Delirium: ¿ Amor, obsesión o locura?

o. — ruega mirán

a fría y destrozada. Dónde no hay ni un á

egresa aquit de una puta vez.! — vocif

ño lo mira acariciarse la ent

s listo

sabes como funcio

ez. — ella baja l

amas ? — le ex

ta ella y la toma

a hora eres mía para hacer lo que yo quiera. No existen demoras o conversaciones innece

sto. — trag

o. — le ordenó desabr

ndo como temblaba su

osas acariciar

rgen… — murmuró él, salivan

o no lo hizo. Ocultó las lágrimas en las sábanas rojas

s buena para este oficio, estás t

ero

ar a vestirse. — Me quedan aun veinte minutos así

otestó Zafiro, sentándo

tada, la hizo caer de

lo y no te he disfrutado. Mejor dedícate a otra cosa perra inútil. —

va. Solo cuando escuchó la puerta abrirse de nue

e compuso como pudo y al levantar la vista encontró frent

e dijo. — Mi nombre

s señor Rossi.

tarme que la chica nueva era muy hermosa

esa boca perfecta. — le p

ias, es usted

que llo

lo suya… no hay lugar para preocupaciones

quí? — preguntó él

mportante. —

te antro. Has dicho bien... esta es mi hora y con ella haré lo que

iferentes cosas. Algunos buscaban sexo y otros solo la más efímeras de las compañías. Así que Za

a. He tomado este trabajo p

tan en

hacer nada más por ella y los

tú p

tiempo y ahora sol

sto salir antes

nunca su

rpulento muy agres

ese

nos de alguien así?, búsc

da par salir de

avor. — Zafiro lo

. Desnuda, y con los labios ape

cesito este trabajo para poder cuidar de ella. — le dev

dó razones y la apretó por la cin

aunque el hombre fue muy tierno, Zafiro sentía que est

blema para mí, pero ni siquiera con mi difunta esposa he enco

contestó Zafiro con

ta años pero cada vez que me dice

— balbuc

jo sacando de la chaqueta que había dejado

estó Zafiro desesper

s de por vida. Soy un hombre de gran poder y poseo muchas inf

o son

n criminal pelig

o no s

un hombre de negocios, que sabe muy bien lo q

Zafiro lo tomó temerosa, sin saber si la suerte le acab

da semana en esta misma habitación y tienes prohibido el contacto con cualquier otro hom

o mi

ndo una rodilla en la cama

as en desobedecerme destruiré todo lo

el dinero en

nada malo pasará, así que estaremos bien. —

— Le dijo poniéndose la chaqueta en cuyo interior Zafir