Esposa falsa del CEO Taylor

para mí, pero eso no me ha detenido a esforzarme y salir adelante. Trabajo y estudio al mismo tiempo, ser mesera no es fácil, pero tampoco es que haya otras opciones pa

do a almorzar y les ha generado mucha confianza, ellos le pidieron hablar un m

metieron que si en el lapso de un año ellos no se enamoran, entonces el contrato quedará sin valor y efecto y ella podrá marchars

resas. Es tanta la desesperación que ellos tienen porque su hijo formalic

a tarde renunció al restaurante y se preparó p

porte pasó unos minutos tarde por su cuadra y eso hizo que llegara al límite de la hora de entrada. Saludó al guardia que está en la pue

nas. —Rezongó, Taylor, al ver lo que ha pro

ver la cara de enojo del hombre con traje de ejecutivo al que ella, por ir de prisa a al

uajes que sobresalen del cuello del hombre q

s finos zapatos con tus asquerosas manos, est

sus zapatos. —Se disculpó nuevamente, pero Tayl

a mismo tiene programada una reunión con su padre y los socios, según le dij

, no sé qué haces en esta empresa si aquí está prohibido que entren a pedir limosna. —Refun

la observó su ropa para verificar si es cierto que se ve como tal, sin embargo, ella es demasiado senci

o que su hijo es muy testarudo y que al principio le costará trabajo soportarlo. La paga es muy buena y está contenta de trabajar en la empresa más grande del país, es po

el punto que se está tratando. Su padre le ha dicho que si quiere continuar siendo el presidente, tendrá que casarse y darle un nieto,

torio está vacío y una reguera de papeles es lo que se puede apreciar alrededor. Pamela lo observa desde su oficina y se pregun

lta a la oficina del jefe? —Se pregunta.

presidente vendrá y me regañará a mí y

e encuentra al frente de la suya, desde afuera se puede observar

o reflejo, Taylor aventó u

er para que me case! ¿Lo entiendes? ¡N

la confusión. Además, reconoció que es la misma

Tú

na? —Preguntó Taylor, apu

vista, muer

, Pamela se estremeció de miedo y sin articula

lor, caminando de prisa para impedir que ella

que saliera, en

ebes un favor por arruinarme los zapatos

eciba te voy a abonar cierta cantidad. —Respondió Pamela, c

poco necesito un reemp

—Respondió Pamela, asemejando que si no quiere que le devu

muerte tendría sexo contigo

ue seas m

o loco? Ni siquie

os en el

sprecio que sientes por mi persona, y todo por

tes. Firmarás un acuerdo confidencial en el cual aceptas ser mi esposa falsa, no te suplicaré para que l

quiciado. Verás que cuando el jefe llegue le contaré todo l

r la mano derecha del presidente de la

ario, no saldrás de aquí hasta que a mí se me ronque mi regalada

isión tomar, un desconocido que desde que la vio por primera vez no ha hecho más que humillarla y

apartamento de mala muerte donde vive. Hasta entonces

aginar cómo es el jefe. —Se dice Pamela en su ment

ue el jefe llegara y entregársela. Sin embargo, nunca lo vio aparecer y tampoco podía p

a que lidiar con todos los locos de esa empresa y ahora se ha echado para atrá