u cabello blanco muy largo, al igual que su barba, y sus ojos eran de un cristalino azul cielo. Su ropa completamente blanca, resplandecía emitiendo una pura luz del mismo color. En su mano el
bue
al extraño delante de ellos. —Tu no tienes
dariel saluda a l
? —preguntó ahora la reina viniendo a inclinarse
iglos en la historia de la ciudad mágica. Pues muy pocos en el mundo de la magia habían tenido la oportunidad de ver a esta personalidad máxim
carme que es todo esto
e el mismo momento de su nacimiento. Ella abrió los ojos sorprendida, a pesar de haberlo recordado cuando su padre el rey le devolvió la
en verdad s
S
prin
S
una herm
S
nde
llamado cuando sea la hora a reclamarla, solo así podrá volver a ser qu
e marchara. — ¿Adónde crees que vas? No puedes
arició el rostro con cariño. Luego le mostró a su
corazón. Ahora debo irme, adiós. Si algún día en verdad m
spiró resignada y se dejó abrazar por sus padres, regresando al palacio. Los días que siguieron fueron para e
eaba por todas partes como antaño. Un buen día viajó al futuro cuando se encontraba en compañía de una de sus amigas, llamada Luddie que la agarró y se la llevó con ella, era una preciosa chica del mundo del
e trajiste de regres
n humana y aprende a ser una buena princesa de tu reino —la regañó.— Tienes obligaciones que c
ecir con eso ab
y hermoso y le gustaba como la saludaban. Hasta que fue a dar a una hermosa cascada, donde se sentó y se puso a canta
a Sh
as y cómo puedes est
Es que acaso
las hadas, pero todavía no me di
i eres un hada? —seguía él
rque me gusta
so vivías con ese
enisidad me rescató y se hizo pasar por mi abuelo. L
s encontramos, por eso cuando regresé a bu
ste? ¿Qué
por el enorme placer que había experimentado. Sin embargo, él la volvió a tomar y le colocó un hermoso anill
me das e
mo te di mi palab
e temo que es
quiere
la atrapó y la besó con verdadera pasión. Al fin cuando se separaron ella lo miró, y sin más se alejó vola
estaba segura y la vio jugar con unas doncellas, hasta que se quedó profundamente dormida. Se hizo invisible, entró y depositó un tierno beso en la frente de Sh
z en su cabeza y deseó estar dónde quiera que fuera, y se vio desaparecer para ir a dar a la plaza del clan esmeralda donde vio a todas las chica
rmana menor de la que tanto hablabas —dice. —¿Y
s. —¿Qué hace un hada en el c
Sí que me hicieron volar. ¿
también está aquí? —pregunta Elizabeth. —No sab
go me llamó y no sé que es. Esperen un momento,
rminar, entonar una hermosa melodía de llamada, mientras vuela por encima
Li
siempre. ¿En serio algo te ll
ergía que me hizo venir a reclamar algo que es mío. Y ahora lo sien
alguien que se perdió de tu f
ly, te reclamo, ¡regresa a ser quien ere
ry? ¡Es una dragona! —dice Mayra. —Sigue bus
e como se le acerca despacio emanando una hermosa y conocida
uchas gracias. Solo si un hada venía a
asombran todas—,
o soy
erte en una deslumbrante hada, p
ron, al llegar aquí me convirtieron a semejanza de un dragón esmeralda. Pero soy un hada, para ser exacta, soy la hermana m
bías que no e
me impedía deci
las felicitan. Luego de despedirse, regresan al reino de las hadas dónde son recibidas con gran alegría. Solo una
a todas partes y teme que la elija, todo estaría bien si cierto
el príncipe E