donde estaba acostada molestaron mucho sus pupilas incrementando el dolor que sen

poco a poco y pudo ver que estaba en una limpia y pulcra habitación de un hospital. Cerca de ella

l rostro, pues el brazo izquierdo estaba conectado a una vía por donde le administraban un su

ió la inflamación y al presionar un poco el dolor la at

n ese momento al cuarto— Tiene un trauma bastante fuerte en su rostro,

dificultad, pues el dolor y la rigidez de

aber —le dijo con paciencia la enfermera— Pero por ahora trate de no

ntó Megan, al parecer que t

dado el sujeto no la hubiera noqueado, Megan tomó nota mental de eso, quizás debería practicar boxeo o algún arte ma

oco, el doctor se acercó a ella y se inclinó un poco para ver su rostro más de cerca— Vamos a ver cómo estás

esto para que permaneciera quieta y sin hablar mientras el auscul

ás en señal de aprobación. Luego pasó delicadamente

eguntó— Hazlo poco a poco y si te d

ntió una especie de punzada dolorosa donde se unía el maxilar al hu

trás, donde había sentido el dolor— ¿Te dolió aquí?

ntinuó h

nyectamos un sedante más fuerte y también antiinflamatori

omó en sus manos y las vio a la luz de las lámparas del techo, aunque ya

engo buenas noticias para ti, jovencita. Todo está en orden, no tienes f

ra, seguramente, bombardearlo a preguntas

esperar que la medicación haga efecto para que

o luego se volteó al recordar algo de re

ila, sólo lastimaron tu rostro y tienes unas pequeñas escori

estado conteniendo la respiración por mucho tiempo. Sintió un

jo con fervor— ¡Dios hab

y esperaba que quien fuera que la hubiera salvado le explicara cómo hicieron para reducir a una banda de cinco forajidos gr

obre él, porque de seguro lo habían llevado al mismo hospital que a ella. ¿O sería que lo habían

nte de la Universidad, quizás de la misma donde ella estudiaba. De hecho, cuando el joven llegó corriendo le pareci

ternidad a Megan, el doctor en

ibujara una sonrisa en su cara, de hecho se dio cuenta de que le c

or —le dijo después de revisarl

mejor —le dijo con m

leno sonriendo— Es nuestro trabajo, creo

ionara al joven herido que debían haber conseguid

ijo— ¿Trajeron a un

arrugando el entrecejo— ¿H

o ella, sintiendo un leve escalofrío al record

del doctor era todo

co hombres, muy mal heridos, un tiempo despué

jo, doctor? —pre

al y cuando salieron los enfermeros no vieron a nadie, aunque uno de ellos

e lo era —p