decir eso? — pr

la está usando como incubadora,

quella que por 4 años no había visto por ser cautiva por voluntad propia, su rostro que siempre bri

uando todo quedo cubierto por las sombras, y los Santoro juraron que nadie v